Vinculo Y Educacion

INTRODUCCION

Los humanos somos seres sociales, fuera de un grupo nos sentimos desamparados y buscar la aceptación de un grupo determinado impulsa gran cantidad de nuestras actividades, además, diariamente interactuamos con otras personas, empezando por la familia, compañeros de trabajo, vecinos, los vínculos que establecemos con las personas a nuestro alrededor son de suma importancia para el desarrollo de nuestras actividades y determinan en gran manera el éxito en la realización de nuestros planes, por ejemplo:

Es probable que mi plan el día de hoy sea llegar temprano a mi trabajo intervendrán una serie de personas para el logro mis planes, en primer lugar si un miembro de mi familia se retarda en la ducha 10 minutos más de los normal provocara que salga tarde de mi casa o tal vez sin desayunar, lo que a su vez hará que salga con prisas e incluso de mal humor hacia el trabajo, durante el trayecto las personas en el transporte público u otros automovilistas podrían llevar al igual que yo prisa, y si nos imaginamos que estas prisas han causado un accidente vial, significara un retraso mayor, este y muchos otros factores que afectaran mi estado de ánimo a su vez modificara mi modo de relacionarme con otras personas y los vínculos establecidos podrían no ser los adecuados para el desarrollo de mis actividades en la escuela.

De modo que la forma en que establecemos vínculos sociales es un tema de suma importancia en el estudio del funcionamiento de los grupos en especial en las instituciones educativas, en este ensayo tomare la escuela siendo la principal institución educativa como punto de análisis de los grupos y los vínculos que ellos se establecen, como afectan las relaciones y finalmente de qué modo impactan estos factores en la educación que reciben los alumnos.

Hoy en día la forma común de organizar la educación en las escuelas es mediante dividir a los alumnos en grupos, un grupo según el DICCIONARIO UNESCO (1988 : 9) es “ en términos de Sociología, un conjunto de personas …y se caracterizan porque las relaciones entre los miembros son interdependientes, esto es, la conducta de uno de ellos influye en la conducta de los demás”. El hecho de que nuestra conducta influya en la de los demás es un factor que merece el análisis de los maestros que tenemos a cargo un grupo escolar, durante los 2 años que he trabajado con los niños me he percatado que son en verdad susceptibles al trato que se les da, mi conducta modifica la de ellos constantemente, es decir si me muestro accesible a sus opiniones en la clase es común que ellos participen activamente que se levanten de sus lugares para expresarse y captar mi atención en cambio si el orden se empieza a salir de control, levanto la voz y doy alguna orden ellos inmediatamente guardan silencio y regresan a sus lugares, es más, si me acerco a sus lugares a revisar sus trabajos ellos entonces comienzan a trabajar con mas esfuerzo y prisa.

El ser consciente de este hecho me hace pensar en la posibilidad de modificar mi propia conducta en base al análisis del funcionamiento de los grupos para lograr una transformación en mi clase que redunde en beneficios para mis alumnos, para comenzar es de importancia prestar atención a los acontecimientos que parecen triviales en clase pero que ocurren con frecuencia y que al convertirse en rutinarios podrían llegar a pasar desapercibidos, ya que en ocasiones pensamos que si en el día no ha ocurrido nada fuera de lo ordinario no merece la pena contarlo, no obstante explica JACKSON P. (1975 : 11) “Estos acontecimientos que casi siempre silenciamos pueden tener tanta importancia como los que suelen llamar la atención….representan una parte de nuestra vida mucho mayor que los acontecimientos de los que hablamos”.

Es decir, todos los días cuando pido participación en clase muchos pequeños saltan de sus asientos para dar sus respuestas, es natural que no a todos se le dé la oportunidad de participar así que les doy la palabra por turnos y no todos alcanzan a dar sus respuestas, esto ocurre con bastante frecuencia, por ejemplo: la semana pasada solicite que algunos niños pasaran al pizarrón a realizar algunos dibujos, un pequeñita se acerco hasta mi jalando mi ropa me pidió que le permitiera pasar a dibujar un abeja, le respondí que si pero que esperara su turno, lo mismo que le respondí a los demás pequeños que solicitaban dibujar, al transcurrir la clase no todos alcanzaron a pasar y yo olvide la participación de la pequeña que no volvió a solicitarme pasar a dibujar y tampoco hablo mas durante la clase, al termino del día ella se despido rápidamente de mi con un beso, fue entonces que recordé que días anteriores al revisar su tarea yo alabe los dibujos en su tarea y ella me conto entusiasmada de lo mucho que le gusta dibujar, entre otras cosas.

Situaciones como estas son casi rutinarias en el salón de clases ciertamente existen normas muy claras que los alumnos deben obedecer, como no interrumpir y o levantar la mano para hacer una pregunta, los alumnos deben acatar estas normas lo quieran o no y aprender a esperar su turno bastante tiempo, quizás hasta que termine la clase, si es que este llega su turno como lo sucedió con la pequeña en mi clase y aunque podría pasar desapercibida, JACKSON P. (1975 : 17) plantea: “ El resultado de muchas esperas en la clase es la negación de un deseo (frustración), el profesor ignora a veces a un alumno que ha levantado su mano o, deja sin responder una pregunta……..Ciertamente a veces no hay remedio…aprender a vivir en la escuela implica aprender a renunciar a los propios deseos, así como esperar antes de que se cumplan”.

Es verdad que no sería factible atender a todos los alumnos que quieren hablar en clase ni tampoco conceder todas sus peticiones y mucho menos en un grupo de 25 pequeños que se ven obligados a vivir y trabajar juntos durante cinco horas, pero es verdad también que las respuestas de los alumnos a estas situaciones no se harán esperar y sin duda alguna afectan la relación alumno-maestro, cuando nos encontramos como maestros con niños sin interés o que se dedican a engañar o copiar en los exámenes, es normal que reprobemos tales actitudes pero si recuperamos la definición de grupo citada al principio de este ensayo en donde se plantea que nuestra propia conducta influye en otras, cabria preguntarnos, ¿Qué hay en mi conducta como docente que influye de manera negativa en mis alumnos?, es innegable que lo queramos o no se establece un vinculo con nuestros alumnos que determinara en gran parte la calidad de su aprendizaje.

Entendemos como vinculo según TURION ESPERANZA (1993 : 137) a “Una estructura de relación en la que interactúan dialécticamente dos o más sujetos, el vinculo es siempre un vinculo social, cada encuentro

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