Aplicaciones conductuales en el ambito hospitalario

APLICACIONES ACTUALES EN EL ÁMBITO HOSPITALARIO

La Medicina Conductual en el ámbito hospitalario se conforma por un equipo interdisciplinario (médicos, psicólogos conductuales, enfermeras, asistentes sociales y demás miembros del área de salud), que se enfoca en las interacciones entre el ambiente físico y social, la cognición, la conducta y la biología de la salud y enfermedad. El especialista en Medicina Conductual interviene en el proceso salud-enfermedad, reconociendo aspectos individuales, sociales y colectivos del paciente; aplicará teorías y métodos conductuales para la prevención y tratamiento y rehabilitación de enfermedades, en especial las de tipo crónico degenerativas.

Las enfermedades crónicas degenerativas son afecciones que mantienen una cronicidad en el tiempo, no se puede predecir una etapa de terminación o remisión de la enfermedad, por el contrario, suelen agravarse si es que no se lleva un tratamiento temprano y adecuado. Las personas que sufren de esta condición experimentan cambios o deterioros físicos, cognoscitivos y emocionales; así mismo, también se darán cambios en su contexto social y laboral. En general la nueva situación a la que se tienen que enfrentar puede cambiar su actitud hacia la vida; contribuyendo en muchos casos que los pacientes tengan tentativas de abandonar el tratamiento por no sentir una pronta mejoría, o por el desaliento que causan los pensamientos de una posible discapacidad o consecuencia de muerte.

En la actualidad, el enfoque cognitivo conductual en el contexto hospitalario tiene como objeto de estudio las conductas relacionadas con la afección de enfermedades. La visión biopsicosocial de la medicina bajo el enfoque cognitivo conductual no se centra en la enfermedad física o en el daño orgánico, o en los síntomas. En el proceso de evaluación e intervención al paciente también se tomará en cuenta sus creencias, sentimientos y pensamientos ante el inminente diagnóstico médico; así mismo en esta dinámica se incluirá a aquellas personas con las que se interrelaciona y están presentes en el proceso de salud-enfermedad del paciente. Está demostrado el aumento significativo de la eficacia de los tratamientos médicos en combinación con los métodos conductuales en pacientes agudos y crónicos degenerativos.

Los profesionales de la medicina conductual en el ámbito hospitalario proporcionan una intervención de alta complejidad, pues deben atender labores de asistencia, instrucción, información e investigación. Así mismo, requiere adquirir conocimientos básicos de las otras disciplinas del equipo de salud con las que confluye, lo que le permitirá comunicarse e identificar dimensiones más allá de las variables psicológicas de intervención (Reynoso y Becerra, 2014).

Las aplicaciones del modelo de la Medicina Conductual en el ámbito hospitalario están dirigidas a eliminar y/o modificar comportamientos en los pacientes ingresados, para que mediante la adquisición de nuevas conductas se logre un cambio positivo en la percepción y estilo de vida, y que le ayude a sobrellevar la enfermedad y los tratamientos médicos de manera saludable.

Habilidades y competencias de los profesionales de la Medicina Conductual

Los psicólogos conductuales que desarrollan su labor en el contexto hospitalario deben demostrar habilidades y conocimientos propios de la disciplina; además de estar en continua capacitación a fin de implementar nuevos conocimientos de evaluación e intervención bajo una normativa ética. Para llevar a cabo una intervención exitosa es fundamental, entre otros aspectos, que el especialista conductual tenga conocimientos relacionados a los siguientes temas: principios de aprendizaje, bien sean por condicionamiento o por imitación; elaboración del análisis funcional; aplicación de técnicas conductuales de primera, segunda y tercera generación; diseño de objetivos de terapia enfocado en la condición del paciente (Reynoso, Hernández, Bravo y Anguiano, 2011).

La población que llega al entorno hospitalario es muy diversa, y necesitan de determinados procedimientos como parte del tratamiento y la rehabilitación. La lista de competencias a cargo de esta disciplina es extensa, entre las que mencionaremos:

• Proponer alternativas instructivas que promuevan un cambio de estilo de vida orientadas a prevenir complicaciones o alteraciones como consecuencia de la enfermedad.
• Enseñar técnicas de asertividad, solución de problemas, manejo de contingencias, retroalimentación biológica, afrontamiento y autocontrol para disminuir los niveles de estrés, ansiedad y depresión en los pacientes hospitalarios.
• Preparación de los pacientes para tolerar procedimientos invasivos y/o quirúrgicos.
• Ayudar a afrontar la depresión que podría originarse a causa de la estancia hospitalaria.
• Lograr la cooperación del paciente para adherirse al tratamiento de manera constante.
• Deberá intervenir en posibles crisis emocionales; así mismo ayudará en el manejo del dolor crónico.
• Estudiar los aspectos psicosociales que intervienen en la aparición de la enfermedad somática, como reacciones emocionales ante el estrés.
• Observar las respuestas psicológicas ante la enfermedad y la hospitalización; así mismo ante reacciones de incapacidad y muerte.
• Aplicar las técnicas cognitivo-conductuales considerando la funcionalidad de los comportamientos enfocados en instruir al paciente más no como tratamiento de la enfermedad en sí (Beck, Rush, Shaw y Emery, 2001).
• Mantener un continuo registro del proceso evolutivo del paciente en relación con su dolencia y tratamiento.
• Realizar actividades educativas con diversos grupos de enfermos para que logren una adecuada aceptación y adaptación a su condición y a la vez disminuir riesgos.

Para determinar un programa de intervención conjugado al tratamiento médico, el especialista ha de valerse de la evaluación conductual a través de un análisis funcional y descriptivo; al mismo tiempo deberá recabar información sobre el proceso médico que recibe el paciente. En esta dinámica el psicólogo conductual debe interrelacionarse con el paciente y con el equipo interdisciplinario de la salud, por lo que es pertinente que éste posea habilidades de interacción comunicativa, como son las habilidades sociales, de comunicación, analíticas e interpretativas, y habilidades para tomar decisiones.

Evaluación conductual en el contexto hospitalario

La evaluación conductual en el ámbito hospitalario es una labor complicada de ejecutar. El elemento cronológico puede jugar en contra; por ejemplo, en pacientes que están indicados para una breve estadía hospitalaria no se podrá realizar un análisis funcional integral adecuado. Otro factor que podría dificultar la evaluación son los cambios en la condición física y cognitiva de los pacientes como consecuencia del avance de la enfermedad. Igualmente, en pacientes con enfermedad crónica, la tarea no será fácil, pues muestran reacciones y respuestas basadas en sus ideas y creencias personales que dificultarán la identificación de la conducta problema. Sin embargo, estas circunstancias no deben ser motivo para efectuar intervenciones precipitadas, poco estructuradas y por ende con bajo valor terapéutico.

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