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Construcción de la personalidad y la manifestación de la conducta


Enviado por   •  7 de Septiembre de 2023  •  Informes  •  2.622 Palabras (11 Páginas)  •  36 Visitas

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La introducción de este tema se centra en la importancia de la relación entre el entorno social y la percepción de uno mismo. Se presenta un ejemplo con estudiantes de Princeton University que participan en un experimento en el que se les muestra un informe positivo o negativo sobre otro estudiante, y luego se les pregunta sobre sus propias experiencias. Se destaca que los estudiantes se ven influenciados por la presentación de los demás, pero no son conscientes de esta influencia social en su propia presentación. Luego, se mencionan otros ejemplos de cómo el entorno social afecta la conciencia de uno mismo, como la percepción de la diferencia cultural o racial y cómo nuestras acciones y comportamientos están influenciados por la preocupación por nuestra imagen y la impresión que causamos a los demás. Se plantea una serie de afirmaciones relacionadas con la personalidad como fenómeno social y se invita al lector a evaluar si son verdaderas o falsas. Finalmente, se destaca que el intercambio entre el yo y la sociedad es bidireccional, y se menciona que el tema del yo es ampliamente investigado en la psicología debido a su importancia en la organización de pensamientos, sentimientos y acciones, así como en la formación de la personalidad. Se anticipa que se hablará más sobre el autoconcepto individual y se aclara que primero se abordará la definición de personalidad.

La idea principal de este tema sobre el concepto de personalidad es que la personalidad se utiliza en diferentes contextos y sentidos, tanto en un sentido popular como en uno científico. Desde un punto de vista científico, la personalidad se define como nuestra naturaleza psicológica individual, nuestra identidad personal. Se refiere a nuestras características centrales, duraderas y constantes que definen quiénes somos como individuos y que se reflejan en nuestras conductas. Se menciona que la personalidad también puede incluir características cambiantes no centrales, inconstantes y de duración variable que se reflejan en nuestras conductas en ciertas etapas de la vida, pero que no son esenciales para definir nuestra identidad. Además, se destaca que el autoconcepto o yo es una parte fundamental de nuestra personalidad, y el tema se enfocará primero en el autoconcepto individual antes de tratar el yo social.

La idea principal de este tema sobre el autoconcepto es que el autoconcepto es una parte fundamental de la percepción de uno mismo y juega un papel importante en la forma en que procesamos la información y recordamos las experiencias. El autoconcepto se refiere a las creencias específicas que una persona tiene sobre quién es y cómo se ve a sí misma. Se destaca que el autoconcepto está formado por esquemas de sí mismo, que son patrones mentales que organizan y guían el procesamiento de información relevante para uno mismo. Estos esquemas del yo afectan la forma en que percibimos, recordamos y evaluamos a los demás y a nosotros mismos. Además, se menciona el efecto de referencia de sí mismo, que implica que tendemos a procesar y recordar mejor la información que es relevante para nuestro autoconcepto.También se  señala que el autoconcepto no se limita a cómo nos vemos en el presente, sino que incluye cómo imaginamos que podríamos ser en el futuro, lo que se refiere a nuestros posibles yo. Estos posibles yo pueden motivarnos y darnos metas específicas en la vida. En resumen, el autoconcepto es fundamental en la percepción de uno mismo y en la forma en que interactuamos con el mundo.

La idea principal de este tema sobre el concepto del yo social es que la construcción de la personalidad y la manifestación de la conducta están fuertemente influenciadas por la interacción social. Se destaca que la interacción social tiene un impacto significativo en la personalidad de un individuo, desde la influencia en las conductas hasta la formación de valores, normas y el autoconcepto personal y social. Se enfatiza que la percepción de la realidad y la comprensión del mundo están condicionadas por las experiencias previas y las necesidades personales de cada individuo, y esto es moldeado en gran medida por la sociedad a la que pertenece. Se menciona que incluso el idioma que uno aprende influye en la forma en que percibe y entiende la realidad, ya que el lenguaje proporciona palabras para nombrar objetos y conceptos, lo que afecta la atención y el enfoque hacia ciertos aspectos de la realidad. En resumen, el yo social se forma a través de la interacción con los demás y la sociedad en general, y esta interacción influye en la percepción de uno mismo y en la comprensión del mundo que cada individuo desarrolla.

