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Desarrollo Del Bebé De 0 A 6 Meses

Nima8323 de Septiembre de 2014

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esarrollo Evolutivo Del Bebé De 0 A 6 Meses.

D

La palabra inteligencia es de uso común, pero no todas las personas la utilizan con el mismo valor. Sin pretender dar una definición, puede decirse que la inteligencia es un don que poseen las personas, e incluso los animales y las plantas, para poder sobrevivir o adaptarse mejor al medio en que se desenvuelven. Hay inteligencias superiores a otras, pero sobre todo existen inteligencias distintas de otras.

En efecto, el niño tiene una inteligencia "moldeable", capaz de cambiar de forma. Durante su desarrollo pasa por distintos tipos de inteligencia hasta alcanzar la forma adulta. Parece subir una especie de escalera en la que cada peldaño representa una inteligencia fundamentalmente distinta de la anterior. Además, la inteligencia del niño se puede "aumentar desde fuera" hasta unos límites muy extensos.

Para desarrollar su inteligencia, precisa afectividad, estimulación, equilibrio en el desarrollo psicomotor, etc. Estas condiciones, difíciles de conseguir en muchas ocasiones, determinan más el desarrollo intelectual que los propios factores heredados.

Entre las diversas teorías del desarrollo, nos vamos a basar, para este estudio, en la Teoría de Piaget. Según este autor, la inteligencia implica una adaptación biológica y un equilibrio entre el individuo y su medio ambiente.

Piaget describe una serie de estadios o etapas del desarrollo de la inteligencia, teniendo siempre en cuenta que las edades cronológicas que señalan los límites de cada etapa son aproximaciones flexibles, no categóricas.

Estos estadios son los siguientes:

 Estadio sensoriomotor (0-2 años)

 Estadio Preoperacional (2-6 años)

 Estadio de las operaciones concretas (6-12 años).

 Estadio de las operaciones formales o abstractas (12-16 años)

Estadio Sensoriomotor (0-2 Años)

Estadio Cognitivo Del Bebé De 0 A 6 Meses.

Al nacer, la inteligencia del niño es tan limitada que, con frecuencia, creemos que no sabe nada. Esto, en rigor, no es cierto. El recién nacido tiene una inteligencia muy pequeña, pero, sobre todo, muy diferente del adulto.

Comenzamos el estudio de las etapas de este estadio, cada una de las cuales supone un importante avance sobre la anterior.

El primer subestadio (de 0 a 1 mes) se caracteriza por el uso de los reflejos.

El niño viene al mundo equipado de una gran variedad de reflejos. De ellos, unos desaparecerán y no tienen interés para el desarrollo cognitivo. Otros, como la succión, el movimiento de ojos, el movimiento de brazos y piernas, sufrirán cambios significativos. Según Piaget, son los elementos básicos iniciales sobre los que se establece el crecimiento cognitivo posterior.

Este momento evolutivo se caracteriza por la ausencia de un genuino comportamiento inteligente. Pero los reflejos simples de los que está dotado el niño sufrirán pronto modificaciones, y la conducta refleja el primer mes posee ya los vagos comienzos de ciertas regularidades del funcionamiento mental, como la organización, la asimilación y la acomodación.

El segundo subestadio (de 1 a 4 meses) se inicia cuando los reflejos del recién nacido comienzan a variar y alteran su forma en función de la experiencia, pero de modo aún muy primitivo. Durante estos meses los esquemas asociativos con funciones tales como succionar, mirar, escuchar, vocalizar y presionar, reciben una gran cantidad de práctica diaria. Además, comienza la coordinación entre varios sistemas, como visión y audición, succión y prensión. Otra conducta a tener en cuenta es el inicio de un comportamiento pre-imitativo junto a incipientes conductas de juego.

Tercer subestadio (de 4 a 8 meses): La adquisición en el estadio anterior de actividades guiadas visualmente hacen posible las nuevas conductas que constituyen las características de este estadio. La repetición ocasional de alguna de ellas conducirá hacia un automatismo hasta repetirla por el mero placer de realizarla y experimentar la consecuencia de su acción sobre el medio. A partir de este período, el niño muestra un creciente interés en los efectos de sus acciones sobre los objetos y sucesos en el mundo exterior y en el aprendizaje sobre las propiedades de estos objetos y sucesos, aprendizaje que se hace atendiendo a sus efectos. Además, en este período comienza la imitación en sentido conceptual propio.

Reflejos Del Recién Nacido

Los bebés tienen reflejos especiales que duran sólo unos meses. Es bueno saber cuáles son estos reflejos para que no se asuste cuando los vea.

