Diversas Perspectivas Sobre Contextos Y Prácticas En El Jardín De Niños.

En la lectura ¨Diversas perspectivas sobre contextos y prácticas en el jardín de niños¨, la autora centra la atención en tres preguntas, que dan cabida a distintas maneras de considerar la enseñanza y el aprendizaje. Dichas preguntas son: ¿A quién podemos enseñar?, que se refiere a diferentes aspectos; el ingreso al jardín de niños, que tiene que ver con la transición o retención escolar para evitar el fracaso, y el agrupamiento de los alumnos según las políticas de la escuela. En este sentido se toma mucho en cuenta la madurez, comparando las ideas establecidas en la sociedad y comunidad escolar, en cuanto en como repercute está en su desarrollo, pues suelen clasificar a los niños por subgrupos, resaltándose las diferencias por mayor capacidad del alumno, y en consecuencia se les da una mejor calidad educativa. Esto ocasiona que el resto de la población estudiantil no desarrolle sus potencialidades, puesto que se subestima sus capacidades. Por ello es importante analizar cuidadosamente la toma de decisiones en la formación de grupos; es necesario que el docente trabaje en base en equidad, no puede guiarse por lo que se supone que un niño de cinco años debe aprender. Es aquí donde surgen varios retos para los docentes, desde desarrollar un contenido en que se marquen constantemente sus intervenciones sobre la madurez, considerar como unas decisiones pueden favorecer algunos alumnos, pero como pueden afectar a otros, es decir, se debe percibir las necesidades de los niños del grupo en el momento oportuno. De manera que se valore la heterogeneidad, asimismo se podrá observar lo que ocurre después, siendo lo más importante su repercusión, ya que los resultados del agrupamiento, nos permitirán ampliar el conocimiento del grupo en general e individualmente.

Sin duda el agrupar puede traer consigo ventajas, pero como ya se expuso también desventajas. Lo primordial seria incluir un curriculum en que se atienda las distintas áreas que se le pueden dificultar al niño, una educación inclusiva, siempre considerando las investigaciones de distintos enfoques.

¿Cómo podemos enseñar? Menciona la importancia de encontrar estrategias para facilitar los procesos de aprendizaje, a través de nuestra forma de analizar la estructuración de las interacciones que generemos en relación con el grupo, promoviendo ciertas oportunidades para los niños, considerando el tipo y calidad de la práctica de instrucción. En base a ello se parte de dos enfoques, el centrado al niño, donde se le brinda al niño la libertad de hacer elecciones para que aprenda de las consecuencias. Y la enseñanza directa, en la que el maestro se encarga de trasmitir conocimientos sobre los fundamentos del currículo, comprendiendo la eficacia de los variados horarios (escuela tiempo completo). A pesar que algunas personas piensen que ambos programas no van de la mano, entre ellos se pueden complementar, solo es cuestión que el docente colabore con los niños en actividades que sean retadoras, que potencien su nivel de desarrollo, teniendo en cuenta los contextos culturales en los que se desenvuelven, manteniendo un equilibrio. Al organizar el curriculum, examinando los puntos mencionados, se podrá elegir el modelo de guía para los niños más eficaz a la necesidad del grupo, adoptando el diseño adecuado, tanto en la repercusión del alumno como en la duración de los efectos. Por ende surge el aspecto de la evaluación, respecto a las condiciones de la enseñanza, si esta facilita o limita la aplicación de distintos modelos.

Por otro lado para lograr todos los elementos expuestos, es vital la disciplina; pero no en el sentido de imposición, sino de una relación cercana maestro-alumno, con reglas apropiadas de acuerdo a la necesidad que presenta la enseñanza. Cabe destacar que los significados que se le otorguen a las acciones y conductas de los niños serán el camino, por donde a

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