ASPECTOS PSICOSOCIALES Y EVOLUTIVAS EN LA HOSPITALIZACIÓN INFANTIL

ASPECTOS PSICOSOCIALES Y EVOLUTIVAS EN LA HOSPITALIZACIÓN INFANTIL

Introducción

El texto está encaminado hacia la concepción del hospital como aquella institución que presta servicios sanitarios especializados; y el sentir de los pacientes cuando se encuentran en una situación que requiere una hospitalización ya que necesitan de los servicios de salud, no sólo en adultos sino primordialmente en la población infantil. El ingreso de un paciente al hospital, plantea una serie de complejas circunstancias psicológicas y sociales derivadas de que el enfermo es mucho más que un cuerpo alterado.

Parafraseando a López Naranjo, el objetivo fundamental del texto se centra en las características objetivas de la hospitalización infantil y el estudio de algunas de las particularidades evolutivas y psicológicas de dicho proceso. En general, si bien la enfermedad como tal es una circunstancia particularmente estresante, ahora más, las consecuencias psicológicas podrían incluir el desarrollo de alteraciones emocionales y afectivas, por lo que aparecerán manifestaciones como: ira, miedo desesperación, angustia, entre otras.

Alrededor del texto, se abordan tres pilares fundamentales, los cuales son tratados según la manera en la que los individuos, se adaptan a diferentes situaciones, incluso a sucesos de gravedad, mientras que otros son incapaces de acomodarse a estas circunstancias, estos pilares están sujetos primeramente a las características de la situación específica, las del individuo y las de la interacción que se desarrolla en el entorno particular.

Finalmente la importancia del texto radica en cuales son los factores psicosociales más genéricos de la experiencia de ingreso hospitalario, y la manera en como algunas cuestiones sobre la percepción, la interpretación y la experimentación de la enfermedad en la infancia interviene de forma central en los efectos fundamentales y el impacto psicológico habitual de la hospitalización en niños.

Desarrollo

Primeramente se debe entender que la medicina, no puede considerarse una sabiduría exacta ya que no existe aún un método escrito donde se especifique que un mismo tratamiento puede beneficiar o perjudicar a individuos con las mismas características, por el contrario todavía hay mucha incertidumbre y es considerada más que todo como un arte, además de una ciencia.

Es por esto, que el estar hospitalizado genera tanta incertidumbre además de otros síntomas, que generan manifestaciones como la depresión. Si bien, la enfermedad, entendida como una circunstancia particularmente estresante, podría al mismo tiempo generar unas consecuencias psicológicas donde estaría incluido el desarrollo de alteraciones emocionales y afectivas.

Ahora bien, parafraseando a Campo, Molinillo y Escallón (1997), existen tres tipologías de reacciones a la enfermedad que se dan comúnmente: 1. Sensación de amenaza ante la patología diagnosticada, 2. Toma de conciencia de la dolencia como pérdida real o simbólica, 3. Beneficios obtenidos si se produce la situación de ajuste. Estas secuencias de acciones las puede desarrollar un adulto por el nivel de gravedad de la enfermedad, o por el nivel de falta de comprensión de lo que está aconteciendo.

De esta manera, y en contraposición a lo anterior, en la infancia el proceso del ingreso hospitalario es algo más complicado, ya que no es el paciente infantil el que directamente demanda asistencia sanitaria, sino su familia. El niño no acude al hospital

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