Liderazgo

La dominación de la mente sobre la carne, como el miedo a lo “invisible” nos puede causar terror o temores, y el alcance de estos sentimientos tanto a nivel físico como emocional. El cómo esto “invisible” nos inquieta y perturba tanto que los podemos llegar sentirlo como una amenaza continua y de hechos traumáticos, el como esta pequeña vocecita que puede ya hablar desde que eran niños también puede ser un maestro sombrío para combatir el desasosiego que crea la sociedad en el ser, al no ser como se supone que se debe ser o una persona normal, ya que en este mundo ser diferente es tan solo una ficción.

Pero primero definamos que el temor y el terror

El temor: Sentimiento de inquietud y miedo que provoca la necesidad de huir ante alguna persona o cosa, evitarla o rechazarla por considerarla peligrosa o perjudicial.1

El terror: se puede asumir que el terror sobreviene cuando el miedo ha superado los controles del cerebro y ya no puede pensarse racionalmente. 2

El intentar medir los alcances del terror y temor que nos crea el miedo a lo invisible es incalculable, como el hombre lo usa para bien o para mal, ya que esto puede llegar a ser un guardián, un protector o un destructor de la naturaleza del hombre, de su moral y está de su ética. Con esto se podría decir que era más que necesaria la creación por parte hombre de un Dios para el resguardo de sí mismo y la confrontación de la muerte y todos eso “visajes” del más allá, esta nos conlleva a esa búsqueda de tranquilidad y armonía que todos deseamos, un resguardo emocional de lo repúgnate que puede llegar a ser nuestro entorno, para esto creamos a ese Horla, porque ojos que no ven corazón que no siente buscamos la manera de ignorar la realidad para sentir un poco de calma y aceptación de mis decisiones justificando que la acción que se realizo es justa y éticamente correcta aunque esto entre en dicotomía de sus creencias.

Esta vocecita que cada vez que pienso en ella me llega a la cabeza una imagen muy pictórica de un grillito muy bien vestido, bien hablado y muy pulcro, o también un grillito muy mal vestido, mal hablado y muy sucio que nos perturba y amenaza a al punto que nos lleva a las alucinar, y no es necesario estar loco o consumir cosas raras para llegar a alucinar, solo en necesario un poco de temor y terror, o a quien no se le mueven los objetos y escucha las brujas en techo estando solo o habiendo hablado de estos hechos en momentos anteriores, como estas vocecitas nos hacen divagar sobre hechos que pasaron o pasaran y nos puede hacernos cometer locuras de las cuales nos arrepentiremos.

Esta vocecita bien o mal vestida no solo puede afectarnos emocionalmente, también físicamente como la creencia de esto invisible es real en nuestros cerebros es tan profunda y tan penetrante que llegamos a obsesionarnos a tal punto que entramos en un estado apatía social y del bienestar consigo mismo que nos hace decaer al ser tanto en el aspecto social como en su salud e incluso pensar en la muerte.

Alteridad: es el principio filosófico de "alternar" o cambiar la propia perspectiva por la del "otro", considerando y teniendo en cuenta el punto de vista.3

Es posible señalar una irrupción absoluta de la alteridad que produce un horror a la vez devastador y elemental; mientras que el miedo es atraído, simultáneamente, por las fuerzas abismales de la alteridad y las fuerzas tranquilizadoras de lo familiar. El hallazgo psicológico y estético parece situarse en esa situación entre, que llena de estremecimientos lo familiar, sin destruirlo. Con todo esto no dejo de pensar en aquella frase que alguna vez leí de Nietzsche en la cual había advertido: “No miremos por mucho tiempo el abismo pues entonces éste se mira dentro de nosotros”

Referencias Bibliográficas

- El

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