“ESPECIALIZACIÓN EN PSICOPEDAGOGÍA INSTITUCIONAL”

UNIVERSIDAD NACIONAL DE SALTA

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CARRERA DE POSGRADO: “ESPECIALIZACIÓN EN PSICOPEDAGOGÍA INSTITUCIONAL”

4° SEMINARIO: “LOS NUEVOS SUJETOS DE LA PSICOPEDAGOGÍA” – Esp. María Eugenia Burgos. Lic. Ana Rosa Concaro.

TRABAJO FINAL

ALUMA: Colque Olga del Milagro

1. Primer momento:

       En esta primera instancia se presenta el siguiente relato de una escena institucional en una escuela primaria, en donde trataré de analizar utilizando para ello categorías de reflexión proporcionados por el seminario.

“Estamos en un círculo y no podemos avanzar”

       Se trata de una psicopedagoga de una escuela que trabajaba contratada por la cooperadora, dado que la institución no tenía gabinete. Desde su visión y casi en sus mismas palabras, la escuela estaba atravesando una situación de cambio que a todos preocupaba. En los últimos años, como nunca había ocurrido, el barrio se estaba yendo de la escuela, los alumnos ya no eran los de antes. Sin embargo la escuela no tenía problemas de matrícula porque recibían alumnos de un complejo habitacional muy humilde que se había instalado cerca de allí. La mayoría de las familias de este complejo estaban desocupadas, aunque el personal de la escuela no se quejaba de la pobreza, no era éste el problema según ellos, todos comentaban que se daban cuenta de que estaban acostumbrados a los chicos de antes, aquellos que ahora ya no estaban.

       Al hablar de esta situación, culpabilizaban a la inspectora por no controlar la manera  en que los directores de otras escuelas hacían la inscripción de los alumnos. Por todos era conocido que una escuela cercana seleccionaba a sus alumnos y no inscribía a todos los que solicitaban la matricula.

       La psicopedagoga comentaba que tanto ella como las maestras estaban seguras de que el problema no eran los chicos. Con preocupación hablaba de los resultados que estaban teniendo: todos sabían que no eran buenos y continuamente se preguntaban si había que dejar que los alumnos repitieran o no. A pesar de todo, un hecho las tranquilizaba: no estaban con problemas de matrícula como tantas otras escuelas de la zona.

       Las maestras de la escuela le pedían ayuda porque ya no sabían qué hacer con los chicos que tenían dificultades de aprendizaje, cada tanto armaban una lista con sus nombres y se la daban para que trabajara con ellos.

       Cuando esto ocurría, siempre pasaba lo mismo: terminaban discutiendo. La psicopedagoga reaccionaba con enojo diciéndoles que no alcanzaba con sentarse cada tanto con el niño, que ellas tenían que pensar estrategias desde el aula. Las maestras por su parte le reprochaban que, “seguramente para ella es muy fácil dar esta respuesta porque sólo venía algunos días y estaba afuera del aula”.

       Así, como venía el enojo, también se disipaba. Ambas partes coincidían en que no se trataba de echarse culpas, sino que simplemente no sabían qué hacer ante una situación que para todos era nueva. Los niños y los padres ya no eran los del barrio, los que hoy estaban, esperaban y reclamaban cada vez más. El circuito era siempre el mismo: los padres reclamaban a las maestras, las maestras frente a esto, reclamaban a la psicopedagoga, y la psicopedagoga terminaba reclamando a las maestras. Reconocía que su enojo tenía que ver con la sensación de que se esperaba de ella soluciones mágicas. Su relato volvía una y otra vez al punto de partida: las maestras le decían que no podían con estos chicos y ella les contestaba que tampoco podía. La situación era difícil para todos. En sus palabras: “estamos en un círculo vicioso y no podemos avanzar”.

2. Segundo momento:

¿Cuál sería la función de las Instituciones  Educativas en la actualidad?

       Para realizar el análisis del relato seleccionado me pareció pertinente comenzar, por comprender la función de las instituciones educativas, para luego tratar de interpretar y caracterizar su sentido en el escenario actual y en la constitución de las identidades de los sujetos.

       En concordancia con la autora Lucía Garay, las Instituciones Educativas tienen un papel primordial en la formación social global, papel único y múltiple; desde la regulación, la reproducción y transmisión hacia el cambio y la transformación. Por otro lado, ellas tienen una función esencial para los seres humanos, función psíquica, porque posibilitan el desarrollo de la identidad de cada sujeto singular, función de socialización, por lo tanto posibilitan la humanización en términos de hacerse un humano reconocible como miembro de una sociedad, y una cultura; función social porque posibilitan la constitución de cada sujeto como sujeto social.

       Como podemos ver la función de las Instituciones Educativas, es una función de existencia, porque nos determina como seres humanos, haciéndonos parte de una sociedad, de una cultura, pero al mismo tiempo somos productores de dichas Instituciones.

