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LOS OBJETIVOS DE LA EMPRESA


Enviado por   •  18 de Septiembre de 2021  •  Apuntes  •  2.056 Palabras (9 Páginas)  •  118 Visitas

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TEMA 3: LOS OBJETIVOS DE LA EMPRESA

3.1. EL OBJETIVO CLÁSICO DE LA EMPRESA

3.1.1.- EL MODELO NEOCLÁSICO

La teoría económica tradicional (neoclásica) presenta a la empresa –la unidad básica de producción- como una creación conceptual para estudiar antes el funcionamiento de los mercados que el de la propia empresa y las relaciones que tienen lugar en ella. En consecuencia el modelo neoclásico ignora la complejidad interna de la empresa y su entorno, así como las razones que explican su existencia. La empresa, en este planteamiento, es una unidad elemental de análisis a la que se supone capaz de transformar un conjunto de inputs –materias primas, mano de obra, capital e información sobre mercados y tecnologías- en un conjunto de outputs que toman la forma de bienes y servicios destinados al consumo, ya sea de otras empresas o de individuos o de grupos de individuos.

En este contexto se define como objetivo de la empresa el del empresario, quien trata de hacer máxima su participación residual, es decir, su beneficio, de modo que la maximización del beneficio aparece como un objetivo simple y relativamente preciso.

3.1.2.- LIMITACIONES DEL MODELO NEOCLÁSICO

En realidad la maximización de beneficios presenta una serie de limitaciones:

a) La imprecisión del concepto de beneficio: las dificultades para la definición y cuantificación del término beneficio vienen unidas de una parte a su medida, ya sea como diferencia entre ingresos y gastos de un periodo o como diferencia entre el valor contable de los fondos propios entre dos ejercicios económicos, incluyendo los dividendos pagados. En ambos casos estamos ante un concepto contable y, por tanto, sujeto a todas las matizaciones derivadas de los criterios de valoración y periodificación adoptados. Ejemplos: precio de adquisición y con ello amortización (habría que ir a coste de reposición o valor de mercado), provisiones (muy discrecionales), intangibles (mal o no valorados)…

A diferencia del beneficio contable, el beneficio económico es la rentabilidad que la empresa obtiene después de deducir de los ingresos, o valor de la producción, todos los costes necesarios para su realización, incluido el coste de oportunidad de los fondos propios (lo que darían en el mercado al nivel de riesgo de la empresa) y las remuneraciones del director - propietario o empresario.

Los indicadores contables se refieren a un período, mientras que los indicadores económicos exigen el conocimiento de los flujos de caja presentes y futuros que generará la empresa, lo que implica la consideración del momento en que se obtendrán, es decir, supone la actualización o descuento de esos flujos a una tasa apropiada, equivalente al coste de oportunidad del capital (tipo de interés del mercado más prima de riesgo de la empresa). Es ir al valor del mercado (Ejemplo: la bolsa).

b) Su consideración en términos absolutos: es preciso relacionar ese beneficio obtenido con alguna de las magnitudes relevantes para la empresa, como los capitales propios empleados o la inversión total, para de esta forma conocer los resultados y los recursos comprometidos para su obtención. Así, por ejemplo, dos empresas que han obtenido un beneficio de 100 u.m. no pueden ser comparadas a menos que se conozca cuál es el volumen de inversión realizada o cuáles son los recursos comprometidos para obtener ese resultado.

c) La introducción del riesgo: no tiene en cuenta el riesgo asociado a la obtención de esos beneficios, es decir, no incluye en el análisis la posible variabilidad vinculada a cada uno de los componentes del término beneficio, o a una medida relativizada del mismo. Máxime cuando al estudiar dicho concepto podemos referirnos tanto a un horizonte temporal a corto plazo como a largo plazo.

d) La noción de maximización: nos preguntamos ¿cuándo se hace máximo el beneficio?, sugiriéndose la posibilidad de sustituir este término por otros como un nivel satisfactorio de beneficios, tendiendo en cuenta la racionalidad limitada del decisor, por la que no puede plantear la elección más que ante un número limitado de alternativas, normalmente próximas a las actuales estrategias, con una información incompleta y asimétrica para poder evaluarlas.

e) La complejidad interna de la empresa: es preciso considerar que, sobre todo en las grandes empresas, se puede apreciar una separación entre la propiedad de la empresa y su dirección, lo cual puede originar un conflicto de objetivos. Al ser la dirección quien ejerce el poder de decisión (ya que es el órgano que centraliza la información), los objetivos de la empresa se corresponderán con los de aquella, hecho que anula, al menos parcialmente, el objetivo de la maximización del beneficio, por cuanto la dirección puede no considerar este beneficio como único objetivo de la empresa y, lo que es más, ni siquiera aquél es prioritario en entornos no competitivos. Por tanto, se hace necesario incluir explícitamente los intereses y objetivos específicos de la dirección de la empresa (y del resto de grupos).

