ClubEnsayos.com - Ensayos de Calidad, Tareas y Monografias
Buscar

Desarollo Humanos


Enviado por   •  26 de Noviembre de 2013  •  3.286 Palabras (14 Páginas)  •  225 Visitas

Página 1 de 14

Propuesta esquemática respecto de la condición humana (puntos para abrir un diálogo)

Un aspecto, a mi entender, imprescindible de debatir es nuestra condición humana. Presento a continuación un conjunto de hipótesis que pretenden abrir una reflexión y diálogo sobre las concepciones que los seres humanos tenemos respecto a nosotros mismos.

1. Somos seres físicos y biológicos

Nuestras formas de vida actuales, absolutamente artificializadas nos han empujado a olvidar que los seres humanos somos una curiosa e insondable combinación de cuerpo y mente, de espíritu y materia. Hemos perdido progresivamente la conexión con la Naturaleza y con todo lo que nos rodea y nos permite vivir. Hemos descuidado esa relación mágica y mística con la vida en todas sus expresiones. Hemos ido extraviando la relación con los lugares propios, con el territorio y el paisaje, con aquello que nos ancla y asienta en una localidad, en un domicilio conocido, habitual y peculiar. Hemos ido olvidando nuestra materia prima, nuestra animalidad. Hemos ido borrando todas aquellas de nuestras huellas que tienen un origen mamífero. Hemos ido perdiendo incluso el uso de algunos de nuestros sentidos, del olfato, del oído, del tacto. Es imprescindible recuperar el valor inherente de lo vivo, volver a aprender a ser y estar en la Naturaleza, a revalorar la importancia de la comunidad biótica como nuestra comunidad de intereses. Ese olvido de nuestra constitución física y biológica no ha empujado a perder esa relación con lo viviente y a desconocer que la vida es un valor absoluto y sagrado. Conformándose así una visión antropocéntrica que nos ha llevado a deshumanizar la conciencia humana, ya que nos habituó a convivir con la idea de la violencia y del predominio del fuerte sobre el más débil, al desprecio de la diversidad y del sufrimiento ajeno, a la negación de la exigencia vital de las creaturas no humanas. La ética universal del biocentrismo tiende a la superación de la barrera del derecho al respeto, a la libertad y a la vida, limitada sólo a los seres humanos, ampliándola a los miembros de las otras especies vivas. Toda violencia y toda injusticia surgen de la incapacidad del ánimo humano de compartir el sufrimiento ajeno. La indiferencia hacia el dolor y la muerte de otras formas de vida a las cuales se mata, para disfrutar y utilizar en beneficio propio, torna insensible al ser humano al sufrimiento y muerte de sus mismos semejantes: los otros humanos.

2. Somos seres creados. Criaturas y no creadores.

Hay una tentación prometeica propia de nuestra civilización contenida en la Ideología del Progreso: el llegar a ser como dioses, esto es creadores. Las creaturas sólo pueden ver las partes, únicamente los creadores pueden ver el todo. Los seres humanos en cuanto creaturas requerimos de mapas para dar cuenta de la realidad…; pero los mapas son sólo eso, mapas. Vivimos en territorios pero pensamos en mapas, esto es en representaciones del mundo o realidad. Construimos mapas conceptuales o mapas emocionales para movernos en el mundo, que en cuanto tales, implican vivir siempre en algún grado de quiebre. Ansiamos, anhelamos, deseamos la transparencia en el existir, pero sólo eventualmente podemos experimentarla. El mapa es siempre un fragmento de territorio, una porción de realidad. Si la escala es muy grande podemos ver más pero con menos profundidad e intensidad. Si la escala es pequeña perdemos la visión de conjunto, podemos ver islas o islotes pero no archipiélagos o continentes. Si vemos continentes no vemos contenidos, y así sucesivamente.

Sólo un ser supremo o una conciencia universal podría ver y experimentar simultáneamente el origen y el final de lo creado, así como de cada momento del acontecer pasado, presente y futuro. Mientras que los seres humanos vivimos en un permanente presente, que va cambiando, que va haciendo una historia, que va construyendo un pasado, pero que en cuanto tal se torna exterioridad, lo que fuimos, que es algo ya distinto de lo que somos. Del mismo modo, el futuro en cuanto tal es siempre una ilusión, no es algo real, puede ser un sueño o una pesadillapero siempre es una hipótesis, es una promesa, es una probabilidad, pero que en cuanto se hace presente desaparece como tal. De ahí entonces que sea posible ver nuestra existencia como una foto, que puede cambiar y que de hecho cambia permanentemente pero que nunca podremos experimentar como una película o como un video, en tal sentido nuestro estar en el mundo es irremediablemente sincrónico, experimentamos o sentimos sólo en el presente. Sin embargo a la vez somos historia, pero no ‘el’ futuro, sino que proyectados al futuro, pues el presente también desaparece y se transforma en pasado, en recuerdo, en memoria. Ahora bien, eso no es ser sincrónicos, sino seres diacrónicos, permanentemente inacabados e incluso inacabables.

Y allí se da la principal paradoja de la existencia humana, por cuanto si bien somos seres diacrónicos, no podemos vivir porque lo único que tenemos ante nuestra conciencia, ante nuestros sentidos, son nuestras percepciones, ideas y emociones, ellas son siempre presentes, en cuanto experiencia. No podemos experienciar, esto es vivir, si no en el presente. Lo otro será evocación, recuerdo, añoranza, esto es pasado traído al presente por nuestra conciencia, en cuanto ya experienciado. O será esperanza, expectativa, promesa, perspectiva, posibilidad, esto es futuro traído al presente, en cuanto algo a experienciar.

3. Somos seres hermenéuticos.

Somos seres asignadores de sentido, constructores de interpretaciones. No tenemos acceso directo a la verdad, en cuanto correspondencia absoluta con la realidad. Nuestros sentidos filtran ya la realidad, la reducen, la acondicionan, acomodan la información proveniente de la realidad a nuestra escala perceptiva, a los límites perceptivos propios de nuestra naturaleza y obviamente así le asignan ya una significación. Nuestra conciencia recoge esa información significativa y la conecta con nuestra historia, con el corpus acumulado de significaciones anteriores ya procesadas por nuestra conciencia. Resignificando así permanentemente toda la información acumulada con la nueva información que recibe. Las palabras siempre tienen una carga hermenéutica, de valor, no son inocentes, ya que asignan sentido, introducen significaciones. Es parte de nuestra condición –como lo señala el aforismo italiano traduttore traditore, traductor traidor– sesgar irremediablemente la realidad. Pero a la vez podemos asignar sentido, discernir, interpretar, significar, atribuir dirección, intencionalidad, señalar, conceptuar, nominar, a todos los fenómenos, a todas las entidades, a todo el universo, a nosotros mismos

...

Descargar como (para miembros actualizados)  txt (21.1 Kb)  
Leer 13 páginas más »
Disponible sólo en Clubensayos.com