Responsabilidad Social Corporativa

Responsabilidad Social Corporativa

Anteriormente se pensaba que las empresas solamente tenían la finalidad de generar ingresos para sus dueños y accionistas, hoy en día ese pensamiento deja de ser aceptable. Gracias a la globalización las organizaciones tienen una posibilidad más amplia para hacer negocios de manera masiva por lo que pueden llegar a tener un grado de actividad bastante elevad, al haber tanta actividad es necesario un conjunto de normas de conducta empresarial que ayuden a minimizar los impactos sociales y del medio ambiente que las actividades de dichas empresas pueden ocasionar. Tanto la población, como el gobierno y los diferentes grupos activistas buscan que las empresas tomen mayor responsabilidad de sus acciones y de los aspectos negativos que estas acarrean. El término Responsabilidad Social Corporativa (RSC) surge a partir de esta problemática. El adoptar esta doctrina se puede considerar como una decisión voluntaria de la empresa con un fin puramente ético y moral o como una estrategia más de negocios (disfrazada de una acción moral) que contribuya al desempeño financiero de la organización.

Los antecedentes de RSC se remontan incluso hasta los orígenes de las organizaciones. Aunque siempre ha sido evidente que la justicia es indispensable para realizar negocios anteriormente los episodios de abuso sobre trabajadores se presentaban con mayor facilidad y frecuencia.

En el año de 1786 se fundó en New Lanark, Reino Unido, una comunidad industrial donde la normativa era la cooperación y el apoyo mutuo, y en donde se establecieron medidas de bienestar, referentes a educación y sanidad pública. Durante el siglo XX se mostraron casos similares en diversos puntos de Europa. Surgieron movimientos de cooperación en las industrias agropecuarias y textiles, donde se dio importancia a las condiciones de vida de las familias de los trabajadores acondicionándoles escuelas, lugares de esparcimiento y centros sanitarios. Se puede hablar del comienzo de una visión paternalista por parte de los empresarios.

En Estados Unidos esta visión de cooperación y de beneficiar a la sociedad dio nacimiento a grandes universidades; Harvard, Yale, Columbia, entre otras. Se observaba una cultura de ayuda, sin embargo, la mayoría de los beneficios eran proyectos de prestigio y con mucho renombramiento social y no de ayuda a los sectores de la población más necesitados.

En México se observó este comportamiento de cooperación y apoyo durante la conquista y la colonia, la iglesia católica recién establecida en la región fue quien empezó por preocuparse y tomar la iniciativa para ayudar a la sociedad indígena, pobre y desamparada fundando escuelas y hospitales. A finales del siglo XX se inauguraron grandes empresas en la ciudad de Monterrey, Nuevo León que destacaron por su preocupación hacia sus trabajadores. Se aseguraban de proporcionarles mejoras en sus viviendas y brindarles servicios médicos y educación. Posteriormente, en 1929 surge la Confederación Patronal de la República Mexicana (COPARMEX).

Hacia los años sesenta nace la Unión Social de Empresario Mexicanos (USEM) que integra a empresarios católicos con intenciones de hacer negocios con ética hacia lo económico, social y humano. Años después, en 1988 se estableció la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) y el Centro Mexicano para la Filantropía (CEMEFI) quienes actualmente es la organización que más se dedica a impulsar y promover la RSC.

A esta práctica se le comenzó a llamar Responsabilidad Social Corporativa a finales de los años cincuenta y principios de los sesentas, a raíz de la Guerra de Vietnam puesto que la ciudadanía empezó con la creencia de que a través de sus trabajos o al comprar ciertos productos colaboraban con el mantenimiento de algunas prácticas políticas o económicas poco éticas. En los años ochenta las personas dejaron de considerar al Estado como único responsable de la sociedad, aquí inicia la idea de que todas las instituciones, fueran públicas o privadas, debían contribuir al bienestar común. A partir de los años noventa fueron apareciendo en el panorama internacional diversas iniciativas y normas que promovían un comportamiento más ético y respetuoso con la sociedad y el medio ambiente.

Se le define como Responsabilidad Social Corporativa a la contribución voluntaria de las empresas en el mejoramiento social, económico y ambiental de un lugar determinado, por medio del desarrollo de prácticas, planes, estrategias y sistemas de gestión empresariales. Cuando una empresa es socialmente responsable es capaz de escuchar, atender, comprender y satisfacer las expectativas de la sociedad, sus miembros y de los beneficiarios de su actividad comercial (Barroso, 2008), invierte en capital humano en el medio ambiente y en las relaciones con sus grupos de interés ya que la empresas no solamente deben responder ante sus accionistas sino también ante ellos.

Muchas empresas en la actualidad ven la RSC como parte de su esencia y la llevan inscrita en su misión y visión, tienen un compromiso consciente de cumplir con su finalidad para demostrar el respeto hacia los valores éticos, la gente, las comunidades, el medio ambiente y para llegar a un bien común.

Antes de que una empresa pueda empezar sus actividades socialmente responsables debe cumplir con tres responsabilidades previas; Responsabilidad económica, es decir, que genere beneficios y sea rentable puesto que no tendrá ningún sentido intentar ayudar a la sociedad si no puede mantenerse ella misma. Responsabilidad legal, significa cumplir con la reglamentación establecida por la ley. Responsabilidad ética que es la obligación de hacer lo que está bien y lo que es justo evitando a toda costa el daño, esto significa no buscar atajos ilegales que caigan en corrupción. Una responsabilidad adicional sería la voluntaria, que señala comportamientos adicionales de la empresa dictados por sus valores.

 Las razones por las que una empresa empieza una actitud socialmente responsable van ligadas a cuestiones morales, sociales, económicas y de negocios.

La cuestión moral es la más evidente pues las empresas tienen un papel que jugar ante la sociedad que se ve afectado por el impacto que sus acciones tienen en el medio ambiente o en la misma sociedad. Deben de ser inteligentes y saber elegir lo que está bien y lo que puede llegar a dañar. La cuestión social ya que las comunidades reclaman no solo la ética de los directores de las empresas, sino que ven a toda la organización como un individuo que debe actuar con respeto ante la sociedad y la naturaleza. Actualmente, que una empresa sea socialmente responsable es una decisión voluntaria, pero debido a la presión que llega a haber por parte de la sociedad y grupos activistas (organizaciones sociales, defensoras de la naturaleza y animales, derechos humanos, etc.) pasa a ser una cuestión casi reglamentaria. La cuestión económica, pues viéndolo desde una perspectiva macroeconómica, la gestión con responsabilidad social contribuye al desarrollo equilibrado del planeta al buscar generar ganancias monetarias sin agotar los recursos naturales y minimizando el impacto ambiental asegurando un ambiente adecuado para las generaciones futuras. Hay inversionistas que tienen  esta idea muy presente en su mente, tanto, que podrían dejar de invertir en empresas que no contribuyan en esta acción. La cuestión de negocios, pues recientemente se ha visto a la RSC como una forma para impulsarlos. Las empresas reconocen los intereses de sus clientes, accionistas, empleados, y la comunidad en general para realizar operaciones sustentables en lo económico, social y ambiental que busquen la preservación del medio ambiente y el bien común. Se puede ver como un valor agregado y una ventaja competitiva para la empresa. Al ser la RSC una forma de hacer negocios se implementan actividades de medición y reportes tanto de impacto como de desempeño.

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