Los Principios Rectores Del Proceso

Ronald Dworkin llama principio de modo genérico, al conjunto de los estándares que no son normas, dentro de los cuales distingue las directrices y los principios en estricto sentido. Llama directriz al estándar que propone un objetivo que ha de ser alcanzado; principio, en cambio, es un estándar que ha de ser observado porque es una exigencia de la justicia o de la equidad.

Cuando hablamos de principios rectores del proceso nos ubicamos en el campo de la técnica jurídica, por cuanto hacemos referencia a aquellos modelos que deben orientar tanto las normas como la conducta de los sujetos que intervienen en la estructuración del proceso como instrumento para solucionar los conflictos jurídicos, de manera que alcance sus objetivos sociales, políticos, económicos y axiológicos. Son los criterios y los conceptos rectores que sirven de base y fundamento a la organización procesal.

Una primera clasificación de los principios sería la que distinguiera entre los principios del proceso y los principios de procedimiento. Los primeros determinan el comportamiento de las partes dentro del proceso y los segundos aluden a la forma de los actos procesales.

No todos los principios rigen en todas las especies de procesos. Al hablar de principios del proceso podemos encontrar que hay principios comunes que parten de la base de que el proceso se constituye con una serie de actos en los que necesariamente concurren tres sujetos: El actor, un demandado y un tercero imparcial investido de potestad jurisdiccional. Estos son:

• Principio de Dualidad de posiciones

• Principio de audiencia de parte o de contradicción

• Principio de igualdad de las partes.

De igual manera es importante señalar que existen principios que se dan solamente en cierta área del derecho. Es por lo cual se habla de principios que predominan en el proceso civil y principios que predominan en el proceso penal.

Todo lo anterior nos indica que uno de los más grandes errores que se cometen por los profesionales del derecho es que ven el proceso y el procedimiento como una mera sucesión de actos que se encaminan a un fin, y que los lineamientos a seguir son únicamente los que se encuentran en las leyes; no se buscan las razones de las cuales provienen ciertas reglas.

Se deduce de lo anterior que existe una gran diferencia entre norma y principio. La norma no es más que el resultado de una concretización positivada de los principios, mientras que la norma contesta el “¿Cómo?”, el principio contesta el “¿Por qué?”.

Es importante conocer los principios de los cuales devienen las normas, porque, además de darnos un panorama más general de lo que estamos haciendo cuando llevamos un proceso, su conocimiento nos permite, en un futuro, adaptar mejor las normas a las necesidades de la sociedad, considerando

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