Custodia compartida corresponsabilidad parental y justicia terapéutica como nuevo paradigma. Anuario psicología jurídica

Resumen lectura custodia compartida, corresponsabilidad parental y justicia

terapéutica como nuevo paradigma

Fariña, Seijo, Arce y Vásquez (2017). Custodia compartida corresponsabilidad parental y justicia terapéutica como nuevo paradigma. Anuario psicología jurídica

Organización de la responsabilidad parental tras la ruptura de pareja: consecuencias sobre los hijos y sobre la opción de custodia compartida

• Históricamente los procesos de guarda y custodia se han modificado positivamente, ya que en un principio el padre era quien podía disponer de sus hijos a su antojo como si fuesen una propiedad, lo que llevo a que muchos fueses maltratados, vendidos, explotados, etc. La dominancia del hombre para disponer de sus hijos estuvo presente hasta el siglo XX sosteniendo el argumento de los recursos económicos como eje central. Sin embargo, en este siglo se produce un cambio significativo con el principio de la búsqueda del mejor interés del menor, así como la Declaración Universal de los Derechos del Niño en 1959, hechos que plantearon que los menores de edad debían estar con la madre que sería la persona idónea para brindarle mejores cuidados (tendencia conocida como tender years que permanece vigente).
• En los años 70, surge el concepto de custodia compartida y el desarrollo de leyes en la década de los 80’s y principios de los 90’s que permitían COMPARTIR la custodia de los hijos después de la separación de los padres.
• La implementación de la custodia compartida tiene porcentajes medios y bajos alrededor del mundo, lo que se relaciona con un asunto de igualdad de género y que se aleja de buscar lo mas conveniente para los menores.
• Las investigaciones por parte de la APA (1995), encontraron que la custodia compartida tiene repercusiones en el bienestar del niño, evidenciando consecuencias favorables, como lo es su capacidad de adaptación. A partir de esto las legislaciones de diversos países se han interesado en reglamentar la custodia compartida como la mejor opción para proteger los derechos e intereses del menor de poder relacionarse con ambos progenitores.
• ¿Qué es la custodia compartida?        Aunque no existe un consenso sobre la definición de este concepto, se plantean elementos importantes como: Bauserman (2002) quien asume que con custodia física compartida se pretende indicar que los niños van a pasar con ambos progenitores un tiempo considerable, aunque no es necesariamente 50/50 y que esta conlleva que ambos progenitores compartan los derechos y responsabilidades legales para tomar decisiones importantes que afecten a sus hijos. Kelly, et. al (2007) propone que custodia física compartida es cuando el menor pasa con uno de los progenitores entre el 33% y el 50% de tiempo y el resto con el otro. Fariña, et. al (2002) plantean que en la custodia compartida ambos progenitores van a responsabilizarse de igual modo de sus hijos, tendrán la oportunidad de participar de forma responsable en el proceso de crianza, así como de cuidarlos de una manera proporcionada, en los tiempos de estancia con ellos, y de representarlos legalmente (Alcázar, 2014 y Simón, 2009). A esto se le añade ofrecerles afecto y todo tipo de apoyo psicoemocional y material que permita mantener y fomentar apegos positivos y seguros con ambos progenitores.[pic 1]
• Evidencias sobre los efectos de la custodia compartida sobre los hijos        En el desarrollo de investigaciones se ha encontrado los efectos negativos que tiene la separacion de los padres sobre los hijos, hallandose afectaciones en la salud fisica, psicologica, lo escolar y lo social.
  - Se ha encontrado riesgos de padecer problemas de salud fisica, como obesidad, cancer
  - Consecuencias de indole psicoemocional
  - Duplicacion del riesgo de problemas de ajuste emocional y conductual
  - Tendencia a alteraciones psicoemocionales y necesidad de acudir a atencion psicologica y psiquiatrica (Seijo, et al., 2010)
  - Las consecuencias son graves y a veces permanecen en la vida adulta (Boone- Hollaway, 201 6)
  - La separación y el divorcio de los progenitores no conlleva indefectiblemente danos en los hijos; por el contrario, cabe la posibilidad de que pueda ser una oportunidad de mejorar sus vidas (Haimi y Lerner, 2016)
  - Diversos estudios han encontrado que en general, la custodia compartida muestra ventajas frente a la exclusiva en diferentes ámbitos: psicológico y emocional, escolar y académico, salud física.
  - Donohue, Beitz y Tolle (2009) no dudan en afirmar que la investigación demuestra empíricamente que, tras el divorcio, lo mejor para los hijos es la custodia compartida y el contacto sustancial con el padre no custodio.
  - En el metananálisis de Bauserman (2012) constata, “que los progenitores con custodia compartida, en comparación con los que tienen custodia exclusiva, presentan mayor satisfacción con la relación que mantienen con sus hijos, tienen menos conflicto interparental y litigan menos; los padres se encuentran más satisfechos con el tipo de custodia, las madres experimentan menos estrés y sobrecarga por las labores de crianza y ambos informan que la relación genera más sentimientos positivos y apoyo emocional”.
  - Son pocos los estudios que se oponen a los efectos positivos de la custodia compartida.[pic 2]

La custodia compartida supone, en general, ventajas para todos los miembros de la familia, especialmente para los hijos. Aunque es claro que tras la gestión de la separación de los padres no siempre es factible la custodia compartida como un nuevo tipo de organización familiar (Farina, Arce, Vázquez, Novo y Seijo, 2013). Por tal razón, el paradigma de la Justicia terapéutica plantea una alternativa:

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