DISCIPLINA POSITIVA PARA PROMOVER RELACIONES

DISCIPLINA POSITIVA PARA PROMOVER RELACIONES

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UNIVERSIDAD EVANGELICA NICARAGUENSE MARTIN LUTHER KING      

DISCIPLINA POSITIVA PARA PROMOVER RELACIONES

ANA CORINA RIVERO PALACIO

PRACTICAS DE FAMILIARIZACIÓN I

2018

INTRODUCCIÓN

Uno de los mayores problemas que enfrentan los educadores contemporáneos se sitúa sobre la modificación y reprogramación de aquellas conductas que interfieren en el establecimiento de relaciones sanas pues, suelen implementar entre sus métodos aquellos que funcionaron un par de siglos atrás y que  ya no se ajustan a los requerimientos de la población escolar actual.

Cuando un escolar presenta conductas disruptivas que interfieren con el proceso de enseñanza y aprendizaje es normal que suela hablar se reforzadores como respuesta a ese comportamiento. Es común que los docentes y padres de familia acudan a los castigos, regaños, gritos y en ocasiones maltrato para intentar cambiar en el menor aquello que no está ajustado a las normas. Sin embargo, existe una nueva propuesta que permite oxigenar esa visión, la disciplina positiva.

Desde esta línea se pretende implementar en los escolares de  séptimo grado de la Institución Educativa José Antonio Paez de la ciudad de Sincelejo, Sucre, los ejercicios propios de este enfoque a través del abordaje de los elementos asociados a la disciplina positiva como el respeto, la solución de conflictos,  la convivencia, la autoestima, la empatía y la responsabilidad. De manera que se logre mejorar el ambiente de aula en especial el establecimiento de relaciones

OBJETIVO GENERAL

Mejorar el ambiente de aula en el grado séptimo de la Institución Educativa José Antonio Paez la ciudad de Sincelejo, sucre mediante la aplicación de los métodos propios de la disciplina positiva que permita mejorar la convivencia y el establecimiento de relaciones.

OBJETIVOS ESPECIFICOS

1. Integrar a los docente, padres y escolares para  abordar la orientación sobre el nuevo enfoque de disciplina positiva
2. Diseñar y ejecutar estrategias  que permita buscar soluciones conjuntas a los conflictos, establecer relaciones sanas y remplazar los métodos punitivos
3. Incentivar la participación estudiantil en actividades extracurriculares que permitan desarrollar valores como el respeto, la responsabilidad, el liderazgo, la empatía y la autoestima.

REFERENTES TEORICOS

La disciplina Positiva es una metodología que tiene sus orígenes en los años 20 en las ideas de Adler, Psiquiatra infantil, junto con Dreikurs. Pero es a partir de los años 80, con Jane Nelsen, se sistematizó, experimentó y se ha comprobado hasta el momento actual, el beneficio de esta manera de educar.

Es un modelo educativo para entender el comportamiento de los niños y la forma de abordar su actitud para guiarles en su camino siempre de forma positiva, afectiva, pero firme y respetuosa tanto para el niño como para el adulto. Se basa en la comunicación, el amor, el entendimiento y la empatía para disfrutar de las relaciones familiares y da herramientas a los padres para entender el comportamiento de sus hijos (incluso cuando no es adecuado) y reconducirlo con respeto, sin luchas de poder y siempre positiva.

Según Nelsen (2007) para alcanzar el desarrollo integral de los escolares, promover en ellos actitudes positivas, habilidades para la vida y buscar soluciones a los conflictos de manera respetuosa es necesario entre otras cosas facilitar la autonomía y esto implica permitirles que asuman responsabilidades, que hagan cosas por ellos mismos, que tengan la libertad de elegir y equivocarse  para fortalecer su autoestima y desarrollar sus habilidades. Así mismo, se ha de incentivar la búsqueda conjunta a los conflictos que puedan ocurrir y llegar a acuerdos consensuados, de forma que los alumnos participen activamente en el proceso y se sientan parte importante del grupo, colaborando en la toma de decisiones y teniendo en cuenta sus opiniones.

