ABRAM KARDINER – LA TÉCNICA DEL ANÁLISIS PSICODINÁMICO

ABRAM KARDINER – LA TÉCNICA DEL ANÁLISIS PSICODINÁMICO

Abram Kardiner durante este trabajo, despertó su interés en las interrelaciones entre personalidad y cultura, particularmente sobre los efectos de los sistemas proyectivos concretos sobre el desarrollo y perpetuación de las instituciones culturales particulares. Enfatizó la importancia de la adaptación personal sobre los instintos, como una base desde la cual acercarse a la psicodinámica.

Postuló la existencia de una estructura de la personalidad básica, cuyo concepto se refiere a las herramientas normales de adaptación que una sociedad extiende a sus miembros, o bien a las habilidades psicológicas adaptativas compartidas por todos o la mayoría de los miembros de la sociedad. Estas, se encuentran en todos los miembros de la sociedad y son específicas de la cultura.

Para la técnica del análisis psicodinámico fue necesario tener una unidad cultural para describir las variadas prácticas y costumbres, llamándolas así instituciones, que fueron tratadas como el vehículo a través del cual las influencias específicas influían en el individuo en desarrollo. Divide los aspectos culturales e institucionales en dos categorías: las instituciones primarias y las secundarias.

Las primeras se refieren a la estructura de la personalidad básica, y están relacionadas con la formación de la personalidad en los niños, con aspectos tales como la organización de la familia, la alimentación, el destete, el entrenamiento sexual, las pautas de subsistencia, etc. El segundo grupo, el de instituciones secundarias, comprende lo que él llamaba “sistemas proyectivos”, que son aspectos tales como la religión, los mitos, los tabúes, el folclore, los rituales, etc.

El concepto de la estructura de la personalidad básica se convirtió en un utensilio operacional poderoso, a través de la cual adquirimos una manera precisa de alienar las interrelaciones de varias practicas sociales a través de su compatibilidad o incompatibilidad con ciertas necesidades e instintos.

Según Kardiner, los “sistemas proyectivos” o las instituciones secundarias, se relacionan con las instituciones primarias de la siguiente manera: entre ambas se encuentra presente la estructura de la personalidad básica, que se forja y es modelada en base a las experiencias propias de la niñez que dan lugar a una estructura de la personalidad común que es compartida por la mayoría de los miembros de una sociedad.

Esta estructura moldea a su vez el contenido de las instituciones secundarias, que son vistas como productos de fantasías colectivas, o proyecciones grupales de deseos necesidades y conflictos compartidos por el conjunto de individuos de un grupo.

Más adelante se considero que este esquema era muy simple e incompleto, siendo dos grandes dificultades que presentaba. La primera, el uso del concepto original, definido anteriormente, de institución. Las instituciones significan lo que la gente hace, piensa, cree o siente, cuyo lugar está dentro de la personalidad humana y su función es adaptativa. La segunda dificultad surgió de las instituciones secundarias, ya que muchas instituciones no podrían ser clasificadas como primarias o secundarias.

El punto importante de esta clasificación de las instituciones en primarias y secundarias es que está vinculado con el concepto de la estructura de la personalidad básica. Significa que las instituciones no pueden ser comparadas unas con otras o establecer relaciones entre sí directamente. Esta relación es mediada por la personalidad.

Los sistemas integracionales claves, que influencien la formación de la personalidad, están destinados a ser incompleta. Estos sistemas que, aunque se originan en la experiencia actual, esos se convierten en la base inconsciente para los sistemas proyectivos. El sistema proyectivo entero tiende a ejercer una influencia polarizada sobre todos los sistemas de la realidad enseñados que se presentan al individuo; están forzados a ser inconsistencias y excepciones.

Los sistemas de realidad enseñados por inducción directa que no están relacionados con ningún instinto presentan una ansiedad que se aferra al individuo durante toda su vida, claro que para esto debe ser reforzado por tensiones interpersonales fuertes; pero en la niñez la creencia se convierte en parte del sistema de realidad y la ansiedad se controla con las defensas y precauciones apropiadas que institucionalizan las creencias. Para entenderlo mejor vemos que a los pomos y los navajos se les enseña desde pequeños a enterrar los excrementos, a no ser que se usen como cebos.

Los sistemas de tabú pueden diferenciase en su origen, en la mayoría de casos son enseñados como una parte del sistema de realidad externa, muchas tabúes tienden a persistir a pesar del hecho a pesar del hecho de que no se puede establecer ninguna relación precisa con la estructura de la personalidad básica.

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