Donald Woods Winnicott
Krla19892 de Septiembre de 2013
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Trabajo Práctico N°1
Grandes Teorías y Autores del Desarrollo Humano:
Donald Woods Winnicott
INTRODUCCIÓN
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Winnicott dio del desarrollo infantil una visión que integra los procesos de transformación biológica con la elaboración psicológica que el niño hace de los mismos, proceso para el que acuñó el término self (en inglés "sí mismo"). Él dice que no existe "un lactante", sino "un lactante con alguien": de ello se deduce que el crecimiento psicológico del individuo depende de la posibilidad de tener inicialmente a disposición un "ambiente facilitador", es decir, "cuidados maternos suficientemente buenos" que consientan el desarrollo de las potencialidades innatas. Si ese apoyo es deficitario o inexistente, el niño se encuentra expuesto a traumas a los que no consigue hacer frente, preludio de la evolución psicológica, o bien crea defensas más evolucionadas, a las que el autor denomina "falso Yo". En estos casos, la mente del niño puede asumir parte de las funciones maternas, es decir, el pensamiento se convierte en un sustituto de los cuidados maternos: "el niño se hace a sí mismo de madre por medio del entendimiento, de entender demasiado". La consecuencia es una grave escisión entre el "falso Yo" y el "verdadero Yo" psicosomático, "escondido y quizás perdido".
Donald Winnicott estudió el desarrollo del individuo centrando su atención en el paso del niño del estado de dependencia absoluta al de una dependencia relativa en la que acepta la existencia del "no-Yo". Esta operación fundamental se centra en la capacidad del niño para usar el "objeto transicional", constituido por un juguete, la esquina de una cubierta o cualquier otra cosa, cuya posesión constituye una actividad antidepresiva.
El pediatra británico estableció una conexión entre el buen uso del objeto transicional y el desarrollo del juego, de la creatividad; por el contrario, un mal uso puede conducir al fetichismo, a la mentira, a la drogodependencia o a los rituales obsesivos. Los trabajos más rigurosamente clínicos del autor son coherentes con el desarrollo de su pensamiento, centrándose en la función de "contención" ("holding") del analista y de su marco ("setting"), en el uso de la regresión y en la capacidad del analista de aprender de su propio paciente.
Donald Woods Winnicott
Nació en 1896 y murió en Londres, 1971 de un ataque cardiaco. Fue un célebre pediatra y psicoanalista británico. Estudió en la Universidad de Cambridge y, después de ejercer la pediatría durante más de cuarenta años, se especializó en psicoanálisis infantil. Centró sus estudios en la relación madre-lactante, considerada como una unidad indisoluble, y enunció la teoría del «objeto transicional». Entre sus obras destacan El niño y el mundo externo (1957), Escritos de pediatría y psicoanálisis (1958) y La consulta terapéutica y el niño (1971).
Teoría del Desarrollo Emocional Primitivo
En 1945 Donald deduce que durante el primer año de vida, la díada madre-infante constituyen una unidad. La madre es el primer entorno del infante. Si todo recién nacido sano tiene una tendencia innata a desarrollarse como una persona total y creadora, ha de poseer sin embargo un entorno inicial como base para tal desarrollo. En los primeros meses de vida (especialmente durante el período de lactancia), el entorno es casi sinónimo de la madre. En ese momento, la intervención del padre está mediatizada por la madre y, en un primer momento, el padre cumple la función de favorecer al entorno: el padre interviene ayudando a la madre y preservando a la diada madre-lactante, aportando a la madre (en cuanto entorno) sentimientos de seguridad y de amor que ésta transmite al hijo.
Sin embargo, bien observa Winnicott que un exceso de apego entre la madre y el hijo es patológico; la preocupación maternal primaria suele ser espontánea, lo que importa es que en ella se dé un equilibrio entre una madre suficientemente buena y una "madre banalmente dedicada" al niño. Una madre suficientemente buena es aquella que es capaz de dar cabida al desarrollo del verdadero yo del niño, es decir acoger su gesto espontáneo, en el sentido de lo que el niño quiere expresar, e interpretar su necesidad y devolvérsela como gratificación. A partir de la frustración va emergiendo en el niño un falso yo, que tiene función adaptativa, como una suerte de acercamiento a un principio de realidad. Este Falso Yo puede darse en diferentes grados, desde el menor que correspondería a un tipo de adaptación a las normas sociales, hasta grados más patológicos que se alejan de lo intrínsecamente propio del sujeto, como mera adaptación.