En consecuencia, el objetivo clásico de la maximización del beneficio no se confirma  en la realidad de las empresas, y ello es debido tanto a la debilidad de sus hipótesis como al comportamiento observado en las mismas.

3.1.3.- SEPARACIÓN PROPIEDAD Y CONTROL

El objetivo clásico de la empresa, que parte del protagonismo del propietario en el proceso de decisión, también puede resultar alterado por la separación entre propiedad y control, lo que sucede en muchas empresas, en las que el empresario ha desaparecido y han asumido sus funciones dos figuras: accionistas y directivos. Esto sucede además en las principales empresas de nuestra economía.

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3.1.4.- TEORÍA DE AGENCIA

Nos adentramos en la teoría de agencia (Jensen y Meckling, 1976), que analiza las relaciones de agencia, por las que el principal (accionista) contrata al agente (directivo) para que realice en su nombre una determinada tarea, lo que exige la delegación de capacidad de toma de decisiones.

Se da cuando las partes que cooperan, los agentes, tienen objetivos diferentes y además existe división de tareas que provoca, que exista entre ellos una relación de dependencia.

3.1.5.- RELACIONES DE AGENCIA

Las relaciones de agencia originan los problemas de agencia,  que surgen por el oportunismo (que el agente se comporte de manera inadecuada) y con dos condiciones: divergencia de intereses y ambiente de incertidumbre.

Otras posibles relaciones de agencia son:

  • Empleador – empleado
  • Regulador – regulado
  • Asegurador – asegurado, etc.
  • 3.1.6.- PROBLEMAS DE AGENCIA
  • Como hemos mencionado anteriormente los problemas de agencia derivan de la incertidumbre y del conflico de objetivos, impidiendo un contrato perfecto.
  • El oportunismo provocado por la escasa información del principal sobre el esfuerzo y factores externos que intervienen en la decisión del agente confieren a éste una gran discreción para perseguir sus propios objetivos y evitar el control de la propiedad. En la relación directivo - accionista hay divergencia de intereses (la función de utilidad del directivo tiene componentes monetarios y no monetarios, como promoción, autonomía, prestigio, libertad para asignar recursos, además de la propia seguridad o permanencia en la dirección) y también la incertidumbre (el principal, el accionista, aunque puede observar el rendimiento de los directivos, no puede verificarlo: al formar parte de un equipo, el resultado obtenido en un determinado momento no depende exclusivamente del esfuerzo directivo. Por tanto, se plantea un PROBLEMA DE AGENCIA.
  • LA DISCRECIONALIDAD DE LOS DIRECTIVOS
  • La discrecionalidad de los directivos puede afectar al objetivo clásico de los accionistas, de tal manera que la maximización del beneficio (que, a su vez, maximizaría la utilidad de los accionistas) puede ser sustituida por objetivos más próximos a los directivos, como, por ejemplo, la maximización del tamaño o el crecimiento – variables vinculadas tradicionalmente con sus remuneraciones-, o la generación de los recursos suficientes para asegurar la independencia de la empresa de los mercados de capitales. Además, la dirección puede efectuar una valoración del riesgo de la empresa diferente a la del accionista, dado que éste puede diversificar con más facilidad, y las consecuencias del mismo suelen ser diferentes para la dirección que para el accionista.
  • 3.1.7.- CONTRATOS DE AGENCIA

  • La solución para los problemas de agencia son los contratos de agencia, en un intento de compatibilizar los objetivos de principal y agente, siempre con sus costes de agencia asociados (negociación, vigilancia del principal, garantía del agente, pérdida residual o coste de oportunidad). Se pueden extender no sólo entre accionista y directivo, sino entre la alta dirección y los cargos intermedios, y entre estos últimos y los trabajadores. Con ello se pretende que todos los agentes que integran la empresa, al perseguir su propio interés, logren al mismo tiempo el del principal.

