ClubEnsayos.com - Ensayos de Calidad, Tareas y Monografias
Buscar

Aproximaciones al análisis de los Métodos Clásicos en Trabajo Social


Enviado por   •  5 de Octubre de 2021  •  Síntesis  •  9.164 Palabras (37 Páginas)  •  191 Visitas

Página 1 de 37

INTRODUCCION AL TRABAJO SOCIAL

MENDOZA, Mariela (2006)

Aproximaciones al análisis de los Métodos Clásicos en Trabajo Social. Mimeo.

Aproximaciones al análisis de los

Métodos Clásicos en Trabajo Social

Mag. Mariela Mendoza[1]

1.– Introducción

Con la intencionalidad de dar continuidad al abordaje histórico-social del Trabajo Social se avanzará en el tratamiento de los métodos clásicos de intervención profesional, considerando que los mismos respondieron al proceso de profesionalización del Trabajo Social.

A fines del siglo XIX e inicios del siglo XX encontramos el proceso de institucionalización del Trabajo Social, tanto en Estados Unidos como en Europa. En términos generales se pueden identificar dos aspectos que generaron la necesidad de pautar y normatizar la intervención profesional dando origen a la instauración de métodos específicos de intervención.

Por un lado podemos considerar la preocupación por capacitar a los agentes que participaban activamente en la Sociedad de Organización de la Caridad –tanto en la europea como en la norteamericana-. En este período histórico fue importante el crecimiento numérico de agentes voluntarios para la implementación de actividades destinadas a la asistencia de las familias más pauperizadas de la clase trabajadora. La relevancia que adquirió el desempeño de estas organizaciones filantrópicas para enfrentar las demandas propias de la cuestión social propició e impulsó un proceso de expansión de Escuelas de formación[2].

Se evidencia un interés desde la Sociedad de Organización de la Caridad por racionalizar y tecnificar a la asistencia desde una perspectiva científica en oposición a la ayuda voluntaria y caritativa, tendencia que se vio fortalecida por la influencia del desarrollo de las ciencias sociales. Así, se procuraba la formación de los agentes para que estuvieran dotados de las herramientas adecuadas para estudiar, investigar y realizar procedimientos que tuvieran resultados favorables.

Los métodos clásicos – Caso Social Individual, Servicio Social de Grupo y Organización y Desarrollo de la Comunidad –fueron impulsados por diferentes referentes (profesionales o no del Trabajo Social) con la intencionalidad de dar respuestas a las llamadas problemáticas sociales, para evitar su propagación y expansión en la totalidad de la vida comunitaria en los distintos países en los que tuvieron origen.

Es decir, aunque los métodos clásicos se originaron en diferentes años y países, podemos señalar que todos ellos tienen como denominador común la preocupación central por enfrentar las manifestaciones propias de la cuestión social interpretadas como problemas sociales desde una matriz de pensamiento conservadora; en un período histórico donde se tornaba indispensable tratar de menguar los conflictos para que el sistema económico y social imperante continuara su avance y expansión.

2.- Método de Caso Social Individual

Mary Richmond[3] (1861-1928), es la primera en sistematizar un método de intervención en la profesión: el Caso Social Individual. Su preocupación se encontraba dirigida a diseñar un modelo que aportara en el ordenamiento de la intervención de los trabajadores sociales, profesión recientemente institucionalizada.

Dado que sus experiencias profesionales se desarrollaron junto a médicos psiquiatras, se evidencia la apropiación que realiza del modelo de atención de los médicos, lo cual instaura como modalidad de intervención del Trabajo Social en el abordaje de los casos. Así establece las siguientes etapas del método: estudio, diagnóstico y tratamiento.

El origen y la utilización del caso social individual fue pensado para colaborar en el mejoramiento de las condiciones de vida de los sectores sociales pobres. Pero para poder comprender la función social del Trabajo Social en sus orígenes así como el surgimiento de este método, es necesario analizar el contexto socio-económico de Estados Unidos, las ideas predominantes en el orden social y la teoría social vigente en ese momento histórico, al mismo tiempo que el papel jugado por las organizaciones filantrópicas.

A fines del siglo XIX, el proceso de industrialización norteamericano se caracteriza por un significativo desarrollo, no sólo en lo referente a la inclusión de los avances de la industria moderna, facilitado por la posesión de diversos recursos sino también por la existencia de un mercado interno importante y la posibilidad de expansión del libre comercio hacia otros países, generando un flujo comercial de relevancia en este período histórico.

La afluencia de una corriente inmigratoria creciente y constante fue otro de los aspectos que aportó para el crecimiento de la mano de obra indispensable para la labor industrial, para el aumento del consumo y para la conformación de una población heterogénea que buscaba el progreso y su inclusión como ciudadanos, intereses que tenían vedados en sus países de orígenes.

El creciente desarrollo de la industria generó un considerable aumento en las tasas de ganancias de los empresarios, fortalecidos por el proceso de monopolización de las empresas, consolidándose un imperio económico-industrial que regulaba en su beneficio “el libre” juego de oferta/demanda de la producción.

Hacia inicios del siglo XX, Estados Unidos comienza a perfilarse como potencia mundial sustituyendo a los países europeos en la hegemonía económica mundial, particularmente luego de la I Guerra Mundial, donde el país se constituyó en el principal proveedor de productos a los países aliados que combatían en Europa, ganando inclusive otros mercados en Asia y África, ante la imposibilidad de hacerlo los países europeos por el estado de guerra en el que se encontraban.

Pero, el aumento de las ganancias de los empresarios norteamericanos no significó un mejoramiento de la calidad de vida de la población, sino todo lo contrario. Las condiciones de trabajo y de vida de la clase trabajadora eran inversamente proporcionales. Desde las precarias instalaciones en las fábricas hasta las largas jornadas de trabajo (llegaban a 72hs. semanales), la salud fragilizada de los trabajadores –por la alimentación, por las condiciones de trabajo- producían altos niveles de mortalidad entre los trabajadores y sus familias.

...

Descargar como (para miembros actualizados) txt (62 Kb) pdf (234 Kb) docx (40 Kb)
Leer 36 páginas más »
Disponible sólo en Clubensayos.com