ClubEnsayos.com - Ensayos de Calidad, Tareas y Monografias
Buscar

DIMENSIONES INTELIGENCIA ESPACIAL


Enviado por   •  24 de Junio de 2021  •  Resúmenes  •  1.832 Palabras (8 Páginas)  •  121 Visitas

Página 1 de 8

DIMENSIONES DE LA INTELIGENCIA ESPACIAL

Las dimensiones de la inteligencia espacial, como un ámbito propio, contiene un conjunto de habilidades amalgamadas, que supone tener la capacidad para percibir con exactitud el mundo visual, realizar transformaciones y modificaciones a las percepciones iniciales propias y, recrear aspectos de la experiencia visual propia, incluso en ausencia de estímulos físicos apropiados. Por otro lado, es muy distinto producir formas nuevas que solo manipular las que ya se han proporcionado por el mundo cultural, o dicho de otra manera, tener una gran percepción visual y expresarla gráficamente puede coexistir con tener poca habilidad para dibujar, imaginar o transformar un mundo ausente.

Gardner, H. (2005) nos mencionó que debemos tener en cuenta a la hora de entender el concepto de inteligencia espacial es que, como tal, no necesariamente va a depender de nuestra capacidad para ver a través de los ojos. Lo determinante en esta inteligencia es ser capaz de imaginar un espacio tridimensional que mantenga su coherencia con el paso del tiempo independiente del ángulo desde el que se lo visualiza mentalmente.

Desde luego, sabemos que la vista es uno de los sentidos más importantes a la hora de aprender cómo es nuestro entorno, pero las personas que nacen ciegas también pueden servirse de la inteligencia espacial gracias a la información del entorno que les llega a través de sus otros sentidos (tales como  el oído, el tacto, etc.).

El desarrollo de la inteligencia espacial

El desarrollo de esta inteligencia fue estudiada por distintos autores, sin embargo, en este proyecto destacaremos las investigaciones psicológicas de Jean Piaget, quien arrojó luz sobre esta capacidad. Para Piaget,  J. (1936)  la inteligencia espacial forma parte del crecimiento lógico del niño, por lo cual propone cuatro etapas:

Periodo Sensorio-motor:

En esta etapa (desde el nacimiento hasta los dos años) el niño comienza su relación con los objetos. Piaget (1936) asegura que “se llega de esta forma a un espacio práctico e inmediato que se construye por cada uno de los sentidos sobre la base de las diferentes actividades motrices”.

Entonces podemos decir que  el niño tiene tantos espacios como sentidos, es decir, poco a poco todas las percepciones se unen en una sola y se forma una idea propia de espacio centrada en el propio sujeto. En esta etapa se dan tres situaciones: se construye la noción de objeto, vivencias de los distintos campos sensoriales y descubrimiento del espacio cercano.

Periodo Pre-operacional:

Periodo que abarca de los 2 a los 7 años. Se desarrolla una idea intuitiva del espacio y una imagen mental estática. El niño puede coordinar las imágenes entre sí y puede conseguir transformaciones simples, pero no es capaz de alcanzar una estructura en su conjunto. Según Piaget (1936), existen cinco aspectos importantes en esta etapa: se adquiere una representación espacial topológica (su interés se centra en figuras abiertas o cerras y situaciones de dentro y fuera); no se da la representación proyectiva y no se comprende la perspectiva; sobre los 4 o 5 años captan las formas euclídeas pero no conservan la longitud, superficie ni distancia; no hay conservación de la representación y por último el razonamiento del niño se da sobre situaciones actuales.

Período Operacional Concreto: 

Es un periodo que va desde los 7 a 12 años. Poco a poco se va desligando de la percepción aunque sigue dependiendo de actos motores, reales o representados, por ello nos centraremos especialmente en alumnos que pertenezcan a este período con la finalidad de desarrollar las articulaciones espacio-temporales y llegar a una lógica formal aplicable a todas las nociones y razonamientos del estudiante.

Período operacional formal:

Periodo desde los 12 años y en adelante. Se alcanza el dominio de las relaciones proyectivas, así como de las euclidianas en el ámbito operatorio. Esto les permite coordinar varias perspectivas métricas como longitud, área y volumen.

La importancia y el uso de la inteligencia espacial

El progreso en algunos dominios simplemente no existiría sin ella y a otros dominios les proporciona una buena parte de su necesario ímpetu intelectual. Su contribución en las ciencias, a la física, química y biología está plagada de ejemplos siendo uno de los más evidentes, el de la doble hélice del ADN que muestra la manera en que pueden estar enlazadas las moléculas entre sí en su estructura molecular. El progreso científico del Renacimiento, según algunos, puede estar íntimamente relacionado con el registro y transmisión de conocimientos gracias al desarrollo de dibujo, el cual, gracias a la invención de la imprenta amplió de sobremanera su divulgación como la de textos.

Con esto notamos la gran importancia que adoptaron las ciencias a través del tiempo. Por otro lado, también tiene importancia en el dominio de las artes, por ello nos limitaremos a todo lo relativo a la arquitectura, como también la escultura y la pintura, ya que estos necesariamente pondrán en relieve otros elementos. A la arquitectura se la ha definido como un “arte mayor” y, si bien dicha definición puede ser objeto de controversia, nos parece adecuado por asumir tanto los aspectos visuales bi y tri dimensionales, como también asume la vivencia de los espacios que se crean y por ello se constituye en una experiencia total para el ser humano. En las artes en general aparecen como tema las cualidades del mundo perceptible, y ello nos enfrenta al mundo no sólo visual sino al de todos los sentidos.

Lo visual espacial sí es su centro y la observación esmerada del mundo cotidiano es siempre un buen inicio. Pero observar no es sinónimo de mirar ni de ver. Ver es tener o no el sentido de la vista, mirar es dirigir la vista en algo y observar es detenerse con la mirada persistentemente en algo estudiando su desarrollo en un tiempo, intentando llegar a una conclusión, es decir, es un estudio notable acerca de algo. Las facultades a desarrollar son por lo tanto, las capacidades de percepción y recuerdo. Ahora bien, para poder percibir algo es necesario tener su distinción previa, es decir, observar será un acto prolífico si existe una intención que lo guíe. Observar sin distinciones previas solo puede ser fructífero si en el acto de observar pretendemos construir las distinciones. En relación al recuerdo supone conocer la experiencia histórica del campo en discusión. En general, los artistas comienzan por dominar las técnicas de sus predecesores y si no disponen de ella la inventan.

...

Descargar como (para miembros actualizados)  txt (11.9 Kb)   pdf (104.8 Kb)   docx (13.9 Kb)  
Leer 7 páginas más »
Disponible sólo en Clubensayos.com