Los Siguientes Reflejos Son Normales Para El Recién Nacido:

• Reflejo de Moro o de sobresalto: Este reflejo ocurre cuando la cabeza del bebé cambia de posición rápidamente, cuando la cabeza se cae hacia atrás o cuando el bebé se asusta debido a un ruido fuerte. El bebé reacciona extendiendo los brazos y las piernas y estirando el cuello. Luego, une los brazos rápidamente. Puede que llore cuando lo hace. Este reflejo debe desaparecer después de dos meses.

• Reflejo de búsqueda: Es el reflejo que usa el bebé para buscar el pecho de su madre. Si usted toca suavemente la mejilla del bebé con el dedo, el bebé volteará la cabeza hacia su dedo. Esto dura de tres a cuatro meses.

• Reflejo de prensión: El bebé agarra cualquier cosa que se le ponga en la palma de la mano y aprieta el puño. Enséñele a su hermano mayor. Dígale, "El bebé quiere agarrarte el dedo". Este reflejo desaparece al cabo de cinco o seis meses.

• Reflejo de marcha: Si sostiene al bebé por debajo de las axilas y lo mantiene parado sobre una superficie dura, dará pasitos en el aire. Esto sucede aunque todavía falte mucho para que aprenda a pararse y a caminar. Este reflejo generalmente dura un par de meses.

• Reflejo tónico del cuello de Magnusklein: de cubito supino, al volver la cara hacia un lado, se extienden los miembros de ese lado y se flexionan los del lado opuesto. Desaparece a finales del primer trimestre.

• Reflejo de hociqueo o de los puntos cardinales: estimulando la mejilla próxima a la boca, el niño dirige la boca y el rostro hacia el estímulo. Desaparece a partir de los tres meses.

• Reflejo de succión: el niño succiona cuando se introduce cualquier objeto en la boca. Desaparece a finales del primer año.

• Reflejo de enderezamiento de la cabeza: al colocarle de cubito supino, endereza la cabeza.

• Reflejo de prensión plantar y palmar: al contactar un objeto con la palma de la mano o la planta del pie, estas se contraen bruscamente. Desaparece hacia los cuatro meses.

• Reflejo de Babinski: al estimular la planta del pie, se produce la extensión de los dedos en abanico. Se considera normal hasta el año o los dos años de edad. Posteriormente significa lesión de la vía piramidal.

• Reflejo de incurvación del tronco: un ligero rasguño en la región paravertebral produce incurvación del tronco hacia el lado estimulado. Va desapareciendo a partir de los tres meses.

• Reflejo de la escalera: adelantando al niño hacia el centro de la mesa, sube con los dos pies el escalón que constituye el borde de la mesa. Va desapareciendo a partir del primer mes.

• Reflejo de la marcha automática: consiste en movimientos primitivos de marcha con el cuerpo inclinado hacia delante. Va agotándose poco a poco y desparece totalmente en el primer trimestre.

• Reflejo de reptación: apoyado sobre el vientre y con una resistencia en el pie, inicia movimientos coordinados de brazos y piernas para reptar sobre el suelo. Desaparece hacia los cuatro meses.

• Reflejo de natación: sostenido horizontalmente sobre el estómago en el agua, hace movimientos sincronizados de brazos y piernas. Desaparece hacia los seis meses.

• Parpadeo: la luz fuerte sobre los ojos hace que se cierren los párpados. No desaparece.

• Patalear: un golpe debajo de la rótula provoca una extensión de la pierna hacia delante. No desaparece.

Desarrollo Psicomotriz Del Bebé De 0 A 6 Meses.

El primer mes:

Al mes de nacer, el bebé presenta una conducta motriz gobernada por los movimientos reflejos, entre los que destacan el de succión y el de prensión. La orientación de la boca, consistente en saber dirigirla al pezón, el dedo o el objeto que toca los labios, es otro de los comportamientos innatos que tienen gran importancia para el lactante. Es característico también el reflejo tónico-cervical: estando de espaldas, gira la cabeza hacia un lado, doblando el brazo correspondiente y extendiendo el otro.

No existe una respuesta refleja de sentarse: al ayudarle a hacerlo, el bebé inclina la cabeza hacia delante, y su espalda está uniformemente redondeada. La cabeza cuelga porque todavía no puede sostenerla, lo mismo sucederá si lo levantamos, estando echado hacia abajo.

La presencia del reflejo de prensión es fácilmente comprobable: el bebé cierra su mano al contacto con cualquier objeto. Sin embargo, no puede mantener la presión de los músculos y éste se le cae enseguida.

Un reflejo curioso es el de dar movimientos de marcha: si sostenemos al niño por las axilas, realizará movimientos rudimentarios que recordarán vagamente unos pequeños pasos. Este tipo de respuesta puede obtenerse ya desde la 2ª semana de vida, pero desaparecerá aproximadamente al 2º mes (aunque algunos experimentos parecen indicar que los niños a los que se estimuló en este sentido no sólo dejaron de hacerlo después del segundo mes, en contra de lo

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