Modernizacion de modelos aduaneros nuevos. Roles para las autoridades aduaneras y los agentes aduanales
KamazaEnsayo13 de Septiembre de 2025
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MODERNIZACION DE MODELOS ADUANEROS NUEVOS ROLES PARA LAS AUTORIDADES ADUANERAS Y LOS AGENTES ADUANALES
Si revisamos cualquier programa de un seminario, simposio o ciclo de conferencias, la principal conclusión con que nos encontramos es que todos los estudiosos ya están ocupados en detectar las diversas facetas de la labor aduanera y de cómo esta evolucionará en el nuevo milenio.
Muchos son los que con conocimientos especializados - principalmente de ingeniería administración o informática - se están ocupando de la automatización de las Aduanas, las alianzas aduaneras comerciales para combatir el fraude comercial, las sociedades aduaneras marítimas, el procesamiento comercial electrónico y la armonización de los procesos aduanales.
Sin embargo, con todo lo importante que es la automatización, la tecnología y la informática, hay otros elementos para el nuevo siglo que deben desde ya plantearse o replantearse en relación a la modernización. Me refiero al factor CONCEPTUAL, que debe preceder a esta y que es tanto o mas importante que ella misma. Las preguntas a que debemos buscar respuestas son a mi juicio ¿buscamos verdadera modernización o simple cambio? ¿Para que queremos automatizar? ¿Con que objetivo informatizamos? Las personas tras las nuevas maquinas, sean del sector publico o privado ¿desaparecen? ¿Mantienen sus antiguos roles? o ¿tienen nuevos roles y mayores responsabilidades? y en este caso ¿cuales y ante quien?
Por ello en este breve tiempo del que disponemos, reflexionemos acerca de algunos conceptos e ideas que pueden ser tan modernizadoras como las máquinas y, sin duda, mas importantes.
En el ámbito aduanero es evidente que la automatización traerá consigo grandes beneficios en términos de ocupación de personal, de tiempo, de precisión en las operaciones, de almacenamiento de datos y otros semejantes. Los ejemplos que las aduanas no se han venido dando son muy elocuentes en ese sentido y ello permitirá sin duda que la Aduana ejerza un mayor control – mejorando su relación con otros servicios, por ejemplo con los encargados de impuestos internos – e investigando zonas que siempre parecen permanecer oscuras, como cajas negras, en la etapa de la comercialización de materias importadas. Ello, para fiscalizar, a posteriori, aspectos tales como la naturaleza y condiciones de la mercancía y el valor aduanero de las mismas.
Además así, la Aduana, junto con desarrollar su función fiscalizadora en forma científica, deberá privilegiar e incrementar su calidad para que la misma sea ejercida con posterioridad a la consumación de importaciones y exportaciones y, considerando parámetros de riesgo, realizarla ya no en forma individual por cada destinación aduanera, sino que a nivel de cada consignante o consignatario de mercancías, en base a resultados de auditorias practicadas a la documentación contable y comercial, al análisis de resultados de producción, a la verificación de la determinación del origen, a la propia naturaleza, de las mercancías frente a su clasificación en el Sistema Armonizado; a los antecedentes que existan entre aquel y su proveedor, etc.
Creo, sin embargo, que la inserción de las Aduanas como parte receptora y revisora de tramites automáticos, las podría hacer perder una dimensión que es parte del ser mismo de las aduanas, en su tarea fiscalizadora. La automatización y los procedimientos electrónicos, imprescindibles para el desarrollo de los sistemas aduanales, despersonalizan la transacción comercial y los controles al punto que incluso los sujetos participantes en ella nos pueden llegar a parecer que también son parte del sistema automatizado y con ello cometer el error de no valorar sus roles, funciones y responsabilidades.
En esta nueva perspectiva pienso que es tremendamente interesante la consolidación profesional de los agentes aduanales, como terceros que mediadores entre la aduana y los importadores y exportadores, constituyan una garantía de comprobación fidedigna de que los datos entregados computacionalmente en los diversos envíos que tienen lugar con ocasión de una transacción comercial internacional, corresponden efectivamente a la operación de que se trata.
Además, existen otras esferas que son tocadas por las operaciones de comercio exterior en las que también se requiere un control indirecto de parte de terceros relevantes y autorizados. Nos referimos a todo los que significa la protección del medio ambiente, y del patrimonio cultural, de la salud, de la Flora y de la fauna, de la calidad de la seguridad nacional y otros semejantes. El cumplimiento de las normas establecidas respecto de cualquiera de varias de esas dimensiones, no puede ser, tampoco controlado por las aduanas al momento de efectuarse las operaciones. Interesante, es también, en estos aspectos, la intervención y el control efectivo que pueden realizar terceros relevantes ajenos pero vinculados al Servicio como son los Agentes Aduanales.
