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El Uso De Mapas Mentales Como Estrategia Para Un Aprendizaje Significativo De La Historia

xavier9115 de Febrero de 2012

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El uso de mapas mentales como estrategia para un aprendizaje significativo de la Historia

Lic. Ana Gabriela Piña Anguiano

MADEMS Historia

Facultad de Filosofía y Letras

Resumen

La ponencia que presento a continuación parte de mi reflexión sobre el quehacer docente de quienes nos dedicamos a la enseñanza de la Historia; ya sea a nivel básico o medio superior. En primer lugar describo cuál es la problemática a la que nos enfrentamos quienes enseñamos historia; en segundo lugar hablo de los mapas mentales como una estrategia de aprendizaje que puede ser útil para lograr en las y los alumn@s un aprendizaje significativo de la disciplina.

Palabras clave: Problemática, enseñanza de la historia, estrategias de aprendizaje, aprendizaje significativo, mapas mentales.

Abstract:

The communication that I present/display next part of my reflection on the educational task of those who we dedicated ourselves to the education of History; or at superior basic or average level, in the first place I describe which is the problematic one which we faced who we taught history, secondly I speak of the mental maps like a learning strategy that can be useful to obtain in and alumn@s a significant learning of the discipline.

Key words: Problematic, education of history, strategies of learning, significant learning, mental maps.

I. Problemática de la enseñanza de la historia: Panorama general

La historia “es un conocimiento vital, es decir, un conocimiento sin el cual no es posible la vida plenamente humana” 1 En este sentido, la enseñanza de la historia es parte fundamental de la formación integral de todo ser humano. “implica la formación de una manera de percibir ese conocimiento… implica la formación de una conciencia histórica, que produce en quien la percibe un conjunto de nociones sobre sí mismo y el mundo en que se desenvuelve, y condiciona en buena medida, su actuación social”2

Quienes nos dedicamos a la enseñanza de la Historia nos enfrentamos a una gran problemática; de manera general se considera el estudio de la historia como algo secundario, se desdeña y minimiza su importancia en la formación integral de l@s alumn@s, existe una apatía generalizada para su aprendizaje, much@s docentes no reconocen la importancia de su quehacer didáctico. Dicha problemática puede identificarse a partir de cinco factores primordiales:

1.- EXCESO DE CONTENIDOS EN LOS PLANES Y PROGRAMAS DE ESTUDIO

La enseñanza de la Historia en los niveles básico y medio superior presenta un exceso de contenidos, pues abarca periodos históricos muy grandes3, y de ellos incorpora mucha información; esto ocasiona que sea muy difícil para las y los docentes cubrir satisfactoriamente los programas en tiempo y forma. En muchos casos desarrollamos paso a paso y detalladamente las primeras unidades, al final del ciclo,-sea semestral o anual- cuando observamos que nos queda poco tiempo tratamos de abordar, “a medias”, los últimos contenidos, entonces pedimos a las y los alumn@s investiguen por su cuenta y elaboren un trabajo final de dichos temas y así tratamos de justificarnos argumentando que sí vimos todo el programa.

La consecuencia de dicha práctica es fatal, pues regularmente los contenidos finales de los programas versan sobre la historia contemporánea y son básicos para comprender nuestra situación actual, y al verlos de manera superflua no logramos que l@s estudiantes comprendan y relacionen dichos contenidos con el momento y contexto en que vivimos: con nuestra realidad.

2.- DESINTERÉS Y APATÍA DE LAS Y LOS ALUMNOS PARA APRENDER HISTORIA

Las y los docentes de historia más de una ves hemos escuchado de boca de las y los estudiantes frases como: ¿Oiga y eso para que me va a servir? – refiriéndose a algún tema de historia- ó ¿Qué caso tiene hablar de eso… si pasó hace mucho tiempo.?

Para much@s alumn@s, la historia es una materia más que se estudia en la escuela, pero que carece de sentido, para ell@s es: aburrida, pesada, ajena; sólo habla de ciertos héroes y villanos, de batallas, procesos económicos y política; deben aprenderse de memoria: datos, fechas y lugares; su referencia de un hecho histórico es el pasado remoto. En ocasiones les resulta increíble pensar que los acontecimientos de una hora antes o del día anterior pertenecen ya al pasado, son parte de la historia. Muchas veces no conciben que ell@s tienen su propia historia; que los acontecimientos comunes de la vida cotidiana van forjando la historia: a partir de la actuación humana en diversos niveles: familia, comunidad, región, nación y el ámbito internacional.

