Crónica Negra Del Crimen En México

Crónica negra del crimen en México

En este libro nos podemos dar cuenta de tan solo algunos de los casos que han marcado a nuestro país, como bien lo dice una frase del libro, de Goyo Cardenas Las Muertas de Juárez, nos podemos dar cuenta de la larga trayectoria que rodea a nuestro México, desde terribles asesinatos, secuestros, locuras de adolescentes y atracos multimillonarios, es muy interesante conocer la historia de estos casos además que es muy importante darnos cuenta que cada uno de estos criminales han tenido historias previas, interesantes, tristes o tal ves muy normales como en el caso de Goyo Cardenas, a continuación hare un pequeño resumen de los casos que en lo personal me parecieron más interesantes y al final una pequeña opinión sobre estos.

Goyo Cárdenas, un asesino diferente

El jueves tres de septiembre del 1942, cerca de las 11 horas, se presento ante el jefe de los servicios secretos de la jefatura de policía, el general Leopoldo Treviño Garza, al licenciado Manuel Arias Córdova, conocido forense moreliano para denunciar la desaparición de si hija Graciela Arias Avalos, de 21 años de edad alumna de la preparatoria con domicilio en Tacubaya no. 63.

A decir de su padre Graciela era una muchacha seria, de buenas costumbres, tenía un muy buen amigo llamado Gregorio Cárdenas Hernández, quien tenía un laboratorio en su casa ubicada en Mar del Norte No. 20, era un alumno sumamente aplicado, becado por PEMEX ya que erabrillante.

Para las primeras investigaciones se procedió a ir a la preparatoria donde los muchachos comentaron que la última vez que fue vista estuvo esperando el auto de Cárdenas para que este pasara por ella, Acosta Suarez, quien sospecho en Cárdenas decidió ir a su casa para obtener alguna información, al tocar la madre atendió a la puerta y este le pregunto por Cárdenas, a lo que la madre respondió que él estaba internado, que se había vuelto loco y que no volvería en un buen tiempo, la señora relatoi que la noche anterior Gregorio había llegado con las manos y pies llenos de lodo, y durmió intranquilo, al dia siguiente se levanto diciendo cosas incoherentes, lo llevo al sanatorio ya que pensó que este había perdido la razón, el agente Acosta Suárez fue al sanatorio para interrogara a Cárdenas, el resultado del interrogatorio fue nulo, el joven contestaba en un tono de aparente desequilibrio mental y no fue posible poner nada en claro, pero se quedo con la impresión de que aquello era fingido.

Ese dia Acosta Suárez acompañado de mas agentes irrumpió en la casa de Mar del Norte, en una mesa el agente encontró un espejo y un pañuelo de mujer, objetos que le dio a reconocer a Arias, buscaron más evidencias pero no encontraron nada, días después el agente volvió a la casa de Mar del Norte, busco algo que le sirviera para confirmar o desechar sus teorías, no encontró nada y decidido a abandonar la casa hecho un vistazo al patio donde vio la tierra húmeda y removida, lo cual le pareció extraño, comenzó a hurgar con un palo de escoba y de repente aparecieron ante el los dedos de un pie humano, siguió rascando a unos centímetros apareció un torso de una mujer tapado apenas con un trapo, Acosta se presento ante el general Treviño Garza para presentar la evidencia, se inicio la tarea de exhumación, se encontró un cadáver, desnudo, boca abajo, y envuelto en una larga colcha, tenía las manos atadas con cinta sobre el vientre, sus pies amarrados a la altura de los tobillos, solo un pie tenia calzado, junto a este cuerpo aprecio otro, y en el extremo derecho del jardín, las ropas de otra mujer anunciaron la presencia de un tercer cuerpo, se encontró otro cuerpo con manos y pies atados hacia atrás descansando en la región glútea, identificada como Rosa Reyes Quiroz, la tercera víctima de Cárdenas. También fue encontrada Raquel Martínez León segunda víctima de cárdenas, tenía solo 14 años.

Gregorio Cárdenas fue cuestionado y confesó que él las había matado, confesando además que había matado a Graciela por celos y porque ella no quería estar con el, además dijo que a las demás las había recogido, tenido intimidad con ellas para después matarlas y enterrarlas.

Opinión.

Hubo varias versiones, una de ellas que Gregorio Cárdenas padecía de sus facultades mentales, lo cual no le fue probado, yo creo que más bien era lo suficientemente inteligente para hacerse pasar como inimputable, además de que su carrera y estudios era fácil de conocer que esta hombre era un genio, es además impresionante el darnos cuenta como un joven con toda una vida por delante, inteligencia y una capacidad asombrosa puede caer de pronto en crímenes de tal grado, será a caso su historia previa, o tal vez solo pasaba desapercibido ante los demás que quiso hacer algo trascendental? No lo sabemos, lo que sí sabemos es que fue un asesino diferente, inteligente y con toda una vida por delante.

Trinidad Ramírez, La Tamalera Descuartizadora

El 20 de julio de 1971 se publica en un periódico que dicha mujer mato a su marido y lo descuartizo, hirvió su cabeza en un bote, y oculto el cuerpo durante más de 24 horas bajo su cama, Martha Trinidad Ramírez Poblano de 45 años de edad confesó haber dado muerte a su marido de 53 años de edad Pablo Díaz Ramírez, después de que este golpeara a sus hijos, lo cual hacia con frecuencia, la mujer comento además que este la obligaba a vender tamales, quitándole las ganancias de dicho negocio dejándole solo 15 pesos para la manutención de los niños, lo cual no le alcanzaba.

Ella confesó haber cometido el crimen sola, sin embargo en sus declaraciones algunas respuestas de ella no concordaban, lo que hiso pensar que había tenido cómplices.

Opinión: aunque es un caso muy corto, me pareció muy interesante, como los problemas de un matrimonio pueden llegar a afectarnos tanto al grado de perder el control y matar a nuestra cónyuge, es un caso aterrador y escalofriante, sin embargo una mujer que estaba cansada de ser esa mujer sumisa sometida por el típico macho mexicano.

Evangelina Tejada Bozada, Reina del Carnaval y feroz filicida

La hermosa reina del carnaval de Veracruz 1983 Evangelina Tejada, en un ataque de locura provocado por su debilidad por las drogas, descuartizo a sus dos pequeños hijos, Juan Manuel de tres años de edad y Jaime de dos años, ambos de apellido Tejada Bozada.

Esta mala madre los inhumó dentro de un gran macetón de cobre. Al principio quiso incinerarlos para convertirlos en polvo y así desvanecerlos, entre la terracería de un camino cercano, sin embargo se arrepintió y opto por la inhumación clandestina.

Corría

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