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Cine Negro


Enviado por   •  27 de Febrero de 2014  •  3.725 Palabras (15 Páginas)  •  319 Visitas

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Resumen

En el cine negro norteamericano de la época clásica (1930-1960) se percibe la influencia de la cultura psicoanalítica y de la divulgación de las obras más conocidas de Freud. La teoría de los impulsos conlleva la consideración como enfermo del protagonista de comportamientos criminales, de lo que toman nota las películas en las que la moral queda relegada a un segundo plano. La importancia de la sexualidad aparece reflejada en la figura de la “femme fatal” y en conductas donde el principio de placer doblega al de realidad. La dualidad consciente/ subconsciente y el lugar de los sueños en el psicoanálisis están en la base de obras sobre la doble personalidad y sobre pesadillas que amenazan a personas honradas. La solución a ciertos conflictos criminales no es policial, sino médica: en ellos un terapeuta logra resolver comportamientos delictivos fruto de mentes enfermas.

Palabras clave: cine negro, psicoanálisis, femme fatal, detective, intriga policiaca.

Introducción

Es sabido que la obra de Sigmund Freud y otros autores (Jung, Reich, Adler… hasta Lacan, encuadrados bajo la convención de “escuela psicoanalítica” a pesar de sus notables divergencias) posee dimensiones e intereses muy variados; tanto, que excede el ámbito específico de la Medicina –en el que nace- para adentrarse en campos mucho más vastos y hasta difusos, como la Antropología o la Teoría de la Cultura. Por supuesto que el psicoanálisis es una teoría sobre funcionamiento del psiquismo y una etiología de ciertas enfermedades mentales, y también, y principalmente, un método terapéutico alternativo a la ortodoxia médico-psiquiátrica. Pero el freudismo excede el territorio médico en cuanto trata de establecer, desde la filosofía y las teorías sociales, es decir, más allá de los protocolos del método científico utilizado en Medicina, la estructura del ser humano o una teoría de la sociedad, las creencias religiosas y el devenir de la historia. Precisamente por su condición de teoría o de cultura que trasciende el ámbito médico preferimos referirnos a él más arriba como “cultura psicoanalítica”. Desarrollado a lo largo de la última década del xix y las primeras del xx, el psicoanálisis conoce una expansión y divulgación en los años cuarenta y cincuenta de la pasada centuria, justamente el momento en que surge en Estados Unidos el ciclo conocido como cine negro.

El cine negro adquiere carta de naturaleza cuando se estrenan en Francia, en el verano de 1946, cinco películas –El halcón maltés/ The Maltese Falcon (1941), de John Huston; Perdición/ Double Indemnity (1944), de Billy Wilder; Laura (1944), de Otto Preminger; Historia de un detective/Murder, My Sweet (1944), de Edward Dmytryk y La mujer del cuadro/ The Woman in the Window (1944), de Fritz Lang – y la crítica bautiza en francés, y luego en inglés, como film noir, por la semejanza en el clima y la temática criminal con las novelas de la titulada Série noire de Gallimard, cuyas cubiertas tienen fondo de color negro. Aunque luego se extiende a la década anterior, asumiendo dentro de sí el cine de gángsteres, conoce varias especializaciones y puede enmarcarse dentro del cine policiaco o criminal. Como hemos señalado en otro lugar, este ciclo se puede caracterizar por los siguientes elementos1:

a) personajes estereotipados;

b) historias dramáticas en las que la muerte o la violencia mortal tienen un protagonismo importante en el desarrollo de la trama;

c) los conflictos y la criminalidad vienen determinados por un contexto social problemático, tanto en la «ley Seca» y la crisis de «la Depresión» como en la incertidumbre de la posguerra;

d) los personajes se sitúan al margen de la ley y no siempre coinciden legalidad y moralidad en sus conductas;

e) estética visual de carácter expresionista, debido al origen centroeuropeo de varios directores (Fritz Lang, Billy Wilder, Edgar G. Ulmer, Otto Preminger o Robert Siodmak);

f) diálogos cortantes, muy "cinematográficos" y frecuentemente cínicos; y

g) las historias se basan en novelas baratas (pulp fiction) y en reportajes periodísticos.

Los estudiosos reconocen en este ciclo una serie de influencias y antecedentes que, enunciados sin jerarquización ni pretensión de exhaustividad, serían: la criminalidad organizada y el gangsterismo alimentados por la prohibición de la venta de bebidas alcohólicas y la crisis económica; la novela barata o pulp fiction de autores que eventualmente se convierten en guionistas; el reportaje y el periodismo de investigación; los seriales radiofónicos y el cómic; la fotografía del expresionismo alemán que inspira las imágenes contrastadas de luces y sombras del ciclo; y, por último, el psicoanálisis.

Resulta difícil determinar en qué medida la cultura psicoanalítica inspira directamente algunos de los más interesantes conflictos y personajes del cine negro o si, por el contrario, sucede que las reflexiones de Freud se formulan en un clima moral y en un humus intelectual que es compartido por los autores de los relatos de ese ciclo cinematográfico; con demasiada seguridad, en una de las más recientes indagaciones sobre el cine negro, Noël Simsolo llega a afirmar que “el psicoanálisis es un tema [sic] que obsesiona a los cineastas. Saben que el público les encuentra un encanto perverso, sobre todo cuando incluye sexo, sueños y violencia. El espectador se cree un simple voyeur de las consecuencias causadas por unas neurosis que se presentan en general de forma muy simplista. Fritz Lang es uno de los pocos directores que trabajan el tema seriamente, utilizando el psicoanálisis al margen del realismo exterior para explorar los misterios del alma de sus protagonistas, pero también para desestabilizar al público”2. Trátese de causalidad o de convergencia, en cualquiera de los casos lo relevante es el trasfondo psicoanalítico de obras importantes del cine negro.

En concreto, la cultura psicoanalítica se percibe en las siguientes dimensiones o niveles sobre los que abundamos a continuación: I. La estructura dual de la sociedad o del ser humano; II. El discurso revolucionario sobre el sexo; III. El narrador personal y la evocación fatalista del pasado; IV. Personalidad escindida, dobles y sueños y alucinaciones; V. La enfermedad psíquica como origen del comportamiento delictivo; y VI. El rol del terapeuta en el conflicto criminal.

La estructura dual de la sociedad o del ser humano

Al

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