La madre en un principio debe Ilusionar al bebe para Desilusionarlo gradualmente. Esto quiere decir que el bebé, ante su necesidad de comer, es acogido por la madre y ésta le ofrece su pecho para alimentarlo, de tal modo que se dispone una situación donde el lactante tiene la ilusión de que el pecho fue creado por él y que es parte de él. Pero a medida que la madre lo desilusiona o lo desgratifica, el bebé va percibiendo que no es uno con la madre, disponiéndose a entrar en contacto gradualmente con la realidad y su subjetividad.
Como consecuencia de tal equilibrio, el infante percibe la medida de su dependencia y adquiere la capacidad de hacer notar sus necesidades al entorno. Al producirse la ruptura de la unidad madre-lactante, el niño logra ir independizándose mediante espacios, fenómenos y objetos transicionales. Winnicott descubre que espacios, fenómenos y objetos transicionales son factores substitutivos que (en un principio ilusoriamente) substituyen a la madre. Un juguete preferido del niño es un ejemplo de objeto transicional. Las actitudes que en este momento tiene el niño junto a los fenómenos y a los objetos transicionales, le sirven de nuevo entorno y de base para lograr paulatinamente su autonomía y autosuficiencia.
Al nacer un niño, comienza la línea de la vida y será la madre suficientemente buena la encargada que esa línea, esa continuidad de existir no se vea interrumpida. . La enfermedad aparece frente a la inhibición de la espontaneidad potencial de la persona. La psicopatología tiene que ver con el corte de la línea de desarrollo.
El niño se encuentra en un estado de dependencia. En un primer momento en un estado de:
Dependencia absoluta: en este momento no tiene medios de conocer el cuidado materno. Hay una incapacidad del bebé de tomar conciencia de su dependencia. Esta criatura depende por completo de la provisión física aportada por la madre. El medio ambiente no hace al niño, lo que hace es permitirle realizar su potencial. La totalidad del procedimiento del cuidado infantil debe caracterizarse principalmente por el modo firme y estable de presentarle el mundo a la criatura. Y esto se logra por un ser humano consagrado a la criatura y a la tarea de cuidarla. La madre irá desprendiéndose poco a poco de este estado de consagración y pronto reanudará sus actividades normales; pero por el momento es dedicación full-time. El premio que recibe en esta primera fase es que el proceso de desarrollo de su bebé no sufre ninguna deformación.
Dependencia relativa: En la segunda fase, la recompensa consiste en que de algún modo, la criatura empieza a ser consciente de su dependencia. La madre va desembarazándose de a poco ayudada por su marido (ya sea por el aporte maternal de éste o por el apoyo afectivo que le de a la madre, se convierte en seguridad que la madre traslada al bebé) y va logrando, con gran esfuerzo, separarse del niño. Esta tarea se ve facilitada por la identificación del pequeño con su madre, al devolverle una sonrisa (conducta refleja), al meterle un dedo en la boca de la madre mientras ésta le da de mamar y que facilita la tarea del pequeño de ponerse en el pellejo de la madre y desarrollar la comprensión de la existencia personal aparte de la madre.
Hacia la independencia: el infante desarrolla recursos para desempeñarse sin cuidados afectivo. Esto se consuma por la acumulación de experiencias de cuidado y con la confianza en el ambiente.
Cuando este autor habla de una madre suficientemente buena, tiene que ver con una madre capaz de desarrollar las funciones maternas pero que también pueda frustrar para que el niño pueda transitar desde una dependencia absoluta hasta un estado de independencia.
Winnicott postula distintos tipos de cuidados maternos:
1) Holding o sostén: Proceso por el cual la madre satisface las necesidades fisiológicas del pequeño de manera estable, digna de confianza, que toma en cuenta la sensibilidad epidérmica y que incluye la rutina de cuidados a lo largo del día. Estos cuidados posibilitan la integración, principal tendencia en el proceso de maduración. Esta integración en el tiempo, se le suma en el espacio, lo que da a posteriori el sentimiento de continuidad existencial.
2) Handling, manipulación o manejo: Se refiere al manejo y cuidado corporal que hace la madre de su hijo y sus funciones. Estos cuidados van a posibilitar el enlace entre la persona del bebé y su cuerpo junto con la existencia de una membrana restrictiva. La unión de la psique con el soma, facilita la personalización.
3) Presentación de objeto: Con un buen cuidado materno, el bebé no se halla sujeto a las satisfacciones instintivas. En ese sentido más que darle una
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