Esa fe no puede provenir de quien celebro el contrato de compraventa internacional, por cuanto tiene un interés demasiado directo en la operación, y si proviene de este, preciso es que la aduana, desde ya, efectúe un escrutinio muy severo respecto de la seriedad de quien entrega los datos a la administración; tampoco puede provenir del operador del transporte internacional, sea efectivo o no efectivo, ya sea el transportador, el transitario o el courier, toda vez que estos, por una parte no han tenido participación en la compraventa internacional; por otra y por definición declaran desconocer la naturaleza de las mercancías que transportan y, finalmente como es obvio, declaran desconocer su valor. El Agente aduanal, Despachante, o corredor es contratado, es cierto por el importador o por el exportador de mercancías. Pero también es cierto que si se lo especifica debidamente en las leyes el importador y el exportador deben tener muy en claro que el Agente contratado es controlado por la Aduana para que, a su vez, controle la operación de comercio exterior de que se trata. Esto es lo que permite que exista una diferencia especifica entre el agente aduanal y otros participantes de comercio exterior.
Al respecto, es bueno en estas materias, revisar antiguos, pero muy lógicos, principios que permiten configurar la posición de estos terceros relevantes deben tener respecto del servicio de Aduanas.
En un mundo en que nos enfrentamos, casi cotidianamente con privatizaciones y con el concesionamiento o tercerización a particulares de actividades que desde siempre o al menos, desde hace muchos años han sido desarrolladas por el Estado, existe la tendencia a pensar que la entrega de responsabilidades propiamente aduaneras, de control o de fiscalización que las Aduanas hacen a personas distintas al Servicio, son un ejemplo mas del privatizar actividades.
Pero, no es así: No es que el Estado renuncie a su función fiscalizadora porque otros, esto es, determinados sujetos que cumplen ciertas condiciones y son debidamente designados, desempeñen una función que desde siempre fue estatal. No es que la función que antes fue estatal pase ahora a ser privada, como ocurre por ejemplo, con la manutención de las carreteras, los transportes, los correos, los sistemas telefónicos, eléctricos o de servicios sanitarios, salud y otros.
Lo que distingue a la actividad de los agentes aduanales, Despachantes o corredores de Aduana, de otras como las mencionadas, es que parte de esa actividad tiene una dimensión clara y netamente estatal, como son todas las de fiscalización y control que hemos señalado, y en las cuales realmente estas personas pasan a ser – como ya varias legislaciones lo consignan expresamente - auxiliares de la función del Estado. No se trata entonces de una privatización, sino que de una DELEGACIÓN DE FACULTADES de un Servicio en personas especialmente designadas, que han acreditado ante la autoridad aduanera conocimientos especializados; que han brindado garantías reales del buen cumplimiento de su función; que son controlados y supervisados permanentemente por la autoridad aduanera, que no se ha desprendido ni ha privatizado su labor sino que la ha delegado en personas a las que puede exigir cada vez nuevas y mayores responsabilidades y que no constituyen ninguna carga ni para la aduana ni para el Estado; y que, como beneficio marginal, permite reducir el gasto público y es especializar hacia nuevas funciones, según los intereses de cada Estado, a los servicios aduaneros.
En consecuencia, uno de los desafíos que a mi juicio presenta la Aduana del Siglo XXI es la de, conceptuar, definir y luego transformar en norma positiva el concepto de la DELEGACIÓN DE FUNCIONES y procurar que esta recaiga en personas especializadas que le ofrezcan garantías al Estado en el cuidado conjunto de los intereses fiscales; que brinden seguridad y certeza a los particulares que los requieren; y que no constituyan una carga sino una ayuda para la función publica aduanera
Hoy esta tesis que he planteado no solo es compatible - sino que también necesaria- con los nuevos conceptos que estudia e impulsa la organización mundial de aduanas - en cuya ultima Asamblea General ASAPRA acaba de intervenir y participar - y que se orientan tras valorar en toda su peligrosidad y tan globalizada como la economía, el riesgo del terrorismo y las asociaciones ilícitas, y que llevan a la búsqueda de Aduanas cada vez mas eficientes en la implementación y ejecución de sistemas de fiscalización y control.
Es una realidad que tras los graves hechos de Setiembre de 2001 el mundo en general -y el comercio en particular - deben asumir que la rapidez no es sinónimo de eficiencia ni mucho menos de certeza y que en la fiscalización y control no hay obstaculización, sino que tranquilidad.
En esta finalidad, las aduanas del nuevo milenio cuentan y pueden seguir contando con los agentes Aduanales.
Organización Mundial de Aduanas hacia el Siglo XXI
Abril, 2008
Introducción.
La Organización Mundial de Aduanas, es el único organismo intergubernamental enfocado a cuestiones aduaneras y que agrupa a 173 Administraciones de Aduanas en todo el mundo y que dentro de sus actividades están el de desarrollar estándares globales, simplificar y armonizar los procedimientos aduaneros, facilitar el comercio internacional, entre otras.
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