Objetivos de una empresa

Introducción:

La teoría económica tradicional establece la empresa como una unidad elemental de análisis a la que se supone capaz de transformar un conjunto de inputs en un conjunto de outputs que toman la forma de bienes y servicios destinados al consumo, ya sea de otras empresas o de individuos o grupos de individuos dentro de la sociedad en la que actúa. Está toma decisiones guiada de un objetivo simple y relativamente preciso: la maximización del beneficio.

Sin embargo, este objetivo presenta una serie de limitaciones relacionadas con la:

La relatividad e imprecisión del concepto de beneficio: esto se debe a que es un concepto contable y por tanto estará sujeto a todas las matizaciones derivadas de los criterios de valoración y periodización de la empresa.

El propio significado de maximización de beneficios: Esta crítica parte del concepto de racionalidad limitada, con la que se obtienen resultados satisfactorios (no óptimos).

La empresa es una organización en la que se observa una especialización de funciones entre sus componentes, de modo que, sobre todo en las grandes empresas, se puede apreciar una separación entre la propiedad de la empresa y su dirección lo cual puede originar un conflicto de objetivos. De modo que, al ser la dirección que ejerce el poder de decisión, los objetivos de la empresa se corresponden con aquella lo que relativiza el objetivo de la maximización del beneficio. Por tanto la dirección no puede considerar el beneficio como único objetivo de la empresa y ni siquiera aquel es prioritario en entornos no competitivos.

El el modelo neoclásico asimila el proceso de decisión en la empresa al de un actor individual que actúa conforme al principio simple de estímulo - respuesta, con racionalidad económica e información perfecta con un objetivo: maximizar el beneficio, prescindiendo de la organización interna y de proceso de toma de decisiones en la misma.

En la realidad la dirección mantiene una conducta activa en la que es capaz de diversificarse, de elegir el entorno y, en el caso de grandes empresas y/o grupos de modificarlos. Por lo tanto, el objetivo de la propiedad de una empresa se concreta en maximizar su riqueza el valor actual de los flujos de caja generados por la explotación de los activos de la misma. Lo que busca el directivo puede ser diferente a lo que buscan los propietarios. Limitaciones el agente, la dirección, puede buscar objetivos distintos al beneficio y por ello se crean mecanismos para aproximar intereses de propietarios y directivos.

La Visión de la empresa responde a la pregunta: ¿cómo queremos ser en el futuro?. Los componentes de la misión son: clientes, productores o servicios, mercados, canales de distribución, principales organizacionales y compromisos con grupos de interés. Debe reunir tres características esenciales:

Incorpora la idea profunda de triunfo: se plantea como el objetivo básico de la empresa formulado generalmente en términos muy ambiciosos y siempre con la vista puesta en el futuro deseado más que en el pasado vivido.

Es estable a lo largo del tiempo: el reto es planteado a muy largo plazo e incluso de forma indefinida en el tiempo. Su mantenimiento en el tiempo proporciona coherencia a las decisiones de la empresa.

Ha de merecer el esfuerzo y el compromiso del personal en su consecución: debe ser un reto del conjunto de la organización de tal forma que todos sus integrantes se sientan comprometidos con su consecución y estén dispuestos a aportar su esfuerzo para ello.

Los objetivos cumplen las siguientes funciones:

Guiar, incitar y coordinar las decisiones y las acciones en el seno de la empresa.

Proporcionar una base de evaluación y control de los resultados obtenidos.

Motivar a los miembros de la empresa por el conocimiento, entendimiento y aceptación de sus metas, en busca de la implicación de éstos en la empresa.

Transmitir al exterior (proveedores, clientes, competidores, sociedad en general…) las intenciones de la empresa, en busca de apoyos, de imagen…

Los objetivos han de cumplir las siguientes condiciones:

Medibles, que exista algún tipo de indicador para comprobar su grado de cumplimiento

Específicos, que expresen de forma clara qué es lo que se necesita llevar a cabo

Adecuados o consistentes con la misión y la visión.

Sucesivos, es decir, deben dar a la organización tiempo para digerir un objetivo antes de lanzar otro, ya que la sobrecarga de objetivos simultáneos puede dificultar su logro.

Realistas, que sean alcanzables, dadas las capacidades de la organización y las condiciones del entorno

Desafiantes, a pesar del criterio anterior, deben suponer un desafío importante para la empresa y crear una sensación de urgencia que movilice a la organización

Fijados en el tiempo, que tengan un plazo temporal para su consecución.

El enfoque de la teoría de la organización no tiene en cuenta que en la empresa participan muchos grupos, que tratan de alcanzar sus propios objetivos. Según el enfoque de la teoría de la organización, los objetivos de la empresa serían el resultado de un equilibrio entre los objetivos de los grupos participantes en ella (stakeholders o grupos de interés).

Grupos de la empresa

Trabajadores (empleo, formación y promoción, condiciones laborales, remuneración…).

Dirección (imagen pública, compensaciones económicas y no económicas)

Accionistas (dividendos, liquidez, expectativas de crecimiento, información)

Grupos afectados por la empresa

Clientes (imagen, postventa)

Proveedores (cumplimiento compromisos)

Grupos financieros (información, cumplimiento compromisos)

Entorno (impuestos, empleo, medioambiente)

La creación del valor compartido (Porter y Kramer (2011)) definen valor compartido como “las políticas generales y operaciones de la empresa que aumentan su competitividad y al mismo tiempo mejoran las condiciones económicas y sociales de las comunidades donde la empresa desarrolla sus actividades”. Este valor compartido se consigue

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