SIMAPRO Una propuesta para la productividad

SIMAPRO

Una propuesta para la productividad

Conjugar los subsistemas organizacionales técnico y social, es una tarea ambiciosa que pocos modelos de gestión han logrado plasmar en su estrategia. Existen clasificaciones muy rígidas para los modelos de gestión, los cuales pueden contener un enfoque u oscilar entre el mecanicismo y la antropología.

En Chile se vislumbra la posibilidad de acoger masivamente un modelo técnico–social, o mejor aún: sociotécnico motivacional, cuya aplicación ha dejado evidencias exitosas en diferentes sectores y realidades de Latinoamérica y otras latitudes: SIMAPRO, Sistema de Medición y Avance de la Productividad.

El SIMAPRO nace por el año 1980 en la Universidad de Texas. Su creador, el profesor Robert Pritchard, lo nombra “ProMes”. Luego sería introducido a México en 1995 por estudiantes de la Universidad de Tilburg (Holanda) en convenio con la OIT de México.

El SIMAPRO es un sistema de aprendizaje permanente, integral e incluyente en las organizaciones, focalizado en lograr los objetivos del área y de la organización en su conjunto, acordados entre todos los involucrados. Tiene el propósito de mejorar la eficiencia, la calidad y las condiciones de trabajo en las organizaciones, por medio del involucramiento y compromiso del personal operario, mandos medios y la gerencia.

A través de la medición permanente de los objetivos de la organización, el SIMAPRO se basa en el proceso de mejora continua. Utiliza el método de retroalimentación en reuniones grupales y es por ello que toma la gestión de los recursos humanos como una función estratégica dentro de la organización. Es una metodología que reconoce el aporte de las personas, promueve sus capacidades y trabaja sobre la base de sus conocimientos.

El SIMAPRO, tiene 2 herramientas claves: Las Reuniones de Retroalimentación (reuniones grupales descritas en el párrafo anterior) y las Guías de Autoformación y Evaluación por Competencias (GAEC).

La Guía de Autoformación y Evaluación por Competencias orienta y facilita el aprendizaje de la persona y de la organización para lograr mejoras en la forma de trabajar. Las GAEC permiten a los trabajadores conocer mejor la empresa en la cual se desempeñan, realizar un análisis crítico de su entorno, explorar y valorar los conocimientos adquiridos, vincularse y comunicarse efectivamente sus compañeros de trabajo y, en definitiva, aprender haciendo para mejorar la productividad.

Se elabora un tipo de GAEC para cada organización; en este proceso participan todos los estamentos de la misma. La GAEC recoge la realidad de cada empresa con sus fortalezas y debilidades, las normas, competencias técnicas y conductuales requeridas para las funciones sobre las cuales se aplicará el Simapro. En definitiva, la GAEC estimula la participación y fortalece el desarrollo de las competencias técnicas y conductuales, abre espacios de participación entre los distintos niveles de la empresa y permite una evaluación/autoevaluación real y sistemática del desarrollo de competencias de tipo individual y colectivo.

En la experiencia chilena el SIMAPRO se ha aplicado en el sector frutícola exportador, vitivinícola, construcción (elaboración de ladrillos) y minería (elaboración de cuerpos de molienda), demostrando que es una metodología traspasable a cualquier tipo de empresa y sector económico, que contribuye a alinear los objetivos de su personal operativo a los de la organización, consolidando así el compromiso de individuos y equipos. Además, los resultados indicaron un mejoramiento en variables actitudinales como satisfacción laboral, compromiso, fidelización, clima organizacional y mejoras en la productividad, calidad, cumplimiento de normas de higiene y seguridad etc. El mejoramiento en el desempeño de los trabajadores permitió disminuir los reprocesos, reducir pérdidas por rotura de material, mejorar el uso de elementos y equipamiento de trabajo, etc., lo que se tradujo en una disminución de los costos por jornadas laborales.

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