Resposanbilidad Social Corporativa
smckenzie30 de Abril de 2015
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El objetivo de creacion de valor para el accionista es propio , puesto que la evolución reciente de las empresas no aprueba bromas.
Se esta adivinand una crisis de de cultura empresarial nacida al calor del movimiento de la creación de valor para el accionista en beneficio de culturas alternativas.
Bueno se sabe que este movimiento de la creación surge a comienzo de los años 80 su mejor reflejo se encuentra en las pautas directas establecidas desde 1981por Jack welch en general electric que es una empresa que se había situado desde comienzos del siglo ala cabeza tecnológica de un buen numero de sectores , ella genero una paquete de innovaciones organizadas en las dos ultimas décadas del siglo pasado.
Las empresas que se han unido a la cultura empresarial deben a general electric de que la reestructuración permanente de la cartera de negocios corporativa mediante compras y ventas de empresas permite mantener posiciones de liderazgo , no hace falta invertir mucho en I+D basta con comprar empresas. También deben a general electric el dowsizing empresarial es decir la concentración de las actividades empresariales entorno alas competencias básicas y la reducción correspondiente de la estructura corporativa y el empleo.
Naturalmente, el movimiento de la creación de valor ha ocasionado beneficios importantes, especialmente para quienes los han obtenido. La desaparición de la espuma de las cotizaciones bursátiles invita a analizar sus patologías. La historia de las empresas que han querido hacer suya la cultura del valor empieza a ser bien conocida; puede ser escrita en clave de sus relaciones con los diferentes grupos de interés que concurren en la actividad empresarial. A diferencia de otras culturas empresariales, la que nos ocupa no aprecia demasiado el compromiso y lealtad entre empresas y trabajadores: un nonsense, según Welch. Dicen que un dicho recurrente en los círculos directivos americanos de esta clase de cultura corporativa era: «Si quieres lealtad, cómprate un perro». Queda por saber si la consecuencia inmediata de lo anterior, esto es, que las empresas prescindan de cualquier inversión en empleabilidad de los trabajadores y la ausencia de vínculo de largo plazo entre empresas y trabajadores favorecen el crecimiento de la productividad.
También sabemos que al menos en Estados Unidos, la fidelidad de los clientes a las marcas se ha reducido significativamente en los últimos años, como queda evidenciado por un buen número de estudios sobre comportamiento del consumidor en compras repetidas de un mismo producto.
Hablemos ahora un poco dobre el concepto de empresa sostenible –¿habría que decir de creación de valor sostenible?– es bastante antiguo y se refiere esencialmente a la evidencia de que en el 8 Libro 16/3/04 08:38 Página 8 largo plazo los resultados empresariales mejoran si se mantienen relaciones no oportunistas con los diferentes grupos de interés que concurren en la actividad empresarial: empleados, clientes, proveedores, y comunidades sociales donde se opera. La penúltima reaparición del concepto tuvo lugar en la recesión económica anterior y paradoja de las paradojas– respondió a la comprobación del estancamiento de la productividad en la economía americana en los primeros años de la década de los noventa. En la época, recibió cobijo doctrinal en el Partido Demócrata americano y disfrutó de la atención de académicos como Michael Porter, quien se atrevió a proponer al Congreso de Estados Unidos la presencia en los consejos de administración de las corporaciones americanas de representantes de clientes, proveedores, empleados y comunidades sociales.
Cada cultura corporativa es titular de un paquete de innovaciones organizacionales; además, sus protagonistas abrigan la ambición de elevarlas a la categoría de valores sociales. La cultura de la empresa sostenible ha venido desarrollando, sin estridencias, algunas de interés notable a lo largo de los últimos años. Una de las más prometedoras consiste en la potenciación de los derechos de propiedad de los ahorradores que confían la gestión de sus patrimonios a los inversores institucionales. El éxito de los fondos de inversión «verdes», es decir, que restringen sus inversiones en renta variable a empresas que disfrutan de un rating favorable en materia de medio ambiente, respeto a los derechos humanos, responsabilidad social o comunicación con los grupos de interés nos ha enseñado lo que cabía esperar: que los ahorradores quieren orientar la gestión de su patrimonio, que existe una correlación estrecha entre este tipo de rating y la calidad de los beneficios empresariales, y que en los ránkings de sostenibilidad no aparecen muchas empresas que hayan abrazado en el pasado la cultura corporativa de la creación de valor para el accionista.
