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Causas Y Consecuencias De La Depresion En Los Jovenes

kaamaflovaa10 de Marzo de 2014

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Conceptos y Naturaleza de la Depresión

Hipócrates describió un estado psicológico que luego se llamaría depresión y que él designó como melancolía. Si bien no es necesariamente una enfermedad, la depresión suele estar relacionada con desórdenes mentales y físicos y se le considera la perturbación psiquiátrica más común.

Los autores Hollon y Beck (1979), definen a la depresión como el síndrome en el que interactúan diversas modalidades somáticas, afectivas, conductuales y cognitivas, considerando que las distorsiones cognitivas en el análisis y procesamiento de la información, son la causa principal de desorden a partir del cual se desatan los demás síntomas restantes.

Afecta directamente el estado de ánimo presentándose una disminución en la realización de las actividades cotidianas de la vida. "Se manifiesta a través de falta de voluntad para hacer trabajos, tareas y demás actividades”. En el lado afectivo, se expresa con tristeza, vació existencial, auto culpa y soledad; en la mente se crea ofuscamiento, pesimismo, oscuros pensamientos e inseguridad.

Origen y evolución de la depresión en la sociedad

Desde hace muchos años y en diferentes culturas se han dado explicaciones sobre el fenómeno depresivo. Son parecidas a las de hoy pero expresadas con interpretaciones religiosas o mágicas donde la víctima y los espectadores no la valoran como una enfermedad.

Los griegos descubrieron ésta enfermedad, ya que se decía que Demócrito se había vuelto loco y para ello mandaron a llamar a Hipócrates, “quien le detectó haber pasado por una fase depresiva y más tarde por una fase de hipertermia” (4). Demócrito vivía rodeado de esqueletos y éste le contó a Hipócrates que deseaba encontrar una cura para su enfermedad para así poder curar a otros que la padecían. “Los griegos, como Hipócrates, describieron los estado de tristeza que denominaron melancolía (bilis negra), este estado estaba caracterizado por una aversión a los alimentos, inmovilidad, insomnio, irritabilidad y desesperanza” (5). “La influencia del planeta Saturno, hacía que el hígado secreta la bilis negra, de esta manera se daba una explicación etiológica del problema” (6).

Hipócrates explicaba no solo el comportamiento sino la propia salud y enfermedad mediante el equilibrio de éstos humores en el cuerpo “lo denominaba crasis al equilibrio entre estados de ánimo, y llamaba crisis a la expulsión de los humores mediante procesos fisiológicos como el sudor, el vómito, la expectoración, la orina o las heces” (7). “El médico debía averiguar cuál era el momento crítico (aquel en el que se debía producir la expulsión de los malos humores)” (8) para facilitarlo mediante la aplicación de los correctos tratamientos. “El origen del vocablo depresión se encuentra en la expresión latina de y premere (empujar u oprimir hacia abajo)” (9). Su uso se registra por primera vez en Inglaterra en el siglo XVII. Richard Blackmore, médico de Guillermo III de Inglaterra y poeta habla en 1725 de “estar deprimido n profunda tristeza y melancolía” (10).”Robert Whytten 1764 relaciona depresión mental con espíritu bajo, hipocondría y melancolía” (11). En 1808 hacia el siglo XIX l termino depresión va ganando terreno y se usa junto al de melancolía para designar a la enfermedad, mientras este último término siguió conservando su uso popular y literario. “When Griesinger empleó por primera vez el término estados de depresión mental como sinónimo de melancolía” (12). Emil Kraepelín la designa como locura depresiva en una de sus clasificaciones, “sin abandonar el término melancolía para designar la enfermedad manteniendo depresión para referirse a un estado de ánimo, afirmaba que la las melancolías eran formas de depresión metal” (13). Adolf Meyer propuso abandonar el término melancolía y sustituirlo por el de depresión, en esta nomenclatura se llegó a la redundancia de llamar melancolía a la depresión con síntomas leves, es decir de forma contraria a como se conocía.

En otras culturas también aparecen descripciones de la depresión como por ejemplo en las sagradas escrituras donde un rey enemigo de Isabel dijo “¡En éste abismo de tristeza me hallo… se me presenta a la memoria los males que causé, ME MUERO DE MELANCOLIA ” (14), estas líneas podrían ser un resumes de muchas historias clínicas de deprimidos actuales. El síntoma dominante de la depresión es la tristeza. Los pensadores cristianos hablaban de las ideas de San Pablo quien decía que había dos tipos de tristeza, la tristeza según Dios y la tristeza según el mundo que produce la muerte. De un principio se decía que la depresión era un pecado, con el paso de los años fue considerándose como una enfermedad.

