Ambición Femenina
AnaMN1322 de Septiembre de 2014
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La ambición femenina
Cómo reconciliar trabajo y familia
Nuria Chinchilla – Consuelo León
Durante siglos, las mujeres hemos luchado por ganarnos un espacio dentro de la sociedad, que, hasta ahora, era dominada por los hombres. El rol de esposa y madre, ya no era suficiente, comenzó el desarrollo de la ambición femenina, un factor que influyó fuertemente en la consecución de metas femeninas que ahora forman parte de la historia. La mujer tenía sed de justicia, deseaba ser escuchada y demostrar que, además de ser madre y esposa, podía ser ejecutiva, empresaria y ¿por qué no?, presidente.
Finalmente, después de muchos años de lucha, nos encontramos en la era de la mujer, su presencia es cada vez más necesaria, sus habilidades y derechos están siendo reconocidos, ocupan puestos importantes y se les ha dado la oportunidad de demostrar su carácter, defender su opinión y hacer escuchar su voz. Sin embargo, aunque ahora ocupe un puesto ejecutivo, la mujer nunca ha dejado de ser madre y esposa. Si bien, este nuevo papel la llena de orgullo y satisfacción, también se ha convertido en su principal fuente de estrés, pues diariamente se enfrenta a una abrumadora terna, trabajo, esposo y familia.
Lamentablemente, por miedo a enfrentarse a esta realidad, muchas mujeres, especialmente las más jóvenes, se están negando la oportunidad de vivir una de las experiencias femeninas más gratificantes, la maternidad. Rechazan el compromiso y toda su vida gira en torno a su nuevo papel como profesional. Por el contrario, también están aquellas que siguen luchando por vivir la auténtica ambición femenina, buscando un equilibrio entre la vida laboral, personal y familiar.
Sin duda alguna, el triple rol que juega dentro el gran escenario de su vida y frente la exigente audiencia que es la sociedad, no resulta nada fácil. Corren el peligro de combinar los tres ámbitos, pero no de la mejor manera, dándole más importancia a uno y descuidando otros. Sin embargo, aunque esta rutina pueda causarles estrés, angustia o frustración, siguen en la lucha por encontrar el equilibrio perfecto en su vida y continuar viviéndola plenamente.
Este es el nuevo reto de la mujer moderna, pero más que un reto, para ella es otra de sus metas. Para muchos, principalmente los hombres, este nueva meta, es algo imposible de lograr y se comienzan a escuchar comentarios como ¨pobre mujer, debería quedarse en casa, dejar su trabajo y dedicarse a lo que verdaderamente importa, la familia¨. Y es esto precisamente lo se que quiere evitar, sentimientos de lástima y volver a ser vista como el sexo débil. La verdadera preocupación de la mujer, no es la abrumadora rutina, es sentir el apoyo de su jefe, su esposo, compañeros de trabajo, etc. en la lucha por diseñar su vida laboral, personal y familiar. Necesita que sigan confiando en ella y su capacidad para ser un agente de cambio en la sociedad; ansía continuar siendo el poderoso ente empresarial y ejecutivo en el que se ha convertido y poder decir ¨soy esposa y madre¨. Simplemente desea ser exitosa en todos lo ámbitos de su vida y seguir destacando la fuerza de su feminidad.
Comentario
Sin duda alguna, hemos llegado lejos. La inclusión femenina en el campo laboral ya no es un sueño, es una poderosa realidad. En la actualidad, ser empresaria, madre y esposa es la base de la existencia de la mujer y aunque, continuamente se vea afectada por el estrés de la rutina, la ambición femenina, no la deja caer. No siempre será fácil mantener el equilibrio, por lo tanto, que el le jefe conceda un horario más flexible, que el esposo ayude en los quehaceres del hogar, la óptima organización de su tiempo, establecer horarios, llevar una agenda, etc. le permitirá descargar las preocupaciones y conseguirá la verdadera realización profesional y familiar. Lograr la conciliación entre trabajo y familia,
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