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CACAINA Y SUS DERIVADOS


Enviado por   •  24 de Marzo de 2014  •  5.867 Palabras (24 Páginas)  •  309 Visitas

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COCAÍNA Y SUS DERIVADOS

Según Andrew T. Weil, médico que trabajó en el Museo Botánico de Harvard, "Si es que hay algún problema con la coca, se debe básicamente a que se confunde la hoja completa con un solo componente extraído de ella. Esa confusión es una herencia de la ciencia mal informada del siglo pasado, que nos ha cargado con un problemático polvillo blanco y nos ha privado de los beneficios de una útil medicina verde."

La cocaína es la droga que por sus efectos sobre la conducta tiene mayor capacidad de recompensa o refuerzo positivo; y esto ocurre tanto en experimentación animal como por observaciones de la especie humana. Según los criterios propuestos por la DSM-III-R la cocaína es una droga adictiva y la dependencia psicológica a cocaína entra en la clasificación dentro del grupo “trastornos mentales por dependencia de drogas”, considerándose poderosamente adictiva. La cocaína genera un alto potencial de abuso y puede crear gradualmente una genuina necesidad, que en individuos susceptibles suple otros intereses. Aunque se utilice de forma aparentemente inocua o recreativa, los cambios bioquímicos en el sistema nervioso central producidos de forma acumulativa y combinados con el apoyo psicológico progresivo en la droga pueden hacer que el consumo esporádico se convierta en compulsivo. La cocaína es, por tanto, un potente reforzante en animales de experimentación, dando lugar su consumo a una mortalidad superior a la producida por la heroína. La intoxicación aguda por cocaína se caracteriza por manifestaciones de hiperactividad noradrenérgica y dopaminérgica fundamentalmente, que afecta a los distintos aparatos y sistemas. Las manifestaciones clínicas son: aparato cardiovascular: taquicardia o bradicardia, arritmias, palpitaciones, infarto de miocardio, espasmo cerebrovascular, hemorragia cerebral, vasoconstricción periférica, coagulación intravascular diseminada, hipertensión, paro cardíaco. Aparato respiratorio: taquipnea, respiración irregular, parada respiratoria. Aparato digestivo: anorexia, náuseas, vómitos, diarreas. Metabolismo: hipertermia con sudoración y acidosis láctica. Ojo: midriasis, vasoconstricción conjuntival, nistagmus vertical. SNC: ansiedad a medida que desaparecen los efectos euforizantes, confusión, irritabilidad, euforia, alucinaciones visuales (copos de nieve brillantes) y táctiles (bichos en la piel), alteraciones de la percepción, reacciones paranoides y convulsiones tónico-clónicas. El cocainómano puede sufrir reacciones adversas añadidas por mezclar la cocaína con otras drogas. A pesar de la idea de que los estimulantes del SNC (cocaína, anfetaminas) no producen dependencia física ni síndrome de abstinencia, sino sólo dependencia psicológica, ocurre que la suspensión brusca de la administración de cocaína da lugar a una sintomatología que reúne las condiciones fijadas por la American Psychiatric Association para ser considerada como Síndrome de Abstinencia.

Las hojas de coca probablemente fueron utilizadas hace miles de años por las civilizaciones anteriores a las incas, pero las primeras noticias ciertas que se tienen sobre su uso datan de la época en que Pizarro conquistó Perú (1532), época en que los incas mascaban hojas de coca para aumentar su resistencia al frío, al hambre y a la fatiga originada por el trabajo. (La hoja de coca triturada con cal, que tiene la probabilidad de aumentar la solubilidad de los alcaloides en de planta en la saliva liberan la cocaína, un principio activo que en un primer momento anestesia la misma lengua para que el mascador no note el sabor amargo de la droga, y después actúa sobre la mucosa estomacal anulando la sensación de hambre; posteriormente, el jugo es absorbido, pasa a la sangre y de allí al cerebro, al que estimula hasta provocar en el individuo bienestar general y ausencia de cansancio físico). En España fue utilizada, introducida por los conquistadores, a finales del siglo XVI, como medicina por su supuesta acción afrodisiaca, pero su uso no se difundió. La coca fue reintroducida en Europa a finales del siglo XIX por un químico y empresario corso llamado Mariani que vendía una infusión de hojas de coca en vino (vino Coca Mariani). También se elaboraron bebidas no alcohólicas que contenían coca; así, la mezcla de coca con cola nítida (cola rica en cafeína) fue la base de la famosa bebida refrescante Coca Cola. La inclusión de coca en la Coca Cola fue prohibida por las autoridades federales en los EE.UU. en 1904. En los comienzos del siglo XX, se decidió controlar el cultivo de la coca, ya que al haberse aislado la cocaína, los efectos de ésta, más agresivos que los de las hojas de coca, empezaron a crear los primeros problemas de drogadicción cocaínica. El uso de la cocaína como droga estimulante tiene sus antecedentes en la existencia de la práctica de mascar coca entre los indígenas de la región de los Andes, pero como droga adictiva propiamente dicha, la cocaína empezó a usarse en la década de 1880 por hombres de empresa que la añadían a bebidas alcohólicas y refrescos; ya hemos citado el vino Mariani y la Coca Cola (hasta 1904 en que fue “descocainizada”) que se anunciaba como “tónico cerebral de mucho valor y cura para todas las afecciones nerviosas: dolor de cabeza, neuralgia, histeria, melancolía, etc.” Hacia 1880 el célebre psicoanalista S. Freud se hizo consumidor de cocaína parece que por curiosidad científica y probablemente como automedicación de sus depresiones y dolores por el cáncer que padecía. A principios de siglo (1902-1903) se extendió la cocainomanía en los EE.UU. al empezar a aspirarse la cocaína por la nariz. En Europa sólo era importante su consumo en centros artísticos de las grandes ciudades, aunque aumentó considerablemente durante la 1ª Guerra Mundial (1914-18). En la década de los 20, era importante la drogadicción cocaína en muchos países de Europa, especialmente en Francia. A partir de 1930 disminuyó su consumo siendo sustituida por la heroína. En 1954 la Comisión de Estupefacientes de la OMS observó con satisfacción la disminución y escasa calidad de las incautaciones de cocaína. En 1970, en la 4ª edición de las “Bases farmacológicas de la terapéutica” de Goodman & Gilman, J.H. Haffe afirmaba: “El abuso de la cocaína es muy poco frecuente en los países occidentales, si bien mascar hojas de coca es todavía común entre los indios peruanos de los Andes”. A pesar de esta afirmación de J.H. Haffe en 1970 su consumo aumentó de manera espectacular, y desde hace unos años (1985-1990), la drogodependencia cocaínica constituye el problema sanitario más grave en el mundo occidental en el campo de las toxicomanías.

Las formas de abuso de cocaína son de gran interés toxicológico, ya que van a condicionar la farmacocinética, la actividad

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