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Análisis De Un Grupo

galeven14 de Enero de 2012

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INFORME

En el presente informe, vamos a realizar el análisis de un grupo. El grupo es un jurado, que tras el juicio de un presunto delito de homicidio en primer grado con premeditación, debe llegar a un veredicto unánime. Para ello se reúnen en una sala de un juzgado. Para el análisis hemos observado al grupo sólo durante esta reunión final, y para una mayor funcionalidad hemos organizado los aspectos de la observación y análisis en los siguientes apartados:

1. Entorno físico.

2. Entorno personal.

3. Normas y desviación.

4. Roles.

5. Poder y liderazgo.

6. Rendimiento grupal.

7. Influencia de la mayoría e influencia de la minoría.

Tras el análisis, hemos incluido un apartado para orientaciones de mejora, en el que incluimos indicaciones que podrían hacer que este grupo fuese más eficaz y mejorase su rendimiento.

ENTORNO FÍSICO

Al hablar de entorno físico en un grupo debemos fijarnos en varios aspectos: en las características o circunstancias ambientales que se dan, en cómo se configura el espacio, el territorio y cuál es el diseño espacial que se nos presenta.

Un aspecto muy importante a destacar dentro de las circunstancias ambientales de la sala en la que se desarrolla la discusión del grupo que estamos analizando es la presencia de una temperatura muy elevada. Las personas están limpiando continuamente el sudor y comentan que el calor es insoportable en numerosas ocasiones. Estas características ambientales adversas empeoran el funcionamiento y rendimiento del grupo, dado que incrementan la irritabilidad y la tendencia a comportarse de forma hostil o agresiva por parte de los individuos. Suele ocurrir que cuando presenciamos estas situaciones negativas atribuyamos la causa, al menos en parte, a la presencia de esas otras personas que forman el grupo. Si la tarea grupal ya de por sí establece diferencias entre los individuos y crea conflicto, la interacción se torna más áspera. Cuando la gente llega a la sala y siente tanto calor, inmediatamente abren las ventanas de las que dispone la sala para airear el ambiente. La sala dispone de un ventilador pero parece no funcionar, lo que crispa los ánimos. Tiempo más tarde comienza a llover y al enfriarse el ambiente la gente parece relajarse. Oscurece, las luces de la sala se encienden y el ventilador, que parecía estropeado, comienza a funcionar.

Se ve también que algunos sujetos fuman y el humo va llenando la sala, lo que puede influir negativamente en la comodidad de las personas que se encuentran acatarradas y de las personas más mayores.

En cuanto a la sala, su tamaño es pequeño y apenas coge más que la mesa donde se sientan las 12 personas. Si a esto sumamos el efecto del calor, podemos imaginarnos un espacio algo agobiante, en el que la gente no se siente cómoda. Continuamente los distintos miembros se levantan del lugar en el que están sentados por orden numérico cuando quieren expresar sus opiniones y pasean por la sala en búsqueda de aliviar su calor. No pueden salir de la sala puesto que está cerrada con llave. Sólo disponen de un baño contiguo a la sala al que se dirigen cuando hacen un pequeño descanso. Este baño es grande y allí pueden limpiar su sudor con agua y refrescarse, sintiéndose después más cómodos. Puede observarse que la sala y el baño constituyen dos lugares completamente diferenciados en cuanto a las características espaciales y a las interacciones que en los mismos se llevan a cabo. Mientras que los diálogos en la sala se caracterizan en múltiples ocasiones por la crítica despiadada y las formas agresivas, éstos dan paso en el baño a manifestaciones más tranquilas y respetuosas cuando los individuos hablan entre sí. Incluso personas que en la sala no parecían mostrar ninguna complicidad, en el baño intentan mostrar sus puntos de vista de una forma más cortés y educada y sin someter al contrario a tanta presión como cuando están todos los miembros en la sala. Se busca un contacto más personal.

La sala cuenta con un reloj, que actúa como medida de presión para terminar la tarea. En varias ocasiones, los sujetos lo miran y establecen normas basadas en el horario.

