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Valores de la biodiversidad

evaldo814Trabajo25 de Octubre de 2012

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Biología

Valores de la biodiversidad

La conservación de la biodiversidad es la condición máxima de sostenibilidad del sistema global de funcionamiento de la Tierra como ecosistema. Incluye aspectos tan trascendentales como el mantenimiento de la composición actual de los gases atmosféricos o la regulación de los ciclos de la biosfera, entre ellos el del agua o el del nitrógeno. Como ejemplo, un solo árbol de un bosque tropical devuelve a la atmósfera en sus cien o más años de vida 7,5 millones de litros de agua.

La Tierra en general y cada país en particular poseen tres tipos de bienes: materiales, culturales y biológicos. Tendemos a pensar que los dos primeros son los únicos que cuentan en nuestras vidas, pero la riqueza biológica tiene tanta importancia o más que aquéllos. No obstante, para que sea posible su conservación y disfrute es necesario que la población asuma las correspondientes actitudes y valores.

Los valores ecológicos

Los valores están presentes en todas las culturas, pero, dado que existen en una amplia gama o diversidad, no todas ellas enfatizan los mismos valores. Unas sociedades otorgan una mayor jerarquía a los valores económicos, otras a los estéticos, así como a los éticos, a los científicos, a los religiosos, a los utilitarios, etc. Siendo variable esta jerarquía a través del tiempo.

A partir de una mirada panorámica a nuestra historia regional, podemos afirmar que en las culturas indígenas el valor ecológico de los elementos de su entorno fue asumido con una de las más altas jerarquías en el comportamiento de sus miembros. A partir de su milenario contacto con el bosque, que les proporcionó una rica experiencia y profundos conocimientos, los Pueblos Indígenas amazónicos, construyeron una forma de actuación, tanto individual como colectiva, respetuosa de su entorno natural.

Es dicha experiencia la que les posibilitó apreciar, valorar, su entorno existencial; y así, de generación en generación, vía el ejemplo cotidiano, transmitieron a las nuevas generaciones este aprecio y respeto por el río, la cocha, la flora, la fauna, el suelo y cuanto componente descubrían en dicho entorno.

En resumen, no hemos aprendido a darle valor ecológico a nuestro bosque y todas sus riquezas. Dominados por el economicismo, en todas sus manifestaciones, nos hemos olvidado que entre los valores en los que debemos educar a las nuevas generaciones deben estar los valores ecológicos en primer orden. Cuando hablamos de educación en valores, obviamos a los ambientales o les damos una bajísima importancia. Venimos olvidando, también que somos hijos de la naturaleza y que si no frenamos la exacerbada artificialización, hacia la que nos dirigimos, seremos víctimas de nuestra propia destrucción.

Valores éticos

Se fundamentan en el derecho que tienen todos los seres vivos a existir. Inspirado por convicciones religiosas, filosóficas o culturales, el ser humano ha ido descubriendo el valor de la vida. Si bien la perspectiva occidental ha sido más antrópica y ha considerado las otras formas de vida, casi de forma exclusiva, como fuente de sustento, explotación o diversión, las culturas orientales han sido más respetuosas y han valorado la expresión de la vida a través de cualquiera de sus seres. Uno de sus fundadores, Buda, se cuestionaba si los seres humanos tienen derecho a matar o infringir daño a los animales.

Valores estéticos

Los seres vivos son una fuente permanente de belleza; tanto si los observamos separadamente como dentro de un paisaje, producen una impresión entre la contemplación y el asombro que ha cautivado a científicos, viajeros, excursionistas y a todo el mundo que se ha acercado a ellos. La observación de la naturaleza nos ha llevado a grabarla, filmarla o fotografiarla para poder observar desde las selvas remotas a los fondos abisales. Pero, sin necesidad de recurrir a entornos tan lejanos, la simple apreciación de nuestro alrededor puede, igualmente, cautivarlos e incluso el insecto más corriente observado con detalle puede llegar a sorprendernos. C. Levi-Strauss comentó en alguna ocasión que "cada especie es un tesoro irremplazable igual a los trabajos de arte que conservamos religiosamente en los museos".

