Edipo Y Lo Edipidico

ENSAYO: ¿CUÁL ES LA PERTINENCIA DEL COMPLEJO DE EDIPO HOY Y CÓMO SE MANIFIESTA?

Teniendo en cuenta que la época desde la que data los estudios de Sigmund Freud acerca del complejo de Edipo y de la evolución de la sociedad surge el interrogante de si esa teoría es actualmente aplicable a los problemas psicosociales que nos aquejan o, si por el contrario ya ha sido superada.

El presente ensayo y teniendo como base y fundamento el artículo “De nuevo el complejo de Edipo” de la doctora Marisa Ara Comín, señala que aun sigue vigente la importancia de la relación entre el infante y sus progenitores para su desarrollo psíquico y físico del primero, desde las primeras etapas de la vida y hasta el final de proceso de maduración física y psíquica, como lo señalara Freud.

Conforme la expositora, esa relación está dada primero por el contacto físico que ayuda al desarrollo emocional y sensorial de los deseos inconscientes sexuales, afectivos que crean para él infante una sensación de bienestar y seguridad que necesita para crecer y conocer el mundo. También está dada por la comunicación tanto verbal como no verbal que permite trasmitirle no solo costumbres y usos sociales sino también reglas de autocuidado y autoconservación.

A partir de estos conceptos se desarrolla otro concepto, el de la neotenia en donde se plantea que, debido a la prematuridad en la que nacemos, nuestra humanidad dependerá del deseo de los adultos que nos rodean. Este deseo estará encaminado en “socializar” al infante y a partir de ello es que se empieza a trasmitir esas reglas, usos y costumbre al niño, para que así él pueda incluirse en la categoría de sujeto individual e incluirse en lo social. Es gracias a esta teoría que se empieza a nombrar y teorizar que el individuo humano necesita que se cumplan en él dos funciones: la función materna y la función paterna.

Conforme al artículo a diferencia de lo planteado por Freud, no nos preguntamos qué rol cumple el padre y la madre como padres biológicos sino en términos más amplios independientemente si este rol lo cumplen los padres biológicos, quien cumple el rol materno y el rol paterno y que el niño acepte esa configuración con él, como formador de la tercera parte de esa triangularidad. Se destaca la importancia de las relaciones de afectividad que se desarrollan desde esa triangulación inclusive en el desarrollo neuropsicológico del ser humano, en tanto esos vínculos neuroafectivos tienen la capacidad de generar conexiones neuronales que estructuraran al cerebro humano.

Basándose así en las teorías anteriores se entiende que la persona que cumpla con el rol materno debe estar en la capacidad de dar afecto, trasmitirlo y satisfacer ciertas necesidades del infante, pero no todas sino que debe generar en el niño cierta sensación de ausencia en el sentido de que no todas son necesidades van a ser satisfechas por quien cumple el rol materno, y que se requiere un esfuerzo por parte suyo, no solo para ir aprendiendo a satisfacer necesidades por sí mismo sino porque ello le permite ir desarrollando habilidades que le permitirán posteriormente hacer parte de un grupo social. Es allí donde entra en juego el rol paterno en tanto es él quien impone las normas, límites y reglas.

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