Carl Rogers

Carl Rogers nació en Illinois el 8 de febrero de 1902. Era introvertido, dotado e interesado por las ciencias. Fue a la Universidad de Wisconsin en donde desarrolló su independencia psicológica y sus estudios sacerdotales cristianos. Su primer trabajo fue en Nueva York e un centro de orientación infantil. Mientras vivía en Rochester, estudió el método de psicoterapia hasta llegar a lo que llamó la terapia centrada en la persona. Impartió clases en la Universidad Estatal de Ohio, en donde grabó las sesiones de terapia. En 1945 la Universidad de Chicago le fundó un centro de consultas basado en sus ideas, en donde se dejaba a los pacientes aplicar sus propias terapias y se confiaba al personal dirigir el centro. En 1951 publicó Client Centered Therapy, obra que contenía su hipótesis formal de terapia, la teoría de la personalidad y sus investigaciones principales. Aquí se menciona lo que para mí es una de las principales premisas de su trabajo:

“Allí, Rogers señalaba que la dirección de la relación terapéutica debe delegarse al cliente, no al terapeuta. Tal inversión de los lazos convencionales resultó revolucionaria, por lo que ha sido blanco de numerosas críticas. La terapia centrada en el cliente cuestionaba una de las premisas más básicas e irrefutables de la relación terapéutica: que el terapeuta lo sabe todo y el paciente no sabe nada.”

Rogers tuvo mucha influencia en la educación y en cómo se desarrollaban a los estudiantes, tanto que escribió un libro donde exponía los ambientes educativos que proponía, Freedom to Learn. Más adelante en su carrera, se comenzó a enfocar más en las situaciones centradas en la persona, aplicando sus ideas a situaciones políticas y a organizar talleres para la resolución de conflictos y diplomacia ciudadana en Sudáfrica, Austria y la ex Unión Soviética, con lo cual se le nominó al Premio Nobel de la Paz.

La idea de Rogers es que las personas se definen a través de la observación y la evaluación de sus propias experiencias, y que las realidades son asuntos privados que sólo pueden acceder las personas mismas. Así, él define los siguientes conceptos en sus teorías:

1. La esfera de la experiencia: todo lo que sucede dentro de la envoltura del organismo en cualquier momento y que encierra la posibilidad de acceder a la consciencia. Es selectiva, subjetiva e incompleta, sujeta a limitaciones psicológicas y biológicas.

2. El self como proceso: sistema que cambia constantemente, la forma en que las personas se entienden con base en las experiencias, las vivencias y las expectativas del futuro.

3. El self ideal: el concepto de sí mismo que la persona anhela y al cual le asigna un valor superior.

4. Tendencia a la auto actualización: el impulso de todas las formas de vida de expandirse, adquirir autonomía, desarrollarse, madurar, a activar todas las capacidades para enriquecer al self.

5. Poder personal: dimensión social del método centrado en la persona, el lugar en el que se ejerce el poder de tomar decisiones.

6. Congruencia e incongruencia: grado de equilibrio entre la experiencia (lo que ocurre), comunicación (lo que se expresa) y la conciencia (lo que se percibe).

Según Rogers, las personas tienen la capacidad de experimentar y cobrar conciencia de sus desajustes, es decir se puede modificar el concepto propio para que se ajuste a la realidad. Concibe la adaptación como un proceso donde se asimilan el aprendizaje y la experiencia. Para Rogers, durante la terapia se debe establecer una relación auténtica, y la aceptación así mismo hace más fácil la aceptación de los demás, y el ser aceptado por otros se traduce en mejor aceptación a sí mismo. La comprensión empática es la capacidad de percibir las emociones de otros.

Rogers dice que los obstáculos para el crecimiento se presentan desde la infancia y son inherentes en la etapa del desarrollo, y menciona los siguientes:

• Condiciones del valor: necesidad de ser amado o considerado positivamente, las conductas con las que se niegan ciertos aspectos del self.

• El crecimiento de la falsa imagen personal: la persona niega los datos de un concepto agradable pero falso, y entre más grande la distorsión,

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