EL FORTALECER LOS VÍNCULOS QUE NOS UNEN
Jx300mxSíntesis4 de Junio de 2017
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FORTALECER LOS VÍNCULOS QUE NOS UNEN
Creamos un vi vinculo mediante el placer al apoyarnos mutuamente en el aprendizaje de nuevas técnicas. La confianza y la estimulación crecen al seguir adelante con el compromiso de que la relación física sea cada vez mejor. Así mimo, esta conexión sensual nutre nuestra vida emocional como pareja.
Debemos desarrollar la parte emocional de la relación mientras seguimos uniéndonos cada vez más a nivel físico. Puede producir algo de miedo bajar la guardia para conseguir una intimidad más profunda. Superar el miedo requiere mucha confianza en la pareja.
La unión proporciona una base para estos ejercicios porque nos ofrece la oportunidad de sentirnos cerca sin presión y a menudo produce una sensación de seguridad.
La unión no sexual
Unir consiste en forma un vínculo emocional con otra persona. La unión se suele referir al vínculo emocional que se da entre la madre el hijo, especialmente durante los primeras horas de vida. Ahora bien los adultos también necesitan unirse con su pareja, tanto a nivel sexual como no sexual.
Proporcionar profundidad y plenitud a la relación. La unión nos hace sentir más seguros y nos permite experimentar la proximidad sin presión. Acurrucarse juntos es especialmente agradable, sobre todo cuando se percibe el perfume natural del cuerpo de la pareja o nuestra colonia favorita
En este ejercicio, simplemente nos abrazamos mutuamente. Se recomienda tumbarse de lado, cara a cara. Ponerse cómodos, colocar los brazos alrededor del otro y mirarse fijamente a los ojos. No hablar. A veces, hablar puede intensificar la intimidad, pero también puede generar discordia o distracción. Todos necesitan pasar algún rato con la pareja en los cuerpos se vayan conociendo y adquiriendo confianza a nivel físico. Lo haremos durante unos quince minutos, o más si lo deseamos.
Existen posiciones que se pueden probar:
La silla. En esta postura, una persona se tumba con el pecho contra la espalda de la pareja y le abraza fuerte pasando un brazo por encima del estómago. No es una postura tan íntima como la que acabamos de practicar, ya que no se está cara, pero es muy relajante porque se puede prestar atención a la respiración del otro. Al colocarnos en esta posición, trataremos de sincronizar la respiración.
La posición del lactante. Tumbarse nuevamente de costado, cara a cara. El que necesita nutrirse se desliza hacia abajo hasta cobijar el rostro en el pecho del otro.
Recostarse en el regazo. Uno de los se sienta en la cama, en el sofá o en el suelo y abraza al amante mientras este o esta se recuesta en nuestro regazo. Esto contribuye realmente a conectar con el otro, especialmente después de un largo día o de un periodo de separación.
El beso sensual
Un beso puede constituir la caricia más íntima y erótica que compartimos con él o la amante. Algunas de las terminaciones nerviosas más sensibles se encuentran en los labios, de modo que no hay duda de que pueden percibir y comunicar una presión exquisita. “Un beso puede ser un coma, un signo de interrogación o de exclamación”, escribió mistinguett. No es de extrañar que una relación amorosa empiece normalmente con un beso.
Durante el beso sensual, besamos a la vez que hacemos otras caricias centradas en las sensaciones; besar para nuestro propio placer, permanecer en el aquí y ahora, concretarse en el puntos exacto de contacto, aquel contacto aterciopelado de los labios y la lengua. Percibamos todo el beso de nuestra amante: El saber de su boca, el tacto de su lengua, la suavidad de los labios al encontrase. Concentrase, respirar y relajarse, lamiendo suave mente la boca del amante la boca del amante. Tal vez rocemos el labio o la lengua de la pareja con los dientes: cualquier cosa nos proporciona diversas sensaciones de tacto. La idea no es dejarnos la boca adolorida, sino besar de la manera más suave, sincera, sensual e íntima posible. No se debe besar demasiado deprisa ni demasiado fuerte ni tampoco pensar a que puede llevar el beso. Simplemente hay que disfrutar del momento.
Compartir Fantasías
Compartir fantasías sexuales mientras nos masturbamos juntos puede intensificar la intimidad. Decidamos quien empieza. La parte activa de la pareja describe una fantasía mientras el otro o los dos se masturban.
Si dudamos a la hora de compartir una fantasía porque nos parece que exteriorizamos demasiado, inventamos una en el momento sobre algo que nos gustaría hacerle a la pareja o que nos hiciera a nosotros. Seamos pródigos en detalles. Expliquemos como se desarrolla, como nos sentimos, como responde nuestro cuerpo. Al irnos acostumbrando a esto podremos compartir con la pareja fantasías sobre otras actividades que consideramos prohibidas.
