Depresion Y Suicidio

INTRODUCCION

Al mencionar las palabras depresión o suicidio, parece inevitable no querer saber más de éstas, ya que por sentido común se sabe que estas situaciones son negativas para la salud, sin embargo, siempre es necesario profundizar sobre todos los temas, saber sus causas, sus orígenes, sus síntomas y características.

En este informe se indicaran las principales características, lo que se debe tomar en cuenta y lo que vale la pena saber sobre la depresión y el suicidio. También se establece una relación entre estos dos aspectos, reflexionando, dando opiniones personales y de grupo acerca de estos temas, tratando de comprender y sacar provecho de la información recaudada.

Gracias al avance de la ciencia, se han logrado generalizar algunas características, síntomas o patologías que conlleven una depresión o un suicidio. Un suicidio no se puede comprender nunca en su totalidad, siempre hay aspectos personales y particulares en cada caso, pero un gran factor en común que tienen todos los suicidios es una relación, en algún momento con la depresión. Hay tratamientos para la depresión, ya sea en sus dos tipos principales, exógena o endógena, a continuación se profundizará sobre este y más aspectos sobre estos dos grandes problemas contemporáneos.

Depresión

Antes que todo, definiremos depresión como:

Una alteración patológica del estado de ánimo, que conlleva tristeza y descenso de humor, alteraciones a nivel emocional, a nivel de pensamiento y en general de comportamiento. Estos síntomas persisten por un tiempo prolongado para que se considere como tal una depresión, tiempo de al menos 2 semanas.

La depresión o los episodios depresivos, no tienen que apreciarse como ‘’anormales’’, ya que toda persona (aunque no presente algún trastorno o patología) pasa por situaciones en las que los síntomas depresivos aparecen, el real problema surge cuando estos síntomas no son controlables por la persona, y el tiempo de duración parece extenderse.

Existen 2 grandes tipos de depresión, estos son la depresión endógena, y la depresión exógena.

Depresión endógena: Se asume que este tipo de depresión tiene una causa fundamentalmente biológica, no hay un motivo experiencial el cual gatille los síntomas típicos de la depresión, como estar triste o melancólico. La patología de los depresivos endógenos está relacionada con el cambio de estaciones de año, por ejemplo, en otoño y en primavera hay un aumento de síntomas depresivos. Este tipo de depresión suele tener factores hereditarios.

Depresión exógena: Este tipo de depresión es causado por factores ambientales externos, experiencias de vida, acontecimientos familiares o personales. Son muchos los factores que influyen en esta depresión, dependen del momento evolutivo en el que está la persona, así como si una situación traumática era esperada o inesperada. Por ejemplo, un padre de familia que fallece de cáncer, luego de 2 años con tratamiento causa un impacto distinto a un padre de familia sano que muere por causa de un accidente automovilístico.

Pay Kel (1979) afirma que "existe un riesgo seis veces mayor de desarrollar una depresión en los seis meses siguientes a la aparición de acontecimientos vitales estresantes", como por ejemplo la independencia y el abandono del hogar por parte de los hijos. Toda la fisiología y la patología del estrés son inseparables a la emoción, a la angustia y por consecuencia, a la depresión.

Factores desencadenantes de la depresión

Como se ha mencionado, los factores que pueden influir en una depresión son múltiples, estos pueden ser distintos según la edad, el sexo, el género, la cultura, etc. Muchas particularidades y personalidades que pueden alimentar o evitar una posible depresión.

A pesar de esto hay factores que se repiten, se pueden identificar y atribuir a factores determinantes o desencadenantes (aunque no generales en su totalidad) de la depresión. Estos son:

- Trabajo de alto grado de dificultad y/o atención.

- Actividades de gran responsabilidad

- Exigencia de decisiones complejas

- Creatividad e iniciativa restringidas

- Liderazgo inadecuado

- Cargas de trabajo excesivas

- Poca autonomía laboral

- Ritmo de trabajo apresurado

Criterios para diagnosticar un episodio depresivo mayor

El trastorno de ánimo deprimido se caracteriza por presentar al menos dos de los siguientes síntomas durante un período de tiempo de al menos dos semanas. Uno de estos 2 síntomas generalmente se presentan durante la mayor parte de los días

1. Ánimo deprimido.

2. Desinterés en la mayoría de las actividades cotidianas.

3. Alteraciones en el apetito.

4. Insomnio.

5. Agitación o enlentecimiento psicomotor.

6. Fatiga o disminución de energía.

7. Sentimientos de indignidad o culpabilidad excesivos.

8. Disminución de la capacidad de pensar o concentrarse.

9. Ideas de muerte, ideas de suicidio sin un plan específico o un intento de suicidio o un plan específico para suicidarse.

En la depresión, el estado de ánimo varía de un día a otro. En algunos casos la ansiedad y el malestar pueden predominar sobre la depresión, la alteración del estado de ánimo puede estar enmascarada por irritabilidad, comportamiento histriónico o preocupaciones somáticas.

En la depresión mayor habrá un síndrome somático cuando estén presentes cuatro de las siguientes características:

- Alteración del peso.

- Empeoramiento matutino del humor.

- Despertarse horas antes de lo habitual.

- Pérdida de reactividad emocional a acontecimientos y circunstancias ambientales agradables.

- Disminución de la

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