Este desinterés persiste en much@s alumn@s y es importante que las y los docentes tengamos presente que nuestra práctica debe ir enfocada a lograr que las y los alumn@s encuentren el sentido de aprender historia, que entiendan que gracias a la historia podemos comprender el actuar plenamente humano, es decir “actuar con plena conciencia de mí y de mi entorno, entender y asumir los procesos sociales y tomar posición consciente respecto a ellos… que gracias al “conocimiento del pasado entiendo el presente y me ubico en el”4 , si logramos que las y los alumn@s reflexionen esto habremos dado sentido al aprendizaje de la historia, forjando en las y los alumn@s una conciencia sobre la misma.

3.- PRÁCTICA DOCENTE TRADICIONAL

Much@s maestr@s seguimos reproduciendo en el aula prácticas de enseñanza tradicionales; Al respecto la Dra. Andrea Sánchez Quintanar comenta: “La concepción educativa tradicional, formulada por Durkheim5 y difundida después por tantos pedagogos ilustres coincide mucho más con la propuesta enajenante, en la medida en que concibe a la educación como una forma de dotación o donación que el educador hace a los educandos, de los elementos para adaptarse a una sociedad” 6

En esta se concibe que el objetivo de la educación es únicamente la transmisión de conocimientos curriculares, desde esta perspectiva la o el docente desempeña el rol de transmisor del conocimiento y la o el alumn@ es un receptor pasivo del mismo, “que lo recibe y deposita en su mente y su persona”7

La o el docente cumple su función únicamente como expositor de la clase frente al grupo y las y los alumn@s se limitan a escribir lo dicho por la o el docente, en este tipo de prácticas se privilegia la memorización y repetición de conceptos, ideas y datos, sin propiciar el análisis, comprensión, reflexión, manejo y apropiación de los conocimientos por parte de l@s estudiantes.

En los últimos años se ha desatado una gran polémica8 sobre la importancia de enseñar o no la historia en los distintos niveles educativos, qué contenidos han de tomarse en cuenta y que estrategias psicopedagógicas se han de emplear en el aula para lograr un aprendizaje significativo en l@s alumn@s; Es importante reconocer que much@s maestr@s , preocupad@s y comprometid@s con su quehacer docente se han interesado en actualizar sus conocimientos disciplinares, en aprender estrategias psicopedagógicas que permitan el logro de aprendizajes significativos. Quien enseña Historia tiene un compromiso, como menciona la Dra. Sánchez Quintanar: “por eso el compromiso de enseñar historia implica una responsabilidad una conciencia y un conjunto de acciones mucho mayor de lo que ingenuamente se le atribuye”9

4.- FALTA DE RECURSOS DIDÁCTICOS Y PEDAGÓGICOS ADECUADOS PARA LA ENSEÑANZA DE LA HISTORIA

Durante décadas, la enseñanza de la historia ha consistido en hacer que las y los alumn@s memoricen diversos hechos que suele olvidar después del examen, esto refuerza la idea de que la historia es aburrida e intrascendente10

“El maestr@ sabe mucho, pero no sabe enseñar” esta frase revela por sí misma una serie de carencias didáctico-pedagógicas que presentamos much@s docentes, no sólo del área de historia, sino de cualquier materia que se imparta en el aula.

Tal vez nos falta adquirir conciencia de nuestro quehacer docente, en muchos casos no tenemos claro que alcances y repercusiones tendrá lo que se aprende (o no) en el aula en la formación integral de las y los alumn@s, en el desarrollo de su vida personal, profesional, a nivel familiar y social.

Para much@s docentes el libro de texto se convierte en su principal herramienta de trabajo, toda la enseñanza de la historia la circunscriben a lo que dice el libro, en el mejor de los casos utilizan el cuaderno de trabajo que acompaña al libro de texto en donde se pueden resolver diversos ejercicios, pero no investigan otras fuentes, no elaboran material didáctico que sirva de apoyo, sus actividades de aprendizaje se limitan a la exposición de la clase, dictado de los temas y resúmenes por parte de l@s alumn@s, además de ilustraciones de monografía y biografías compradas en la papelería.

En el plano de las relaciones humanas hay una barrera en el trato alumn@-profesor(a), el clima socio afectivo que se crea en el aula y que da origen al currículum oculto11, es nebuloso, se ve al o la docente como el que todo lo sabe y al alumno o alumna como el que tiene que aprender dicha sabiduría.

En este sentido es importante que las y los docentes tratemos en la medida de nuestras posibilidades de actualizarnos, participando en los programas de formación y actualización docente, que instituciones como la SEP, la UNAM u otras instituciones

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