La idea principal de este tema sobre el concepto de identidad social es que la identidad de una persona se construye en gran medida a través de su interacción con la sociedad y los grupos sociales a los que pertenece. Se destaca que la identidad no es algo estático, sino que es dinámica y cambia a medida que una persona se relaciona con los demás y se inserta en diferentes contextos sociales. Se menciona que la identidad social se basa en la diferenciación del yo, la categorización social y la competencia social. La diferenciación del yo implica que uno se percibe a sí mismo como único y diferente de los demás. La categorización social implica que uno se identifica y se valora en función de su pertenencia a grupos sociales específicos. La competencia social se refiere a la forma en que uno se compara con los demás en términos de su identidad. Se subraya que la identidad social es una parte fundamental de la construcción de la identidad individual y que ambos aspectos son complementarios, no opuestos. La identidad social y la identidad individual están interconectadas y se influyen mutuamente. La identidad social se forma a través de la pertenencia y referencia a grupos sociales, y esta identificación afecta la forma en que uno se ve a sí mismo y se relaciona con los demás. En resumen, la identidad social se refiere a cómo una persona se define a sí misma en relación con los grupos sociales a los que pertenece y cómo estos grupos influyen en su percepción de sí misma y en su interacción con la sociedad en general.

La idea principal de este tema es que varios aspectos son fundamentales en la formación de la conciencia del yo y la identidad social. Estos aspectos incluyen: 1: Nombre propio y datos personales: El nombre y los datos personales son esenciales para la construcción de la identidad, ya que proporcionan una base para la autoidentificación y la comunicación con los demás. Son elementos clave que dan consistencia intelectual a la realidad personal. 2: Imagen del cuerpo: La imagen del cuerpo desempeña un papel fundamental en la identidad, a menudo superponiendo el cuerpo y el yo. La forma en que percibimos nuestro cuerpo afecta directamente nuestra autoimagen y autoconcepto. 3: Experiencias de vivencias sociales: Las experiencias sociales que vivimos, nuestras interacciones con otros individuos y grupos, tienen un impacto significativo en nuestra identidad. A través de estas experiencias, desarrollamos una comprensión más profunda de quiénes somos en relación con los demás. 4: Valores de reconocimiento social: Los valores sociales, como la fama y el honor, también influyen en la identidad. Estos valores pueden afectar la forma en que nos vemos a nosotros mismos y cómo deseamos ser percibidos por los demás. 5: Pertenencia a grupos: La pertenencia a grupos sociales es un aspecto crucial de la identidad social. Identificarse con ciertos grupos y compartir valores, normas y objetivos comunes puede tener un impacto significativo en cómo una persona se ve a sí misma en relación con la sociedad en su conjunto. El concepto de identificación se destaca como un proceso complejo en el que una persona puede adoptar actitudes o conductas similares a las de un modelo al que se identifica. La identificación no se limita solo a las personas, sino que también puede extenderse a los valores y normas de un grupo, haciendo que estos se vuelvan parte de la identidad de un individuo. Se describe la triple clasificación del sí-mismo social, que incluye: a) El sí-mismo del grupo: Se refiere a cómo la identidad se forma en contraste con otros grupos. Cuanto más similar sea uno a su grupo, más diferente se siente de otros grupos. Esto puede llevar a la identificación y a veces a la discriminación. b) El sí-mismo del rol: Implica que la identidad se relaciona con los roles que desempeñamos en la sociedad. Algunos roles son más importantes que otros en la definición de nuestra identidad, y algunos individuos pueden identificarse más con ciertos roles clave. c) El sí-mismo del espejo: Se refiere a cómo construimos nuestra noción del yo a través de la retroalimentación y las percepciones de los demás. La forma en que otros nos ven y nos tratan puede influir en nuestra autoimagen y autoconcepto. En resumen, la identidad es un concepto multifacético que se construye a través de una interacción compleja de factores, incluyendo la autopercepción, la percepción de los demás, la pertenencia a grupos y la adopción de roles sociales. Estos elementos se combinan para formar una comprensión única de quiénes somos como individuos en una sociedad.

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