Recordemos que el concepto de responsabilidad social corporativa de las empresas son los resultados alcanzados por las empresas en materia medioambiental, satisfacción de los grupos de interés que concurren en la actividad empresarial, y atención a diferentes mandamientos de orden ético, por ejemplo, respeto a los derechos humanos. La novedad es que el alejamiento de los enfoques reduccionistas habituales sobre el concepto de empresa tiene premio. Así, diversos estudios demuestran que la asunción del enfoque RSC mejora la reputación empresarial, permite fidelizar a clientes y empleados, ayuda a mantener relaciones de cooperación con las comunidades sociales donde opera la empresa, permite gestionar la variable medioambiental, y da acceso al ahorro ofertado en el mercado de productos financieros reservado a las empresas que acreditan niveles aceptables de RSC, de acuerdo con el rating de agencias independientes.
Otro punto que me pareció muy importante es que las empresas españolas los resultados alcanzados por las empresas en materia medioambiental, satisfacción de los grupos de interés que concurren en la actividad empresarial, y atención a diferentes mandamientos de orden ético, por ejemplo, respeto a los derechos humanos. La novedad es que el alejamiento de los enfoques reduccionistas habituales sobre el concepto de empresa tiene premio. Así, diversos estudios demuestran que la asunción del enfoque RSC mejora la reputación empresarial, permite fidelizar a clientes y empleados, ayuda a mantener relaciones de cooperación con las comunidades sociales donde opera la empresa, permite gestionar la variable medioambiental, y da acceso al ahorro ofertado en el mercado de productos financieros reservado a las empresas que acreditan niveles aceptables de RSC, de acuerdo con el rating de agencias independientes.
El capitalismo valiente se refiere a empresas que hacen productos donde sus consumidores son personas de bajos recursos, tanto en la india como Brasil, Congo, Filipinas. Ciudades y/o países donde las personas de bajos recursos tengan acceso al tipo de tecnología que se viene creando. Entonces los empresarios decidieron hacer productos como el radio a cuerda, para las personas que no tengas electricidad, al igual que algunos teléfonos móviles, decidieron hacer detergentes no altamente tóxicos, con los que se pueda lavar a mano. Empresas como Motorola, como Apple, guiadas por personas como lo es el inventor británico Trevor Baylis, o la multinacional Unilever. También esta la participación de coca-cola, esta es una empresa que brindó sus productos a pequeñas y medianas empresas, ofreció la oportunidad de comercializarlos para que estas empresas puedan obtener ganancias.
En otras épocas el capitalismo estaba dispuesto a invertirse en la mejoría tecnológica, en lujosos autos, etc. Pero con el pensamiento y comprensión de estas empresas y personas se torna el capitalismo a ser ayudados de las poblaciones de escasos recursos.
En Johanesburgo se busca que las empresas adopten la política de responsabilidad social corporativa, se busca que haya participación de distintas empresas capaces de emprender esta política, capaces de responder por la regulación de los impactos sociales y medioambientales de las empresas y así poder evitar desastres de gran magnitud que no afecte al capitalismo. Se busca empresas que contribuyan al desarrollo sostenible, a través de la responsabilidad y transparencia se citan a todas las empresas del mundo, que las empresas del norte abran sus productos a las empresas del sur, para que haya un buen equilibrio y desarrollo. Lastimosamente las empresas españolas no han cedido a ninguna demanda por parte de las demás empresas que si han tenido la iniciativa de tener un capitalismo hacia los de bajos recursos o de adoptar la RSC o de mantener un desarrollo sostenible. Convendría que todas las empresas empiecen a entender su responsabilidad en el desarrollo sostenible de todos.
Chez Cuevas: La responsabilidad social de las empresas debe referirse de manera exclusiva a la creación de la riqueza y empleo, en el marco legal establecido por el Estado. Corresponde a la libertad de las empresas, y a nadie más, decidir si conviene o no atender otras demandas sociales. Corresponde al Estado la asunción primera de las responsabilidades sociales o medioambientales en un entorno transparente, flexible y competitivo.
Las empresas españolas no siguen las propuestas por la CEOE, se han iniciado por otro camino donde quieren disfrutar de un discernimiento mejor sobre la realidad social de nuestros días, alzando su voz y articulándola a través de los mercados. Chez Cuevas tiene confianza de que algún día la patronal no se invente los problemas de la empresa española, y entienda que lo que se debate en las instituciones internacionales como la Comisión Europea o la OCDE, generalmente de la mano de las mejores empresas del mundo, no son caprichos izquierdistas. La
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