EL SUEÑO DE LA INYECCION DE IRMA

EL SUEÑO DE LA INYECCION DE IRMA

Imaginario, simbólico y real

Una vez organizado su trípode del ISR, Lacan retoma a Freud para poder explicar estos tres registros en el sueño de la inyección de Irma, donde los considera con un orden de importancia equivalente y que cada uno sujeta y limita al otro denominándose a este triple enlace NUDO BORROMEO.

El registro de lo IMAGINARIO aparece en un primer momento (“momento pre psicoanalítico de Lacan”) como sostén de los otros dos y predominando sobre ellos, debido a que es en este momento donde teoriza el estadio del espejo.Es a partir de este estadio donde se organiza el registro de lo imaginario funcionando como punto de partida para la constitución del yo, el cual se organiza a partir de la imagen especular brindada por otro semejante, generalmente la madre con la cual el niño se identifica percibiéndose así como una unidad, un todo integrado y no como un ser fragmentado. Esta identificación tiene un valor formativo, produce una nueva posibilidad para el aparato psíquico, lo transforma y lo potencia, viene a constituir una anticipación debido a que brinda un dominio sobre el propio cuerpo que necrológicamente todavía no se tiene. El cuerpo como totalidad y como propio no se forma a partir de una percepción interna del organismo sino a partir de esa imagen exterior y ajena como imagen propia que unifica y totaliza, así mismo el YO se constituye en un espacio de exterioridad porque parece fuera del lugar desde el que se mira.

En el sueño de la inyección de Irma, lo imaginario permite la escena del sueño. Lacan lo encuentra en los diferentes personajes como una fragmentación del YO de Freud; en la escena en que Freud esta con su mujer, el se ve a si mismo; este personaje constituye el YO fundamental de Freud, el yo de la vigilia. También se encuentra en la triada femenina conformada por Irma, la esposa de Freud y la otra paciente, y en la triada masculina de Otto, Leopoldo y el doctor M.

El primer final del sueño es de carácter IMAGINARIO ya que Freud intenta desculpabilizarse por no haber curado a su paciente enferma, este cumplimiento de deseo es de orden consciente perteneciente al Yo.

Pero Lacan plantea un segundo final que pertenece al orden de lo SIMBOLICO. Es a partir de este registro, al que en un momento considera como sostén y limite de los demás, que Lacan ingresa al círculo propiamente psicoanalítico.

Según Lacan el lenguaje es lo simbólico por excelencia, el sujeto se encuentra atravesado por el lenguaje y el inconciente se estructura en el. Es un sistema de referencias en tanto que una palabra adquiere significación en la medida en que se opone al resto.

Lo SIMBOLICO regula la vida del sujeto, a la cultura que separa al hombre de la naturaleza, funciona siempre por oposición y sustitución. La inscripción en este orden es el

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