RESEÑA BASTARDOS DE VOLTAIRE

Reseña de: Los bastardos de Voltaire.

RalstonSaul, John. “Los bastardos de Voltaire, la dictadura de la razón en occidente” (Capítulo 2, la teología del poder, y Capitulo 3, el ascenso de la razón.) 1992. Editorial Andrés Bello.

Las causas de la situación actual son incontables. El presente es una consecuencia del pasado y a su vez es causa del futuro. Por eso es importante hacer un análisis detallado, preguntándonos quienes nos dirigen, como lo hacen y por qué se caracterizan. La sociedad ha caído en un certero individualismo que le afecta a la comunidad en general, ¿Nuestros dirigentes son inmunes a éste individualismo? ¿De que manera afectan nuestros dirigentes nuestra forma de pensar y actuar? ¿Cuáles son los objetivos de nuestros dirigentes?

A lo largo de la historia han existido, aquellos que Saul llama, “tecnócratas”. Humanos sedientos de poder, impregnados hasta lo más profundo de su mente y alma de individualismo. Es irónico que la mayoría de nuestros dirigentes, que se suponen debieran tener como objetivo principal el bien común y la satisfacción de todos, un alto grado de altruismo, entre otras cosas, sean los más individualistas de la sociedad, las personas más mezquinas con los “pobres”, gente gobernada nada más que por la razón y lo más importante, personas con desprecio hacia el ciudadano, estos son nuestros dirigentes, estos son, en todo el sentido de la palabra, tecnócratas.

Que la mayoría de nuestros gobernantes sean “tecnócratas”, trae un sin número de consecuencias. Como por ejemplo:

En la actualidad la realidad es confundida con la ilusión, se ve lo que se quiere ver y no lo que realmente sucede, una situación que se presenta cada vez con mayor frecuencia. En Colombia, por ejemplo, las estadísticas y cifras son cada vez mejores, la mayoría de problemas están a punto de llegar a su fin. Empero cuando nos enfrentamos a la realidad, observamos que la economía del rebusque cada vez crece más, la concentración de capital avanza y la pobreza también, problemas como este ponen en duda el dichoso “avance y desarrollo”.

Existe un mar de contradicciones que nos ahogan. No estamos ciegos, pero vemos sin diferenciar lo real de la ilusión, vemos lo que se nos presenta como verdadero sin llegar a comprender la verdadera esencia de todo. A diario somos engañados, y es tan grande nuestra simplicidad que difícilmente cuestionamos, aunque sea un poco, la cantidad de información que llega a nuestros oídos. Como esponjas absorbemos todo lo que a nosotros llega, sin poner tan siquiera una barrera de cuestionamiento, aunque sea un obstáculo que no permita pasar a todo tan fácil, que no permita el paso de nada sin un análisis previo. Tal vez adoptamos esta posición de esponjas porque es más simple así.

Pero a los tecnócratas no solo los caracteriza un certero individualismo y lo ya antes mencionado, dichosos personajes son además enemigos de la memoria, una gran amenaza para ellos, por eso uno de sus objetivos principales es lograr el desconocimiento total de nuestra memoria, nuestra historia, su consecuencia, como dice la frase célebre, es condenarnos a repetirla. Tomemos de nuevo a Colombia como ejemplo, años atrás el ministerio de educación, encabezado principalmente por tecnócratas, decidió que lo mejor era unir la historia, la geografía, la economía y la política en una sola materia, una muy difícil tarea, la consecuencia de esto fue, nada más ni nada menos, que lo jóvenes de hoy día no sepan la historia de su país, no sepan que significa ser ciudadano, entre otras cosas. Saul argumenta que la memoria infunda sentido a las respuestas.

Para John no solo estamos condenados a repetir la historia, de hecho ya la estamos repitiendo, para él, no hemos sufrido verdaderos cambios desde hace mucho tiempo, estamos repletos de ilusiones de cambio, que no son más que adaptaciones actuales a viejos sistemas. No se implementan nuevas soluciones para los problemas actuales, sino que se adaptan soluciones antiguas ya implementadas, y debido a que el contexto ya no es el mismo, dichas soluciones solo dejan los mismos problemas o peor aún, conducen a otro, engendrando un círculo vicioso.

A diferencia de la memoria, el miedo puede ser una herramienta muy útil para el estado y, por lo tanto, para sus integrantes; los tecnócratas. Es tan útil esta herramienta que si no fuese por ella la mayoría de estados no podrían haber sobrevivido por tan largo tiempo, el temor se utiliza para hacer cumplir a todos con su deber y eliminar totalmente el cuestionamiento del poder estatal.

La razón es el atributo principal y de hecho el único que debe tener un dirigente, a lo largo de este texto, John quiere que recapacitemos sobre el gran pedestal que le hemos dado a la razón, la hemos separado de las demás cualidades humanas, creyendo de esta forma, que con solo éste atributo comenzaremos y definitivamente nos sumergiremos en el mar del desarrollo. Pero está claro que para John no es así, la razón no basta, con solo la razón no es posible llegar al desarrollo. En cambio, nos propone que bajemos a la razón de ese gran altar y la utilicemos junto con las otras cualidades que tiene el ser humano, de esa manera es más probable lograr un verdadero y real desarrollo.

Una lectura inquietante y útil, que no solo nos brinda información, además nos obliga a recapacitar sobre la situación

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