DESARROLLO HUMANO, UN MODELO EDUCATIVO PARA LA EDUCACIÓN

DESARROLLO HUMANO, UN MODELO EDUCATIVO PARA LA EDUCACIÓN

De entre los modelos educativos que tratan del cambio y aprendizaje como condición de un crecimiento personal, se encuentran los enfoques reeducativos que han surgido de las distintas corrientes terapéuticas. La diferencia principal con los modelos tradicionales es que se fundamentan en un modelo educativo de aprendizaje en el que se considera al hombre como un ser en continuo aprendizaje de conductas, valores, sentimientos y conocimientos en lugar de considerarlo como un enfermo, según el modelo clínico tradicional.

El modelo reeducativo del que hablamos, considera al ser humano a partir de la normalidad y de sus posibilidades de crecimiento, haciendo énfasis en las conductas mal adaptadas que deban ser desaprendidas y sustituidas por aquellas que son más constructivas y funcionales a la realidad que vive.

CRECIMIENTO PERSONAL.

Es el proceso de asimilación e integración de nuevas experiencias e información que hacen cambiar la conducta, las concepciones de sí mismo y del mundo e implica un cambio principalmente cualitativo en la persona. Haber crecido es ser capaz de hacer algo distinto y mejor de lo que se hizo ayer. Descubrir y desarrollar potencialidades latentes: aprendizaje, cambio, movimiento, vitalidad.

Ser responsable y auto dirigirse es necesario para un crecimiento personal efectivo en donde la autoconciencia acelera las oportunidades de desarrollo. El crecimiento personal requiere un deseo de crecer y exponerse a nuevas experiencias y circunstancias.

CRECIMIENTO DE SÍ MISMO

Conciencia y conocimiento de sí mismo y de mis necesidades de crecimiento y trascendencia. ¿Qué tanto me conozco?, ¿Qué tanto me ocupo de mi desarrollo?, ¿Qué necesito?, ¿Qué realmente deseo? El interés por mi salud corporal, emocional y mental es condición sin la cual nunca podré llegar a ser una persona realmente viva, realmente consciente, es decir, vital.

Especialmente en nuestras sociedades pluralistas, masificadoras y tecnológicas, estamos viviendo un proceso de enajenación tal que no nos permite pensar, sentir y desear aquello que nos beneficie personal y vitalmente. Los valores conocidos y deseados en general son producto de esta alienación.

Los caminos que toma esta enajenación: evasión, agresión, depresión, dependencia y neurosis.

PRINCIPIOS FUNDAMENTALES DEL DESARROLLO HUMANO.

SER EN DESARROLLO. La persona es un ser en proceso, esto es en continuo desarrollo, cambio y aprendizaje. La experiencia misma es el centro de la existencia, la posibilidad de vitalidad y crecimiento. Este contacto con la experiencia es lo que le da sentido a la vida, trascendiéndola en nuestro compromiso existencial.

EL MOMENTO VITAL PRESENTE, EL AQUÍ Y EL AHORA. La vida humana se da en el presente como la experiencia fenomenológica que integra mi historia pasada y mis potencialidades susceptibles de realizar en el futuro. El pasado ya no existe como tal, sino como factor de influencia en mi crecimiento y desarrollo actual presente. El futuro no tiene sentido sino en cuanto a lo que ya vivo de él en el presente. Es decir, mi compromiso existencial presente.

VITALIDAD CONSCIENTE. El proceso de conciencia vital, esto es, de sentir, conocer y experimentar, debe estar caracterizado por el darse cuenta y ser consciente de lo que sucede dentro y fuera de la persona en un proceso de continua reflexión, ya sea como intuición, sensibilidad o razón. Esta conciencia caracteriza lo auténticamente humano, hace de la persona un ser con centro en sí misma y en su contexto, no un sujeto alienado que pierde contacto con la realidad y consigo mismo.

La conciencia de sí mismo hace posible el auténtico crecimiento y realización personal.

ÉNFASIS

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