Depresion La Depresión Tras La Ruptura En Las Relaciones De Pareja

Introducción

En las situaciones en que vivimos hoy en día, no hay duda que nos generan demasiado estrés y preocupaciones cargados con sentimientos en los que en la mayoría de los casos nos causan demasiadas frustraciones de las que somos capaces de tolerar hasta el punto de sufrir alteraciones anormales que interfieren con nuestro bienestar y salud. Esto es muy común verlo en el entorno actual de las relaciones de pareja, ya que se vive muy frecuentemente.

Esta es una investigación concreta que será de ayuda para darnos cuenta de como es que un mal proceso llevado acabo tras la ruptura de una relación puede llegar a afectar tanto a un individuo hasta el punto de que su salud mental decaiga y de paso a una alteración de conductas y comportamientos anormales que si los vemos desde el punto de la psicología no son mas que psicopatologías generadas por el sufrimiento y la falta de dominio que tiene el individuo sobre si mismo. Al igual que también se expone el como es que la psicología puede intervenir y prevenir estos sucesos que acontecen muy frecuentemente en la actualidad.

“La vida es un constante flujo, viene y va: las personas, las cosas, las situaciones, llegan para proporcionarnos toda clase de experiencias, algunas se quedan para siempre, pero otras se van inevitablemente”, esto es lo que menciona la autora Martha, en muchos casos cuando las parejas pasan a ser ex parejas viven inevitablemente lo que es un duelo ya que lo vemos como una perdida.

La pérdida nos lleva a contactar con fuertes sentimientos de todo tipo, que si no sabemos manejar pueden dejar una huella profunda que contamina nuestra vida más allá de lo que imaginamos.

Cuando las personas no se dan la oportunidad de vivir cada etapa de su duelo, pueden pasar años, o el resto de su vida, atrapadas en esos sentimientos dolorosos y limitantes producto de su perdida, sin llegar al final del túnel y salir de nuevo a la luz.

El duelo es un conjunto de sentimientos, pensamientos, estado de ánimo, comportamientos y reacciones fisiológicas que experimentamos cuando perdemos algo importante para nosotros. Esta constituido por varias etapas que es necesario enfrentar.

Existen dos tipos de perdidas, la primera es cuando se trata del fallecimiento de algún ser querido y la segunda es cuando nos separamos definitivamente de nuestra pareja. La separación de la pareja es más difícil de superar que el fallecimiento del ser querido, pues el ser querido se ha ido para siempre, y nosotros sabemos que jamás volverá, en cambio cuando es una separación se sufre más porque aun puede renacer la ilusión, la idealización, como una resistencia a la aceptación a la perdida y es cuando uno trata de regresar con la pareja ya que nos mueve a negociar las expectativas de que podemos evitar nuestra perdida o corregir el rumbo de la relación y es ahí donde hacemos todos los intentos y vuelve uno a recaer con la desilusión, y metafóricamente la herida se hace mas grande, pues la cruda realidad nos coloca con firmeza con los pies sobre la tierra.

El proceso que puede llevar una ruptura amorosa puede ser considerado dentro de un conjunto determinado de fases que a su vez estas van desde el comienzo de la “herida” causada, hasta la parte en que el individuo comienza sanarse.

La primera fase comúnmente es la fase de incredulidad y la no aceptación que se refiere cuando un miembro de la pareja comienza a comentar el hecho de querer dejar la relación. En esta fase la persona que está siendo afectada demuestra una mayor energía y hace un mayor esfuerzo en intentar salvar la relación.

La aceptación es la fase siguiente, pues el hecho de que la persona que decidió poner fin a la relación ya no quiere compartir más tiempo con la otra persona, hace que esta pase por un proceso muy doloroso, pues el individuo pasa de tener algo de esperanza en que la relación vuelva a perderla completamente. En esta fase existe un gran sufrimiento y llanto sobre todo, pues la sensación de soledad y el sentimiento de dolor son muy profundos.

Pasando a la fase de sufrimiento y desorganización tras la aceptación de la perdida de pareja, esta es la fase en la que ya se ha tocado fondo, pues sigue otra etapa de sufrimiento ya que se debe enfrentar a la realidad.

Conforme se va retomando el camino hacia la realidad el individuo afectado comienza a estabilizarse para dar paso a la fase de la reorganización, en esta fase se sigue sufriendo pero no constantemente, por lo general se comienzan a planear nuevos proyectos, vuelve a motivarse con actividades que le habían dejado de interesar entre otras.

Finalmente tras haber reorganizado su vida el individuo afectado entra en la última fase, que es la etapa de la sanación. En esta fase todo el proceso que se ha llevado a cabo pone fin al sufrimiento causado por la ruptura de la relación, el individuo deja de sufrir y comienza a centrarse en sus propias necesidades, en esta fase ya es consiente de lo que le ocurrió en el pasado sin caer de nuevo en el dolor que le había ocasionado el fin de la relación.

Ahora bien cuando un individuo no supera todo el proceso por el cual tiene que pasar tras ocurrir una ruptura de pareja, es aquí cuando se presentan problemas serios, pues el individuo al no ser capaz de superarlo su salud se ve afectada casi al instante ya que tanto sus comportamientos como su tipo de vida se distorsionan y sufren una alteración anormal.

Cuando nosotros los seres humanos nos encontramos en un estado de salud integral, no nos vemos en la situación de permanecer en una tregua incómoda entre factores que nos causan conflictos sobre nuestra sique,

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