Construcción de la noción de fracción

Las fracciones son un tema que el ser humano no experimenta conscientemente en su vida diaria, dado a lo cual hace uso de las mismas sin recordar que las aprendió, el usar las fracciones en la vida cotidiana requiere saber cómo es el funcionamiento de las mismas por lo que primordialmente adquirir el concepto de fracción requiere de un trabajo difícil dado a que este puede ser aprendido de una manera incorrecta provocando que en el transcurso de los años posteriores se tenga un concepto equivocado sustentado por ideas erróneas.

Desde el punto de vista de distintos autores de algunos textos escolares Matemáticos, residen en el punto que con “figuras partidas” los niños pueden empezar a generar a comprender el concepto de fracción, esto conlleva a mencionar también que cada alumno va su paso por lo que esto puede efectuarse de manera correcta, como no.

El “partir” una superficie, en este cado dado, para que el niño pueda entender el concepto de fracción representa para el niño una problemática bastante grave, como lo son la adquisición del concepto del número.

Si se fija en la partición, parcela indefinidamente y deja de repartir, si se centra en la distribución se conforma con dar un pedacito a cada muñeca y abandona la partición, no se realiza una diferencia del número de cortes a obtener del número de partes a obtener, debido a esto el parcelamiento inicial marca el comienzo de un “esquema anticipador”, el cual toma en cuenta el objeto total a partir, y se centra en la coordinación que debe existir entre las acciones de partir y repartir, ya que el número de cortes a realizar sale a la luz por el número de partes que es necesario distribuir.

El niño llega a comprender la diferencia del número de partes del número de cortes, y aplicar una dicotomía, la cual consiste en una partición de dos, excluyendo el residuo, y sucesivamente mientras los aprendizajes del niño transcurren, la evolución de las particiones van ocurriendo, en un principio desde una dicotomía, después continuando con la partición de tercios, cuartos, quintos y sextos, cada uno medido por una cierta edad, y a distinta velocidad, siendo la partición en tercios más lenta debido a la facilidad con la que el niño ya haya hecho una dicotomía, y estando el parcelamiento superado.

El niño se apoya en la dicotomía para poder resolver problemas de tercios con este concepto, a lo cual el niño entrara a estado de conflicto del cual después podrá resolver, la partición en tercios resultado un tanto más complicado que la partición en cuartos ya que esta se deriva de la partición de dos, por lo que al niño le resulta más sencillo por la similitud que estas dos mantienen apegadas, para después el niño presente un retraso sistemático con visión a la partición de quintos y sextos.

El niño parte a su modo, primeramente, desconociendo el hecho de que no existe valor a sus partes distribuidas, ya para después adquirir este conocimiento, Piaget nos hace mención de que, en los primeros estadios de la construcción del concepto de fracción, el niño no considera el total de lo partido como la simbolización de un entero, cayendo en dos argumentos conflictivos en la mente del niño

El primero de ellos, centrándose en el número de partes que conforman el total, sin tomar en cuenta el tamaño de estas, por lo que el niño toma a las partes como si fueran unidades homogéneas, como si estuviera contando elementos discretos, en ese momento el niño no le toma importancia al tamaño de las partes.

El segundo de ellos, se centra cuando el concepto de la operación de partición no se encuentra en su totalidad desarrollado, el niño procede por aproximaciones sucesivas sin

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