Como fomentar habitos

El mayor impacto en la salud humana y su correcto desarrollo es un estilo de vida, que incluye no solo actividad física, sueño, niveles de estrés, sino también dieta (Fresneda, 2020). La edad preescolar es un período importante en la configuración de las preferencias gustativas y nutricionales de los niños, que pueden tener un impacto positivo o negativo en su salud en el futuro. Una de las tareas más importantes de las instituciones educativas es promover un estilo de vida saludable entre los niños más pequeños.

La nutrición adecuada de los niños en edad preescolar, así como la importancia de la cooperación entre los padres y el colegio, es la mejor manera de moldear actitudes a favor de la salud (7 hábitos saludables para los niños y niñas, 2020).

La dieta de un niño en edad preescolar debe contener productos necesarios para el desarrollo que proporcionen al cuerpo joven los nutrientes adecuados. Vale la pena recordar que una dieta adecuada asegura la salud de un niño , es decir, un adecuado desarrollo físico, emocional e intelectual, y lo hace feliz y sonriente.

En clase de 4 años vamos a trabajar los hábitos saludables tales como:

comer frutas y verduras

Las verduras y las frutas deben formar parte de la dieta diaria de cada niño. Estos productos son la principal fuente de vitaminas, minerales, fibra y antioxidantes naturales. Lo mejor es comerlos crudos o mínimamente procesados, porque de esta forma estos productos conservan el mayor valor nutricional.

hidratarse con agua

El agua no contiene colorantes, conservantes ni sabores artificiales. Tampoco contiene azúcar, que es, entre otras cosas, el principal caldo de cultivo para las bacterias que causan caries en los dientes de leche. El agua natural sacia perfectamente la sed y un cuerpo bien hidratado elimina eficazmente las toxinas del exterior y se enfrenta mucho mejor a las bacterias y los virus (Rethy, 2021).

cuidar nuestro salud mental a través de meditación

La meditación tiene un efecto importante y extremadamente positivo en el crecimiento y desarrollo saludables de los niños pequeños. Esta técnica también tiene muchos beneficios psicoeducativos y emocionales positivos, y los efectos a largo plazo resultantes son invaluables. Además de mejorar el bienestar de los niños, la meditación también mejora su concentración, relajación, creatividad y resiliencia.

Actividades:

Me cuido y como verduras y frutas.

Objetivos:

- aprender a cuidarse a sí mismo y a su cuerpo

- un recordatorio de los nombres y la apariencia de verduras y frutas

- organizar una comida valiosa

- tomar conciencia de las vitaminas que necesita nuestro cuerpo

- fomentar el consumo de comidas saludables

prueba de sabor de verduras y frutas individuales

desarrollar el sentido del tacto, la vista y el olfato

implementación y cumplimiento de las normas de higiene y seguridad durante la preparación de las comidas y antes de comer verduras y frutas

mejorar la capacidad de comparar el número de cosechas

Descripción:

Comenzaremos la clase escuchando una canción sobre verduras (www.youtube.com/watch?v=RE5tvaveVak). La canción es muy fácil y rítmica, por lo que los niños irán asimilando las verduras con algo positivo desde el principio. Después de escuchar la canción dos veces, los niños se sientan con la maestra en el suelo. Los niños y la maestra hablan de las estaciones. La maestra pregunta a los niños que época del año es ahora y cómo la reconocemos. Luego, el maestro coloca frutas y verduras y 2 canastas en el medio. Cada niño toma una fruta o verdura, determina su sabor, forma, color, tamaño y luego la coloca en la canasta correspondiente. Para mejorar la habilidad de contar, contamos juntos cuantas verduras y frutas hay y comparamos qué dígito es más grande. Antes de pasar al objetivo principal de la actividad de hacer una macedonia de frutas y hacer un sándwich con verduras, la maestra les cuenta una historia a los niños para que puedan moverse antes de comenzar la actividad sentada.

“En la primavera, el sol comenzó a calentarse más. (los niños muestran la luz del sol). A veces llovía un poco (los niños golpean ligeramente el suelo), a veces sopla una ligera brisa (los niños mueven los brazos ligeramente levantados). El jardinero llegó al jardín, pateó y asaltó los arriates (los niños imitan cavar y rastrillar). Posteriormente, sembró varias hortalizas en los parterres: zanahorias, perejil, guisantes (los niños imitan la siembra de hortalizas) y observó los árboles frutales en flor: manzanos, ciruelos (los niños imitan la observación de árboles). A menudo iba al jardín para comprobar si las verduras crecían bien (las parcelas caminaban y miraban las camas), regó y recogió las malas hierbas. Estaba muy feliz de que los frutos de los árboles frutales maduraran maravillosamente (los niños sonríen). En el otoño, cuando las verduras habían crecido y estaban maduras, trajo una canasta grande, las recogió y las llevó a la despensa (los niños imitan arrancar zanahorias, recoger tomates, llevar una canasta enorme). Recogió la fruta de los árboles frutales en una segunda canasta e hizo mermeladas, compotas y conservas (los niños imitan cargando una canasta con fruta y trabajando en conservas). Durante todo el invierno, el jardinero comerá y disfrutará del sabor de las frutas y verduras (los niños imitan comer frutas y verduras).

Después el maestro prepara frutas peladas (manzanas, peras, ciruelas, melocotones) y uvas partidas. Cada niño recibe una tabla y un cuchillo de plástico. Los niños cortan la fruta en trozos no muy grandes y los ponen en platos hondos. Luego, el maestro coloca todas las frutas en rodajas en un tazón grande y las mezcla con una cuchara de madera, agregando jugo de durazno enlatado. Divide la ensalada en platos pequeños.

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