Valores económicos directos

Proteger los ecosistemas, por muy importantes que estos sean, no significa, en ningún modo, el mantenimiento de santuarios de espaldas a las actividades humanas. Hubo un tiempo, influenciado por las teorías conservacionistas más ortodoxas, en las que se decretaba la existencia de espacios naturales que quedaban abiertos a los especialistas y vedados, no sólo a la población en general para su disfrute, sino incluso a los propios pueblos, que habían vivido durante siglos en ellos y de ellos. De esta manera se provocaba un sentimiento de hostilidad entre los habitantes más próximos que, en algunos casos, derivaba en actitudes de enfrentamiento contra los propios espacios (incendios, caza furtiva, introducción de ganado, etc.).

Afortunadamente, esta visión ha ido cambiando y hoy no se entiende la protección ambiental sin la participación de las poblaciones implicadas. Por lo general éstas han hecho, históricamente, un uso sostenido de los recursos ¬que puede y debe seguir haciéndose¬ como muestra, además, de que la gestión sostenible de los mismos es posible y viable. Uno de los ejemplos más relevantes lo ofrece el "movimiento seringueiro" en el Amazonas, constituido por trabajadores que extraen el caucho de los árboles de forma sostenible, demostrando así cómo se pueden extraer recursos respetando el medio, incluso en una de las zonas ecológicamente más importantes del planeta. Cuando las poblaciones viven integradas en sus entornos se convierten en su principales defensores, garantizando así la conservación de los mismos. Además de la explotación sostenida de los propios recursos, la biodiversidad ofrece también otras posibilidades de enorme interés para los seres humanos:

a. como fuente de medicinas

b. como fuente de alimentos

c. como reserva genética

PSICOLOGÍA

Realidad Humana

Todo ser humano vive su propio mundo real o realidad humana. Los componentes de la realidad humana:

a) mundo de la percepción: captamos lo que sucede a nuestro alrededor a través de los sentidos. Está conformado por hechos físicos. Es el percibir.

b) mundo somático: son todas las informaciones que nos brinda nuestro cuerpo: hambre, sed, frío, calor, fiebre, nauseas, sudor, deseo sexual. Está conformado por hechos fisiológicos. Es el mundo del sentir.

c) mundo psíquico-pensante: es totalmente aprendido. Está compuesto por: sensaciones, sentimientos, motivaciones, pensamiento, voluntad, proyecciones, recuerdos, metas. Está conformado por hechos psíquicos. Es el mundo del pensar.

El mundo perceptivo es totalmente objetivo y los mundos somático y psíquico-pensante son totalmente subjetivos, íntimos y personales.

Historia de Contemporánea

Aspecto político de la Venezuela democrática en la actualidad

Un reduccionismo inconveniente de analistas y algunos practicantes pretende retratar la política democrática venezolana sólo con la observación de la acción de los partidos hacia las elecciones parlamentarias de septiembre de este año. Al respecto, hay que decir que la acción política de la sociedad democrática nacional es mucho más que eso.

La acción de los medios de comunicación profesionales; la amplia y diversa protesta social y laboral; el inmenso y espontáneo movimiento estudiantil; la continua acción de los internautas adentro y afuera del país; la posición de diversas instituciones, como la Iglesia y las universidades autónomas; los múltiples y variados factores, sectores y personalidades que actúan cercanamente o dentro de la Mesa de la Unidad Nacional; etc., son también parte de la marcha de la nación a su relanzamiento.

El reduccionismo arriba anotado no tiene cabida. Venezuela enfrenta escenarios que van más allá de las probables elecciones y actúa de cara a todos ellos. El régimen enfrenta un proceso político volátil, pero que va definiendo crecientes niveles de rechazo y desprecio a la acción de su factótum hacia una dictadura comunista, de vocación desestabilizadora mundial.

La semana pasada enfrentó una crisis ministerial, que involucró a su vicepresidente (un general del ejército, el de más alta graduación de los alzados de hace 18 años) y otros ministros y esta semana ha podido contrabandear la presencia y actuación en tierra patria de un reconocido sátrapa cubano, metamorfoseado en experto eléctrico, lo cual significa que, al menos en el muy corto plazo ha podido superar la crisis de hace muy pocos días.

La presencia de Rodrigo Valdés, el represor alto funcionario castrista, en Venezuela, aún no genera reacciones de rechazo activo, pero se agrega a un conjunto de factores de malestar en el país. La economía vive un pésimo momento (bajas de la producción notables, en razón, ahora, del racionamiento eléctrico, que no se remedia), la popularidad presidencial llega a cotas hasta 15 puntos por debajo de su promedio histórico, el rechazo

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