El método de disciplina positiva no contempla gritos, amenazas ni castigos, a diferencia de la educación coercitiva, en la que el maestro representa una figura con cierta autoridad que se impone al alumno dentro de una relación jerárquica. Por el contrario, la disciplina positiva apuesta por una relación de igual a igual sin grados de jerarquía en la que el maestro no simboliza la autoridad, sino que acompaña y guía al niño en un proceso de aprendizaje mutuo basado en una relación respetuosa de la que se nutren tanto educador como educando. Es por esto que la disciplina positiva es incompatible con gritos, castigos y métodos punitivos de cualquier tipo, ya sean físicos (cachetes, golpes, azotes, palizas, etc.) o psicológicos (amenazas, gestos de hastío, humillaciones, menosprecios, ridiculizaciones, etc.).

Educar mediante disciplina positiva implica ser firmes y amables al mismo tiempo. Firmes para establecer unos límites y normas necesarios para una convivencia armoniosa, y amables para que esos límites y normas sean establecidos de una manera respetuosa. Inevitablemente, el niño no siempre cumple las normas, y para establecer límites y normas de manera que se cumplan eficazmente y corregir conductas inadecuadas del niño, la disciplina positiva cuenta con tres herramientas más consideradas que los gritos y los castigos: las consecuencias naturales, las consecuencias lógicas y la búsqueda de soluciones conjuntas (Nelsen, Lott y Glenn, 2008).

PROPUESTA DE INTERVENCIÓN

Se plantea una propuesta de intervención basada en la enseñanza de la disciplina positiva en distintas sesiones que se abordan cinco días de la semana desde  tres poblaciones.

Por un lado, se dedicarán varias sesiones a la gestión docente para orientarlos sobre la aplicación de los métodos de la disciplina positiva. Seguidamente, se trabajará con padres de familia mediante la escuela de padres programada mensualmente para establecer pautas de crianza. Y por último, se fijaran encuentros diarios con los escolares.

BENEFICIARIO

• DIRECTOS: 18 escolares de grado séptimo de la Institución Educativa José Antonio Paez, 4 docentes, 2 directivos y 17  padres de familia.
• INDICRECTOS: La comunidad en general.

CARACTERIZACIÓN DE LA POBLACIÓN

La institución educativa José Antonio Paez está ubicada al sur de la ciudad de Sincelejo, Sucre y maneja entre su población estudiantil alrededor de trecientos escolares los cuales pertenecen a los estratos uno y dos. Sin embargo, el grado séptimo está conformado por 18 escolares de los cuales 10 son niñas y 8 niños. Las edades en este grupo oscilan desde los 12 hasta los 15 años.

El ambiente familiar de estos estudiantes se caracteriza por tener dificultad en el manejo de pautas de crianza y el establecimiento de relaciones que poco promueve la solución asertiva de conflictos, la autoestima, la comunicación, el liderazgo, el respeto y la responsabilidad. Es por ello que suele ser común que se caractericen por tener al menos entre uno de sus integrantes alguien que consuma sustancias psicoactivas o pertenezcan a grupo delincuenciales.

Este grupo suele tener problemas en el seguimiento de normas dentro del entorno escolar, de ahí que no se respeten entre ellos mismo y dadas las diferencias terminan por crear conflictos internos que influencian el desarrollo de la autoestima, tanto así que quien en un inicio era participativo y con convicción de sí mismo,  dejó de hacer notar sus opiniones y de creer en sus capacidades, esto a causa de las burlas.  

El ambiente de aula se ha visto afectado y con ello los procesos de aprendizaje pues dada la carencia de buenas relaciones, respeto y cooperación, se limita la confianza en el alumnado y se cierran las posibilidades de sentirse a gusto en ese espacio; sobre todo en los docentes quienes declinan su interés y motivación por enseñar a causa de la poca receptividad de sus alumnos.

ACTIVIDADES DESARROLLADAS POR CADA OBJETIVO

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