       Desde estas afirmaciones, surgen interrogantes, ¿cuál sería el sentido de esas funciones en el escenario actual? ¿De qué manera repercute en la constitución de las identidades de nuestros niños, niñas y jóvenes? ¿Cuál es el papel de los docentes y el psicopedagogo/a en dicha constitución?, O, ¿cuál sería el principio rector en la construcción de la subjetividad de los sujetos actuales? y más específicamente, ¿Qué es lo que hace que los sujetos del relato seleccionado  actúen y piensen como lo hacen?

       Aunque en este escrito no encontremos respuestas a todos estos interrogantes, es fundamental entender y enmarcar cualquier práctica educativa dentro de un escenario social determinado, ya que el mismo necesariamente la atraviesa.

       Según la autora Ana Ruth Najles, la época actual se rige por una política solidaria con el imperio del mercado. Cuyo mayor valor es la libre circulación de las personas y de los bienes, el libre mercado impuesto, por supuesto, por los países poderosos a los países pobres. El imperio del mercado ha transformado nuestro mundo en un espacio global, lo cual no deja de tener consecuencias sobre cualquier ser hablante, ya que el vertiginoso avance de la ciencia y de la tecnología avanza con modalidades  cada vez más apremiantes al sujeto en función del ideal de universalidad por el discurso de la ciencia.

       En este sentido los medios masivos  de comunicación, solidarios del mercado global, se encargan de hacer saber sobre el último objeto del que cada uno carece. Los niños, niñas y jóvenes, en cuanto consumidores, es uno de los blancos preferidos de las estrategias de mercado.

       No tener en cuenta estas transformaciones sociales en las instituciones educativas y sus repercusiones en la subjetividad de nuestros niños, niñas y jóvenes,  nos posiciona en un lugar de segregación, lo cual no nos permite ver a los sujetos aprendientes como sujetos de derechos, con sus deseos, sus inquietudes, sus historias, etc. Por otro lado, produce un desencuentro entre profesionales en la práctica, en donde no existe posibilidad alguna de reconocimiento por los otros, esos otros que también, me constituyen como persona y como profesional, esos otros que pueden aportar a trabajar colectivamente hacia un proyecto común, en este caso mejorar las dificultades de aprendizaje de los alumnos en cuestión, teniendo en cuenta todo su contexto social y cultural. . Entonces podemos afirmar que hay como una segregación profesional, el efecto de estos cambios de mercado, no sólo segrega a los aprendientes, sino también a los profesionales, la pregunta es, entonces ¿qué hacemos frente a éstas problemáticas?

       En el relato seleccionado parece ser que los sujetos  desconocen éstos avasalladores cambios que son determinantes en sus representaciones, en sus subjetividades. Sumergidos en una dinámica institucional compleja, contradictoria, donde parece ser que priman, la indiferencia, el no reconocimiento por los otros, la apatía, la falta de compromiso con respecto a trabajar colectivamente. El sujeto aprendiente aparece como relegado, como si no estaría en el centro de la situación problemática.  También surgen sentimientos de impotencia, con respecto al rol que desempeñan cada uno de los integrantes de la institución.

       Se podría decir que se encuentran entre el deber ser, el ser, el hacer y un malestar constante, quizá es justamente como bien lo afirma la autora Ana Ruth Najles, que en todas las instituciones prevalece el discurso del amo, y la educativa no está ajena a dicho discurso. En concordancia con la autora, puedo afirmar que el discurso del amo es estructurante de lo social, constituye los lazos sociales. De esa manera existe un discurso del amo en el campo de la salud, en el de la Educación y éstos responden de acuerdo al amo de cada época. Quizá esto vendría a explicar el  malestar y conflicto que se produce en las instituciones educativas y en la que estamos analizando.

       En este mismo sentido y según Lacan, existen 4 discursos centrales. Cuando hablamos de lazo social, siempre estamos posicionados en un discurso ya sea en el discurso del amo, discurso Universitario, discurso Histérico y Discurso Analítico. Son distintos modos de hacer lazos con los otros. A cada uno de estos discursos le corresponde diferentes formas de hacer lazos sociales.

      El discurso del amo intenta gobernar lo ingobernable. Comandan desde los significantes Amos, lo deja por debajo al sujeto y su pulsión. Se torna imprescindible que los sujetos de la institución que estamos analizando, frente a las problemáticas, tomen conciencia respecto a su posición discursiva en el desempeño de sus actividades. Deben tomar conciencia de las ideologías dominantes que la escuela pone en marcha desde la modernidad las cuales están asociadas más al control y sometimiento. Reflexionar acerca de que sus alumnos ya no son los mismos, porque están atravesados por cambios sociales profundos que hacen que surjan nuevas características de la infancia y adolescencia.

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