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HEINZ HARTMANN 1894-1970

kro011190Biografía2 de Octubre de 2012

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HEINZ HARTMANN

1894-1970

Heinz Hartmann nació en Viena y fue educado en un ambiente intelectual sin confesión ni pertenencia religiosa, fenómeno raro para la época. Provenía de la gran burguesía vienesa, elitista y refinada. Su padre había sido profesor de historia antes de ser nombrado embajador en Berlín, y su abuelo materno era el famoso ginecólogo Rudolf Chrobak (1843-1910), quien había puesto a Sigmund Freud en la pista de la etiología sexual de la histeria.

En su juventud, Hartmann había sido atendido por Josef Breuer. De modo que tenía vínculos con la familia Freudiana. Después de haber sido alumno de Julius Wagner-Jauregg, viajó a Berlín, donde se familiarizó con el pensamiento de Max Weber (1864-1920) y de Kurt Lewin (1890-1947).

Paralelamente realizó un primer análisis didáctico con Sandor Rado en el marco del prestigioso Instituto Psicoanalítico de Berlín (BPI). De vuelta en Viena, se integró en 1925 a la Wiener Psychoanalytische Vereinigung (WPB), y después emprendió un segundo análisis con Sigmund

Freud, quien lo consideraba uno de sus mejores alumnos de lo que se ha convenido en llamar la segunda generación. A partir de 1932 fue uno de los directores del Interantionale Zeitschrift.für Psychoanalyse; en 1937 emprendió la revisión de la segunda tópica Freudiana, lo que lo llevaría a la Psicología del yo.

De paso por París en 1938, se vio mezclado sin quererlo en los conflictos de la Sociedad Psicoanalítica de Paris (SPP) a propósito de la elección de Jacques Lacan como miembro titular. En efecto, Rudolph Loewenstein le rehusaba este título a Lacan, e intervino Édouard Pichon intercambiando la designación de Hartmann por la del maestro francés. Más tarde Hartmann se opuso con firmeza a Lacan en las dos escisiones del movimiento psicoanalítico en Francia. En cuanto a Lacan, no vaciló en tratar a la psicología del yo de "cáncer constituido por las coartadas recurrentes del psicologismo", y en calificar al psicoanálisis norteamericano, encarnado a sus ojos por los trabajos de Hartmann, de psicología descarriada al servicio de la libre empresa. Por otra parte, Freud no había sido más indulgente al reprocharles a los norteamericanos, que hubieran hecho de su doctrina "la criada para todo servicio de la psiquiatría". Obligado a huir de Francia en 1939, Hartmann se refugió en Suiza, en la casa de Raymond de Saussure, donde se reunió con Loewenstein. Los dos emigraron a los Estados Unidos en 1941, y en Nueva York Hartmann comenzó una segunda vida de jefe de escuela, convirtiéndose en el principal representante de la ortodoxia Freudiana, junto a Anna Freud. Con ella y Ernest Kris creó en 1945 la revista Psychoanalytic Study of the Child, órgano representativo del Annafreudismo en el dominio del psicoanálisis de niños. René Spitz publicó allí numerosos textos. Director del Instituto de Nueva York entre 1948 y 1951, presidente de la Sociedad Psicoanalítica de Nueva York (NYPS) entre 1952 y 1954, presidente de la Asociación Psicoanalítica Internacional (IPA) entre 1953 y 1959, murió colmado de honores, no sin haber sido violentamente criticado en el interior mismo de la internacional Freudiana, sobre todo por Heinz Kohut, en razón de la imagen desastrosa que daba del psicoanálisis a través de su teoría del yo, de su ortodoxia y de su apología de las curas clásicas, cronometradas, silenciosas, y fuera de precio.

Psiquiatra y psicoanalista norteamericano; fundador de la corriente de la Psicología del Yo y gran figura de la escuela neoyorquina de psicoanálisis, nos introduce al concepto de “adaptación” que define como “la relación recíproca del organismo con su medio típicamente esperado”, concepto que considera central para el psicoanálisis”. En 1948 sostiene “una teoría de la adaptación” que significa también una teoría de las relaciones de objeto y de las relaciones sociales.

Nos ofrece el proceso de desarrollo como un fenómeno que se inaugura desde el mismo momento del nacimiento. El infante se encuentra equipado con un potencial innato y que seguirá un proceso exitoso o claudicará en esa tarea.