3.1.8.- COSTES DE AGENCIA

Como hemos mencionado en el punto anterior, los podemos clasificar en:

  1. Negociación: vinculados a la formalización del contrato.
  2. Vigilancia: soportados por el principal destinados a evitar el comportamiento oportunista por el agente.
  3. Garantía: costes en los que incurre el agente para garantizar al principal que es el agente más adecuado y que va a realizar la tarea en el mejor interés del principal.
  4. Pérdida residual o coste de oportunidad: sufrida por el principal como consecuencia de la inevitable divergencia entre las decisiones adoptadas por el agente y aquellas que mejor hubieran servido al bienestar del principal.
  5. 3.1.9.- CONTROLES SOBRE LOS DIRECTIVOS

  6. El problema es diseñar e implantar los controles sobre los directivos y los incentivos necesarios para que estos persigan los objetivos de los accionistas. Estos controles pueden ser los siguientes:
  7. 1) Sistemas de incentivos: vincular el salario de los directivos a la realización de beneficios, o mejor dicho a la creación de valor en la empresa. Se intenta ligar la función de utilidad de los directivos, sus compensaciones, con variables internas como la rentabilidad financiera o las variaciones del valor de mercado de la empresa. Un ejemplo podría consistir en darles una participación significativa de acciones.
  8. 2) Sistema de supervisión: mediante el Consejo de Administración y la Junta General de Accionistas.
  9. 3) Realización de auditorias de gestión: tanto internas como externas para obtener información.
  10. 4) La cultura organizativa: ética en los negocios que tiende a identificarse con los accionistas.
  11. Estos mecanismos se complementan con la existencia de controles a través de tres mercados:
  12. 5) Mercado de factores y productos (mercado de bienes y servicios): cuando la empresa actúa en un entorno competitivo, las fuerzas de competencia en los mercados (libertad de entrada y salida) presionan para limitar la discrecionalidad de los directivos. Si algún factor obtiene una remuneración superior a su aportación, puede hacer que ello afecte a la propia supervivencia de la empresa.
  13. Pero cuando existe competencia imperfecta, con estructura oligopolística, las empresas pueden perseguir otros objetivos distintos al señalado; se trataría entonces de mantener un nivel satisfactorio de beneficios y, al mismo tiempo, alcanzar otras metas que puedan implicar un trasvase de valor ente grupos de la organización.
  14. 6) Mercado de empresas, mercado de control societario o mercado de capitales: una mala gestión de la empresa, como por ejemplo porque los directivos se preocupan de satisfacer su función de utilidad y no la de los accionistas, origina que la empresa tenga un valor de mercado inferior a su valor potencial de generar beneficios. Esto puede inducir a que inversores externos lancen un OPA para comprar la empresa y con ello reemplazar a su actual dirección, subida del valor de la empresa y obtención de plusvalías.
  15. Pero los mercados no siempre son eficientes y no siempre se desencadena el proceso. Aunque los accionistas individuales están perdiendo importancia frente a los accionistas institucionales (fondos de  pensiones, sociedades de cartera) que actúan con mayor información, aumentando la eficiencia de los mercados de capitales.
  16. 7) Mercado de trabajo de directivos: permite, en principio, que éstos sean evaluados en virtud del logro de objetivos asignados, normalmente maximizar el valor de la empresa en el mercado, valoración, claro está, fundada sobre sus éxitos pasados.
  17. Pero en la realidad observamos que la valoración de los directivos no depende siempre del rendimiento obtenido para los accionistas, y que muchos directivos se preparan blindajes contra su posible salida de la empresa.
  18. En suma, la empresa se presenta, en muchas ocasiones, con una propiedad diluida y pasiva que conduce a que surja este tipo de problema. De este modo, la dirección va a tratar de lograr un grado suficiente de libertad de acción y de decisión, además de una cierta importancia (crecimiento y/o tamaño) de la empresa en el sector que permita acceder a una independencia en su expansión y continuidad, Si bien siendo consciente  de que debe obtener un nivel mínimo de beneficios, que haga posible una remuneración adecuada para los accionistas y que permita financiar las inversiones necesarias.

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