Arbol de la vida Introducción

Introducción.

Cada uno de los movimientos de todos los individuos se realizan por tres únicas razones: por honor, por dinero o por amor. Napoleón Bonaparte.

Sin duda una de las experiencias que han marcado mi vida ha sido poder formar parte del ejército de Guatemala, prestando mis servicios durante algunos años, una experiencia que con honor y humildad cuento. He tratado de redactar las experiencias y vivencias más relevantes de mi vida en el Árbol del Estilo de Vida que a continuación presento, todas estas han formado a la persona que ahora soy, algunas experiencias me han ayudado a valorar lo que ahora forma parte de mi vida, mi familia, los amigos, y los esfuerzos de las personas que tratan de ayudarme. No puedo negar que ahora han cambiado muchas cosas, algunas que quizá quisiera que existieran y otras en las que me siento bien por el hecho de que han cambiado, también personas que ahora ya no están y las recuerdo a cabalidad. En algunas de las anécdotas o información que he redactado he tenido que recurrir a mi madre para que me cuente muchas cosas que de niño no puedo recordar, ella ha sido mi apoyo en todo momento, mis hermanos a los que también aprecio por luchar junto a mi madre. Esta redacción me ha ayudado aun cuando no era la quizá el objetivo en un principio, me he dado cuenta de cómo han transcurrido los años y he podido hacer una recapitulación de mi vida y de las personas que me han acompañado durante esos años, han pasado tan rápido que cuando niño decía que quería ser grande para poder defenderme de muchas cosas que sucedían, de pronto ahora ya soy adulto y ahora me siento bien porque puedo ayudar a mi madre aunque quizá no en la misma magnitud que ella lo hizo conmigo, aquel niño junto a sus hermanos que salía a jugar con los compañeros de la colonia, ahora es un adulto que tiene que trabajar duro para poder sustentar las necesidades básicas y poder desarrollarse cómo persona, en muchos ámbitos realmente, espiritual, física, y académicamente. La vida es una constante lucha, cada día nos enfrentamos a muchas dificultades en las que podremos sobresalir si actuamos sabiamente y no de una forma precipitada, cada decisión que tomamos nos puede conllevar a dos resultados, siempre existe el mejor y el peor resultado y eso depende de nuestra manera de analizar la situación y de nosotros mismos depende cual sea el resultado final. Lo cierto es que por cada decisión que tomamos podemos adquirir experiencias buenas o malas, esto es el resultado de muchos años vividos, es por eso que escuchamos a muchas personas decir que para pedir consejos hay que ir con algún anciano, esto indudablemente puede resultar cierto en muchas ocasiones, pero existen personas que no aprenden de las experiencias y solo las viven sin que provoquen en ellas un crecimiento en su pensamiento sabio, espero que la redacción de este documento sea amena para usted lector que se ha interesado en dedicar un poco de su tiempo a mi escrito.

1. Primera parte: Revisando el pasado.

1. Salud y apariencia física:

Desde niño siempre he querido demostrar que puedo ser apto para actividades físicas, a pesar de ser el más pequeño de todos mis hermanos, ellos siempre han tenido una actitud de respeto hacia mí, de igual manera yo hacia ellos, mi mayor problema de enfermedades comunes durante mi infancia fue el tener que lidiar constantemente con dolores de cabeza por ser muy inquieto y exponerme a lluvia y a veces el fuerte sol del mediodía cuando salía de estudiar, a veces tenía gripes muy fuertes pero no era algo que me impidiera andar con mis amigos para jugar futbol o algún otro juego que en ese entonces parecía y en realidad era muy divertido, comparado con los juegos actuales de los niños , hasta que me daba una fuerte fiebre me detenía por mientras recuperaba mis ánimos y fuerzas para seguir jugando. Si alguno de mis seis hermanos enfermaba mi madre siempre estaba atenta, y a cada uno de nosotros nos pedía que la ayudáramos, yo siendo el hijo más pequeño no pude tener las mismas vivencias que mis hermanos mayores, sin embargo, mi madre continuaba teniendo el mismo esmero por cuidar por cada uno de nosotros. A mis catorce años tuve un accidente cuando jugaba con mi bicicleta, me llevaron al hospital donde me enyesaron la pierna izquierda y tuve que usar muletas durante unos meses, algo que me ponía muy frustrado muchas veces porque yo quería salir a jugar futbol o a competir en la bicicleta con mis amigos.

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