Dentro de las complejidades del proceso de maduración el yo se irá construyendo a través de una experiencia que debe resultar muy dolorosa para el infante “tres conjuntos de factores: características del yo heredadas, (y sus interacciones), influencias de los impulsos instintivos e influencias de la realidad exterior. En relación al desarrollo de las características autónomas del yo, suponemos que tiene lugar como resultado de la experiencia (aprendizaje) pero también, en parte a partir de la maduración, concepto paralelo al planteo sobre la maduración en el desarrollo de las pulsiones sexuales”

De esa manera, la adaptación es un proceso constante sujeto a continuidades y discontinuidades que dura toda la vida. El yo es el agente de llevarlo a cabo en sus distintas interacciones y contextos a través del recorrido que el ser humano realiza durante el ciclo vital. Debe quedar claro que el proceso de adaptación también nos lleva a pensar en los procesos de desadaptación que conjeturamos cuando pensamos en la idea de “fragilidad del yo” que se manifiesta en los trastornos de la personalidad, o en la fragmentación del yo, en las psicosis.

LA PSICOLOGÍA DEL YO

La Psicología del Yo surge en los años 30 pero su mayor auge ocurrió en los 60 en E.U, como crítica al psicoanálisis al hacer una división de escuelas (Yo/Ello) fue influenciada por Trevel y las corrientes positivistas; se centra en el Yo al que se ve como una estructura relacionada con las otras instancias, presente desde la infancia y con posibilidades de desarrollarse posterior; la persona se adapta cuando armoniza sus necesidades pulsionales con la realidad, en este proceso puede adecuarse al ambiente, modificarlo o buscar el ambiente mas adecuado para sí.

Heinz Hartmann 1958. A través de su estudio de funciones del yo y de cómo un individuo se adapta a su entorno, creó tanto una psicología general como un instrumento clínico con la cual un analista podía evaluar el funcionamiento de un individuo y formular intervenciones terapéuticas. Mitchell and Black (1995) escriben que "Hartmann afectó de forma poderosa el curso del psicoanálisis, abriendo una investigación crucial de procesos clave y las vicisitudes del desarrollo normal”. Las contribuciones de Hartmann ampliaron el foco de los intereses psicoanalíticos, desde la psicopatología al desarrollo humano general, de un tratamiento aislado y auto-contenido, a una impresionante disciplina intelectual entre otras disciplinas.

Heinz Hartmann sugirió que el "yo" es una fuerza autónoma importante. Su energía no se deriva por necesidad del "ello" (como pensaba Freud), sino que el "yo" y el "ello" se originan en predisposiciones heredadas que siguen cursos de desarrollo independientes. Por tanto, la función del "yo" no están limitadas a la evitación del dolor y al servicio dela gratificación instintiva. Hartmann atendió de modo considerable a las funciones sintetizadoras e integradoras del yo. Describió sus procesos de percepción, atención, memoria y pensamiento racional y acción, mostrando un creciente interés en la explicación de la conducta normal. Sugirió también que ciertas esferas de actividad del yo pueden estar "libres de conflicto", es decir, el "yo" no está en conflicto perpetuo con el "ello", el mundo externo y el "súper yo" pueden volverse cada vez más distintas de las maniobras instintivas y defensivas originales.

Para poder explicar esta teoría es necesario partir desde la propuesta, que el yo no sé forma a partir del ello sino que ambas estructuras comienzan desde una matriz común, se encuentran en la llamada fase indiferenciada.

En esta fase es difícil discriminar que funciones están a cargo de cada instancia, dentro de esta se producirá la maduración de los aparatos que estarán más adelante bajo el control del yo como el pensamiento, la motricidad, la percepción.

Hartmann propone así que el ser humano desde el nacimiento en un primer momento no es totalmente instintos es decir no es totalmente ello sino que cuenta dentro de esta fase indiferenciada la existencia de aparatos con los cuales será capaz de lograr la adaptación, estos son considerados independientes al conflicto, es decir que desde el nacimiento se cuenta con lo que denomina aparatos de autonomía primaria.

Los aparatos de autonomía primaria son constitutivos para el yo, estos vendrán a ejercer las funciones que más tarde estarán a cargo de las funciones del yo conformado como instancia Estos entran en el desarrollo del yo como factores madurativos y la función de estos aparatos pasara a ser constitutivo del yo.

Estos aparatos considerados innatos se encuentran dentro del área libre de conflicto. Estas funciones tales como incluyen la percepción, el lenguaje, la psicomotricidad y reflejos como el de succión por ejemplo estos se encontraran dentro del desarrollo autónomo del Yo. Estrictamente hablando no hay yo alguno antes de la diferenciación de yo y ello pero tampoco hay ello puesto que ambos son productos de la diferenciación.

Para Hartmann, entonces, el desarrollo del yo incluye tres factores a tomar en cuenta uno de ellos serian las características constitucionales, las influencias de los impulsos instintivos e influencias de la realidad exterior La madre será entonces quien prepare este nuevo ambiente suministrando y dando atención, cuidados, alimento y amparo.

En estas primeras fases del desarrollo el adulto provee de

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