Al escuchar la fantasía de la pareja, no debemos sentirnos amenazados, Aceptemos que tanto nosotros como la pareja tenemos pensamientos sexuales que puede que no coincidan y observamos que la pareja también trata de aceptar los nuestros. Relajémonos mientras escuchamos y apreciamos la franqueza que muestra la pareja al compartir algo tan íntimamente personal.
Una toalla sobre el rostro
Esta actividad colocaremos una toalla ligera o un trozo de tela sobre la cara del amante. Después simularemos que el cuerpo del amante es un juguete, Podemos utilizar cualquier parte de su cuerpo para darse placer. La pareja también tendrá su turno para hacer lo mismo.
Colocar la toalla sobre la cara de modo que se pueda respirar pero no ver. Tratar de no mover ni responder de ninguna forma, a menos que nos lastimen.
Acercarse por medio de una comunicación mejor
Una buena comunicación es esencial para que haya confianza en la intimidad. Hasta ahora hemos desarrollado la capacidad de comunicar a través del tacto.
Hay un motivo para ello; La intención era sentirnos sin ningún tipo de presión mientras que aprendemos lo esencial, al dejar de hablar ánima a sentir más.
El objetivo aquí es sentar la base la comunicación positiva y así poder superar hábitos de comunicación negativa que pudiéramos tener. Muchas personas piensan que se comunican bien a nivel sexual cuando, de hecho, lo que ponen de manifiesto son quejas o exigencias a la pareja.
“No me había dado cuenta de que mi esposa y yo decíamos cosas durante el acto sexual y que la otra persona podía entenderlas de forma errónea” me dijo “parecía como si al decirlo durante el acto sexual, el comentario mas inocente adquiría un enorme significado. Estas técnicas me han enseñado a percibir lo que se sentía y decirlo inmediatamente.
Caricias genitales y comunicación verbal
Uniremos la acción de hablar y la tocar. Empezaremos con la caricia genital, en la cual comentaremos de forma concreta lo que nos gusta una vez haya finalizado la fase de tocar. Se parecerá a cualquier otra caricia genital sin exigencias, en la cual un componente de la pareja adopta el papel activo y otro el pasivo. Como en cualquier ejercicio centrado en las sensaciones, intercambiamos caricias centradas en estas.
Si adoptamos el papel activo, dar placer a la pareja con una caricia frontal o genital durante unos minutos. Al acabar comunicarlo. En el papel pasivo, experimentar las sensaciones, sin hablar, excepto si algo nos duele o molesta. Cuando la pareja haya finalizado, podemos pedirle que repita algo que nos haya gustado,
Podemos pedirle a la pareja un tipo concreto de caricia que haya realizado. Diremos por ejemplo “me gustaba mucho cuando lamias justo por debajo de la cabeza del pene. Me gustaría que lo hicieras otra vez” O “Me gustaba cuando pasabas el dedo suavemente hacia arriba a través de los labios y sobre el clítoris. Hazlo otra vez por favor”
Observamos que cada conversación incluye algo que nos ha gustado y la petición directa de repetirlo. Esto nos enseña a utilizar frases en primera persona cuando hablamos de temas sexuales y también nos enseña a ser claros y asertivos en relación a pedir lo que queremos.
Parte activa: Si no nos ha quedado claro preguntar: ¿quieres decir así o de este otro modo? Si estamos de acuerdo dedicaremos unos cuantos minutos a tocar ala pareja de la manera que le gusta.
Parte pasiva: Si la pareja empieza a repetir algo que no es exactamente lo que queríamos se lo comunicaremos. Diremos “Me gusta más despacio” o más rápido o como sea, No aceptemos algo que no es lo que hemos pedido.
Ambos deberían ser conscientes de que son libres de decir que NO si se consideramos que la petición es poco atractiva o desagradable. Los motivos de ellos los podemos discutir luego. Nuevamente “No” no significa “Ni ahora ni nunca” Simplemente significa “no quiero hacer esto ahora”
Algunas personas, por ejemplo no se sienten cómodas imponiéndose y por tanto se protegen diciendo: Estaría bien que me tocases el pene o incluso “No te apetece tocarme el pene”
Este tipo de comunicación no funciona. Se desea recibir algo de la pareja, hay que pedirlo de manera positiva. “Me gusta esto” o “Quiero que me hagas esto” También hay que ser concentro respecto al tipo exacto de caricia que deseamos. Diremos, por ejemplo “Por favor, mete el dedo en mi vagina suavemente y muévelo despacio hacia dentro y hacia fuera”. En lugar de “méteme el dedo”.
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