Definición personal de decisión

Definición personal de decisión.

El tomar una decisión es un proceso que todos nosotros llevamos día con día, este proceso es el causante de estar donde estamos ahora, ya que todas las decisiones que hemos tomado nos han llevado por un camino que esta en constante cambio, estos cambios de ruta son generados por las decisiones que tomamos. Una decisión es una elección entre distintas opciones, siempre elegimos la que mejor se apegue a nuestras expectativas y objetivos, creemos que una decisión es mala cuando al ejecutarla no se cumple lo esperado, esto puede traer represalias y daños a nuestra persona física y moral, sin embargo, de esa decisión errónea nos queda la experiencia que nos servirá, en algunas ocasiones, para no volver a repetir el error.

El tomar una decisión es un proceso complejo ya que de esta dependerá la sensación que queramos tener de un momento, un ejemplo podría ser una reunión con nuestros amigos, a la reunión asisten todas las personas con las que simpatizamos, hay buena comida y mucho alcohol. La decisión entra en juego en el momento que pensamos el como pasar el rato, tomando alcohol o no, esta decisión afectara nuestra sensación en ese momento ya que al decidir alcoholizarnos podemos terminar muy ebrios y tomar otras decisiones “erróneas” bajo el efecto del alcohol.

Al escoger una opción estamos poniendo en juego muchas cosas, desde algo simple e insignificante hasta cosas importantes como nuestra vida o la vida de otros. Cuando tengamos que escoger una opción hay que estar consientes de los daños que podemos causar, hay que tener en cuenta diversas opciones para contrarrestar los efectos de una mala decisión y de esta forma podremos elegir con más libertad nuestras opciones.

Tipos de decisiones.

Una persona puede tomar una decisión emocional, en la euforia del momento, o puede tomar una decisión bien pensada e investigada. Según sea el caso, pueden definirse diferentes procesos para la toma de decisiones.

El primer paso para tomar decisiones exitosas es saber que no todas las decisiones son generadas de la misma forma. Es importante diferenciar la naturaleza de la decisión para poder hacer la elección más apropiada.

• Programadas. Las decisiones programadas son aquellas que tienen que ver con asuntos o problemas de naturaleza repetitiva o rutinaria, por lo que generalmente se desarrollan maneras específicas para manejarlas.
• Por consenso. Las decisiones por consenso son aquellas en las que los miembros de un grupo desarrollan una decisión y aceptan apoyarla, dando prioridad a los mejores intereses de dicho grupo.
• Procesos extensivos. Generalmente, estas son las decisiones que se toman cuando la elección del individuo implica realizar una inversión importante.
• Procesos limitados. Estas decisiones implican inversiones nominales y no muy altas. Estas decisiones no ameritan tanto tiempo para ser tomadas, porque el individuo tiene cierta experiencia en el tema.
• Personales. Las decisiones personales se refieren a aquellas que se relacionan directamente con el mismo individuo que las toma. Generalmente, el efecto de estas decisiones incide directamente en la vida personal del individuo.
• Operacionales. En una empresa u organización, las decisiones operacionales son menos significativas que otras decisiones. Están relacionadas con las operaciones del día a día de la empresa.
• Organizacionales. Este tipo de decisiones involucran a un individuo con un carácter oficial, que es quien tomará una decisión determinada. Estas decisiones pueden ser delegadas dentro de una organización.
• Intuitivas. En el contexto de la toma de decisiones, la intuición puede ser definida como un modo no secuencial de procesar la información.
• No programadas. Las decisiones no programadas suelen ser decisiones que implican situaciones únicas, por lo que son menos estructuradas que las decisiones programadas.
• De riesgo. En este tipo de decisiones generalmente existe una probabilidad de que el resultado sea muy serio o catastrófico.
• Emocionales. Las decisiones emocionales van de la mano de los impulsos que nos genera la necesidad o sentimientos más difíciles de controlar (amor, ira, tristeza, histeria). Pueden combinarse con la lógica o dejarse llevar por la simple emoción. 
• Estratégicas. Se aplican principalmente al ámbito empresarial, concretamente a altos cargos de las compañías o personas con capacidad o libertad de mover recursos y personal. Tienen como fin mejorar las prestaciones de la empresa y obtener el mayor beneficio económico.
• De emergencia. Se procede a este tipo de decisiones cuando se presenta una situación desesperada y en la que no hay precedentes previos sobre cómo tratarla.

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