En la edad media en oriente a partir de la expansión del Islam, en el siglo X en Bagdad, describe en su “Magala fi al Mekihuliya (tratado de la melancolía, única obra árabe dedicada específicamente a este trastorno) en estos pacientes hay sentimientos de angustia y soledad debido a la idea irreal, incluye algunos síntomas somáticos como la pérdida de peso y sueño” (15)

La melancolía puede surgir por motivos como el miedo, el tedio o la ira, distingue entonces entre la tristeza, ansiedad, angustia, trastornos psicopáticos y somato psíquicos y propone tratamientos ambientales (una insipiente propuesta de psicoterapia) y farmacéuticos.

Aunque mantiene una concepción general basada en la teoría humoral, aporta ideas acerca de su etiopatogenia que se alejan del concepto clásico: “las actividades del alma racional (el pensamiento arduo, el recuerdo, las fantasías a los juicios) pueden arrastrar el alma susceptible a la melancolía, como caen en ella los enamorados a los sibaritas, o los que exceden en la lectura de libros de medicina o filosofía” (16)

Avicena en su obra “canon de medicina, menciona la melancolía, siguiendo los dictados de Rufo de Éfeso y de Galeno y con pocas aportaciones novedosas” (17) Al- Razi, médico jefe del hospital de Bagdad, fue el primero en poseer una selección dedicada a los enfermos mentales, enfatiza en su obra medica la necesidad de valorar los aspectos psicológicos del paciente a la hora de hacer una valoración global. Sobre la melancolía, anticipa un método de tratamiento psicodinámico consistente en recomendar al paciente trabajos que le liberen de su ociosidad y la conversación frecuente con personas juiciosas que le muestren lo infundado de sus preocupaciones.

En Europa, Constantino el Africano, representante de la escuela médica Salernitana, traduce la obra de Ishaq Ibn Imram en el siglo XI y asume que la melancolía puede aquejar al espíritu más que a otras enfermedades somáticas, siguiendo éste tratado establecen diferentes tipos de melancolía: la hipocondriaca, ubicada en la boca del estómago y otra en alguna zona del cerebro. Como Hipócrates las repercusiones serán el temor y la tristeza. La definición de la tristeza es (anticipando posteriores interpretaciones psicoanalíticas) la pérdida del objeto amado, “Cuando los efluvios de a bilis negra suben al cerebro y al lugar de la mente oscurecen su luz, la perturban y sumergen, afirma Constantino” (18). A partir de lo cual la desconfianza se vuelve tan mala que se imagina lo que no debe ser imaginado y hace temer al corazón cosas temibles. Todo cuerpo es afectado por estas pasiones, pues necesariamente el cuerpo sigue al alma (el cuerpo sigue al alma en sus acciones y el alma sigue al cuerpo en sus accidentes).

“Por consiguiente se padece vigilia, malicia, demacración, alteración de las virtudes naturales, que no se comportan según lo que solían mientras estaban sanas” (19). En segunda parte de la traducción de Constantino se enumeran algunas pócimas y jarabes útiles frente a los diferentes tipos de melancolía. Desde una perspectiva religiosa a la melancolía se le categorizó como “demonio entendido como tentación o pecado, pasando a denominarse acedia o apathela (desidia, apatía)” (20)”Los ocho pecados capitales eran la gastrimorgia, la fornicaria, la philargyria, la tristitia, la cenodoxia (esta fue eliminada por Tomas de Aquino, quedando para el acervo popular los siete pecados capitales), la ira, la soberbia y la acedia taedium cordis (desidia, sutilmente diferente de la tristeza o de la pereza)” (21). San Isidoro de Sevilla indica 4 defectos derivados de la tristeza: el rencor, la pusilanimidad, la amargura, la desesperación; y siete de la acedia: la ociosidad, la somnolencia, la indiscreción de la mente, el desasosiego del cuerpo, la inestabilidad, la verbosidad y la curiosidad. “Evagrio Pantico, monje asceta apodado el solitario describe el acedio en varios textos recogidos en la Filocolia” (22) insistiendo en ese concepto de apatía conduce a la falta de diligencia.

En el renacimiento se dio la principal novedad despuntada en las labores de periodo humanista, es la descripción Aristotélica del temperamento melancólico y su relación con el genio artístico y la locura creativa. “Marsilio Ficino medico florentino neoplatónico del siglo XV analiza la obra de Aristóteles (Problemita XXX) desde esa perspectiva y propone que la personas con una mayor cantidad de bilis negra poseen unas dotes especiales para la creación artística” (23). Esta idea anticipa el ideal de la melancolía creativa, o de los spes thysica (capacidad creativa inducida por la tuberculosis en sus fases finales) desarrollada por el movimiento romántico varios siglos después.

Timothy Bright (1550-1615) publica en 1586 una descripción del cuadro clínico de la melancolía bajo

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