VIVIMOS MOMENTOS INSOLITOS

VIVIMOS MOMENTOS INSOLITOS

Los problemas se suceden a ritmo alarmante: hay que pensar en lo que está pasando, porque y como adaptarse para maximizar el valor y minimizar los riesgos.

La digitalización abre los sectores tradicionales a nuevos competidores y oportunidades incluida las de aliarse con contendientes y socios para ofrecer nuevos servicios.

Este cambio en el modelo de negocio y de responsabilidades obliga a los directivos a preguntarse en qué situación quedará la empresa ante el aumento de la densidad digital y de la complejidad de la propuesta de valor.

Ante el nuevo cambio hay que aprender a tomar decisiones con rapidez y con buen criterio para gestionar una arquitectura organizacional distinta.

Los empleados deben aprender de otra manera la adopción de principios, delegación de autoridad, estructuras más planas, libertad para probar nuevas ideas y una apuesta por la acción y metodologías alternativas.

La digitalización afecta a nuestro negocio, por lo cual la tecnología puede mejorar o destruir nuestra proposición de valor en más o menos tiempo.

Impacto de la tecnología.

AÑADIR CAPACIDADES

vta de recursos

productos naturales salud

frescos

enumeración

PLAZO

INMINENTE LEJANO

telecomunicación

vta de productos

estandarizados

medios de servicios

comunicación financieros

DESTRUIR CAPACIDADES

La posición que ocupa cada sector depende de distintos factores que evolucionan con el tiempo y se retroalimentan entre sí.

1- Facilidad de digitalización.

Cuanto más fácil sea que nuestro producto pase de “átomos a bits” mayor será la disrupción de nuestra propuesta de valor.

2- Proximidad con el cliente.

Cuanto más cerca este el cliente de la cadena de valor más rápido y disruptivo es el impacto.

3- Grado de regulación.

A mayor regulación más lento es el efecto de la digitalización.

4- Disponibilidad de recursos.

Cuanto más inversión en activos (CAPEX) requiere un sector menos disrupción y más lento será su impacto.

Sea cual sea la empresa, el reto al que se enfrenta es el mismo: decidir, a partir de valores y características, donde nos encontramos, que mantenemos, que añadimos y que eliminamos.

Hay que saber en qué momento se cruza el coste por unidad de fabricación y distribución y los ingresos por unidad entregada; el éxito es la capacidad de imaginar el futuro, paso a paso y que aliados se necesitan que compartan esta visión, para lo cual debemos distinguir entre los niveles Macro y Micro:

Micro: se encuentran los problemas operacionales, logísticos y regulatorios, para los cuales se emplean técnicas especificas; son problemas temporales.

Macro: se pone la vista en el futuro; hay que ser muy estratégico para identificar quienes son los grupos de interés que realmente entienden nuestra estrategia y objetivos a largo plazo para que las tensiones no desgarren la empresa.

En cuanto se tenga un “prototipo” hay que relacionarlos con los procesos del negocio principal y con otros productos complementarios.

El paso de un modelo jerárquico a otro de red supone que no todo se ha de supervisar desde arriba, aunque si bien es cierto, la empresa sigue siendo responsable ética y jurídicamente del uso de los datos. El gobierno de la empresa necesita de una arquitectura distribuida basada en plataformas para ganar agilidad.

La transformación de la parte tecnológica de nuestra empresa hay que vincularla a la estructura (desarrollo de nuevos productos) y a la estratégica (innovación de modelos de negocio).

Los responsables empresariales tienen la responsabilidad de cumplir las obligaciones fiduciarias de la empresa con sus accionistas, velar por el buen estado de la compañía a largo plazo y su impacto en los grupos de intereses.

Por mucho que la empresa maximice los beneficios a corto plazo, si no se preocupa por sus clientes, empleados, proveedores, dicho beneficios no duraran mucho tiempo.

El desarrollo a largo plazo de una empresa depende de una buena estrategia, del examen de la situación en su conjunto y la inclusión de otros grupos de intereses más allá de los accionistas (inversores, empleados), teniendo presente que toda transacción debe aportar valor a la empresa.

Vivimos tiempos

...