TEMA 2. EL ARCA DE NOÉ
elena.nezlaTarea26 de Noviembre de 2021
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PRÁCTICA 2. TEMA 2. EL ARCA DE NOÉ. ELENA JIMÉNEZ ALCALÁ.
El bosque es una de las riquezas que nos proporciona el medio natural y, debido a la acción del ser humano, los encinares que cubrieron la mayor parte de la Península Ibérica han desaparecido. Sin embargo, en amplias regiones de Extremadura todavía se conservan dehesas en las que el ser humano vive y obtiene lo necesario de un ambiente que aún disfruta de grandes riquezas ecológicas.
En primer lugar, el bosque ha perdurado durante años en la superficie terrestre, dando color a sus paisajes y dándole vida a los seres vivos, tales como ciervos, cabras salvajes, lirones, conejos o ardillas, entre otros. Sin embargo, este equilibrio cargado de armonía puede romperse debido a ciertas acciones que impiden su desarrollo. En este preciso momento es cuando hablamos de la intervención del ser humano con la ganadería, la agricultura y, sobre todo, la deforestación. Aprovechar el poder calorífico de la madera de encina es bastante favorables y es utilizado como combustible en las cocinas tradiciones en regiones extremeñas, andaluzas, castellanas... A pesar de que este sea un buen método para proporcionar calor, pues esta madera arde muy lentamente y no vendría mal tenerlo presente en una crisis energética, la encina crece con lentitud. Además, también puede conseguirse carbón vegetal, que es un producto inagotable que podría reemplazar la leña de encina y un excelente combustible para los tradicionales braseros, estufas e incluso, en la actualidad, para las barbacoas.
Por otra parte, se cree que la palabra dehesa proviene del término antiguo de defensa. Los encinares protegen al medio físico del viento, del frío, del calor, del agua y de la nieve, pues estos se quedan enredados en las espesas copas. De esta forma podemos observar el gran protagonismo de la encina, pues ejerce el papel de paraguas. Los efectos termorreguladores, antierosivos y fertilizantes son responsables de que otros seres vegetales puedan desarrollarse.
Además, la dehesa nos proporciona cultivos domesticados que nos permite obtener alimentos a través de ellos, como trigos, cebadas, avenas… También en estas tierras hay importantes explotaciones ganaderas (vacas, cabras, asnos…), en las que los seres humanos desarrollan el pastoreo. A media que los grupos humanos fueron asentándose por un lado y ejerciendo su fuerza y voluntad sobre el territorio empezaron a darse practicas de asentamiento en las cuales proliferaron el pastoreo. Por lo tanto, podemos decir que estos bosques proporcionan al hombre y a sus ganados todo lo necesario para vivir y, también, protege a algunas especies silvestres que buscan cobijo durante el invierno.
De este modo, podemos decir que este documental pone al ser humano como destructor del medio ambiente pero también insinúa que el medio natural condiciona las actividades humanas. Además, se dice que la acción humana favorece la empleabilidad del suelo y de las distintas especies vegetales y animales. Así, aunque el ser humano sea una de las principales armas de destrucción del medio ambiente, también ejerce algunas actividades que favorecen su desarrollo. Influyen las conductas humanas al entorno en el que viven como el entorno a ellos.
Todos los seres humanos tenemos en común que nos sustentamos utilizando los recursos que encontramos a nuestra disposición. Esto es algo que compartimos con los animales. Los seres humanos necesitan comer para vivir y por ello necesitamos obtener recursos de nuestro entorno. Sin embargo, esa satisfacción primaría biológica que también hacen otros animales es distinta en los seres humanos, pues se da una diversidad de prácticas sociales y culturales para la obtención de recursos para su transformación.
En conclusión, los seres humanos pueden beneficiar al medio ambiente mediante sus actividades, ya sean agrícolas, pastoriles o cualquier otra, pero no por ello es correcto destruir el bonito paisaje que los bosques han recreado durante años. Es cierto que los seres vivos necesitamos alimentos para poder sobrevivir, mas hay maneras más adecuadas de conseguirlos sin dañar a nuestro entorno. La naturaleza ha perdurado durante muchísimos años, incluso mucho más que los seres vivos, y ahora que los seres humanos han logrado desarrollar diversas herramientas para la obtención de materias primas, entre otras cosas, estamos destruyendo poco a poco todo aquello que el medio ambiente ha trabajado. La naturaleza nos ayuda a vivir y por ello el ser humano tiene que agradecérselo y darle un buen uso a esos recursos naturales sin la necesidad de destruir todo a su paso.
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