Dadas las pequeñas dimensiones de la sala, el espacio personal o área “privada” de cada miembro no es muy grande. Quizás por eso, además de por el calor, los sujetos suelen levantarse con asiduidad para hablar o para rebatir a sus compañeros. Probablemente así se sienten más protegidos o menos influenciados negativamente por la proximidad tan grande de los demás. Se utiliza, pues, el espacio interpersonal para delimitar la interacción con los otros. La distancia, que en un principio es más de tipo social (aquella que se establece en relaciones sociales ), se torna más personal en ciertas circunstancias, como cuando se encuentran en el baño o cuando charlan en el descanso en parejas sobre sus trabajos… La distancia física se utiliza para marcar las diferencias de opinión. En este punto resulta muy gráfica la situación en que un individuo muy clasista, el sujeto número 10, comienza a hablar y los compañeros se van retirando de sus respectivos asientos para mostrarle su rechazo. Como no hay espacio suficiente para marcar la suficiente distancia física, ésta se manifiesta con gestos, apartándole la mirada y dándole la espalda. Cuando él adopta las opiniones grupales por primera vez se sienta en una silla aparte del grupo, aceptando el nuevo status de miembro marginal.

El espacio grupal del que disponen es esa sala cerrada, que cumple funciones de identificación y protección.

Al hablar del territorio y fijándonos en la clasificación de Altman, quizás podríamos pensar que el asiento que cada miembro ocupa según un orden preestablecido es un ejemplo de territorio secundario, sobre el que se ejerce un grado de control secundario y temporal, pero recurrente. Es posible observar cómo en una ocasión uno de los miembros recrimina a un compañero el estar sentado en su lugar (concretamente el sujeto número 4 al inicio de la sesión).

Para terminar debemos hablar de la disposición espacial de los miembros del grupo. La disposición de la mesa, que es rectangular, constituye un diseño sociópeto, que permite el efecto cabecera y la interacción cara a cara. El efecto cabecera consiste en una participación más activa y más directiva por parte de los que están en las cabeceras de la mesa. Una de ellas está ocupada por el líder formal y laissez-faire. Las expectativas sociales nos dicen que la cabecera siempre se reserva al líder. Todos los sujetos del grupo asumen que el sujeto 1 se va a sentar allí y así lo hace. Cuando ya no es un líder, el efecto cabecera desaparece. Cuando las mesas son rectangulares y los individuos se pueden mirar a la cara, se fomenta la interacción, siendo esta disposición muy adecuada para grupos que deban llevar a cabo alguna tarea en común. De hecho, los sujetos que están cara a cara mantienen más interacciones entre sí.

ENTORNO PERSONAL

En primer lugar, vamos a clasificar el grupo (en este caso un jurado) al cual vamos a analizar: es un grupo pequeño (doce miembros), temporal (porque se ha hecho con un fin específico y, por lo tanto tiene una duración definida), artificial, secundario y formal.

Una de las primeras características que hay que analizar es el tamaño del grupo, que se mide contando el número de personas. En este caso, lo consideramos un grupo pequeño porque tiene menos de veinte miembros (doce, en realidad). Esto implica varias consecuencias:

- Las participaciones son de mayor calidad y dirigidas a miembros concretos del grupo no al grupo en su conjunto.

- Hay una mayor probabilidad de liderazgo consensuado, en este caso, aunque a sus comienzos ya tienen un líder impuesto, poco a poco y debido a las deficiencias que presenta su primer líder, todos van reconociendo a un segundo líder que es el miembro del jurado nº 8.

- Existe una mayor probabilidad de consenso. Aquí comprobamos que, en relativamente poco tiempo, alcanzan un consenso final de inocente a pesar de sus diferencias iniciales.

- Hay una menor probabilidad de conformidad. En el caso que estamos analizando, y debido a diferencias en las personalidad de cada miembro del jurado, en algunos casos se cumple y en otros no. Por ejemplo, el caso prototípico de no conformidad se ve en el miembro del jurado nº 8 que, a pesar de que en la primera votación todos votan culpable, el vota inocente porque tiene dudas sobre algunos aspectos. Pero también hay casos muy claros de conformidad, por ejemplo: el nº 7, que no tiene ninguna opinión formada al respecto y simplemente se va cambiando al grupo más numeroso en ese momento con la esperanza de acelerar el proceso y acabar lo más rápido posible.

- Existe también menor probabilidad de conflicto. Esta característica, una vez más, no se cumple, debido a los factores ambientales (hace mucho calor, están encerrados en un espacio reducido...) y a las características personales de los miembros de este grupo ya que hay algún miembro del jurado claramente dominante, autoritario, brusco, grosero, ejemplos claros son el nº 3 y, en menor medida, el nº 10.

- Se produce una mayor satisfacción.

Ahora vamos a centrarnos en las características biográficas o demográficas de los miembros del grupo: Primero analizaremos como influye la variable edad: Casi todos los miembros del jurado

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