Ejemoplo de El hombre de las ratas

Otra necesidad anímica de los neuróticos obsesivos es la necesidad de inseguridad o duda. La inseguridad es uno de los métodos de la neurosis para extraer al enfermo de la realidad y aislarle del mundo. Los enfermos realizan un esfuerzo para eludir toda seguridad y permanecer en duda y esta se puede exteriorizar en una antipatía a los relojes. El paciente mostraba destreza en eludir aquellas informaciones que pudieran llevarle a una solución.

La predilección que los neuróticos obsesivos muestran por la inseguridad y duda es un motivo para adherir sus pensamientos a aquellos en los que la inseguridad es generalmente humana. Estos son, paternidad, duración de la vida, supervivencia en el mas allá y la memoria.

La neurosis obsesiva utiliza la inseguridad de la memoria para la producción de síntomas. Examinaremos el rasgo supersticioso de nuestro paciente, refiriéndonos a la omnipotencia de sus ideas y sentimientos y de sus buenos y malos deseos. Suponiendo, que en tal creencia se manifiesta la primera manía infantil de grandeza, preguntamos al paciente en que basaba su convicción y respondió con dos sucesos de su vida. Cuando fue por segunda vez al balneario donde había encontrado alivio a su dolencia, pidió la misma habitación y le dijeron que estaba ya ocupada por un anciano profesor, el reacciono diciendo “así lo parta un rayo” Quince días después despertó con la sensación de tener cerca un cadáver, y al levantarse supo que el profesor había muerto fulminado por un rayo. El otro suceso se refería a una muchacha mayor y de intensas necesidades sexuales que le había preguntado si no la podía querer un poco, el respondió negativamente y días después supo que se había tirado por un balcón. De este modo fue como llego a la convicción de omnipotencia de su amor y odio. Si nuestro paciente se ve obligado a exagerar el efecto de sus sentimientos hostiles es porque gran parte del efecto psíquico interno escapa de su conocimiento consciente. Su odio es realmente poderoso, pues crea ideas obsesivas.

La muerte de una hermana mayor entre sus 3 y 4 años se halla relacionada con sus maldades infantiles. Sabemos también cuán precozmente le preocupo la muerte de su padre y debemos considerar su enfermedad como una relación a tal suceso. Sus temores obsesivos al más allá son una compensación de los deseos de muerte de su padre. La expresión “en el más allá” se traduce en “si mi padre viviera”.

Se precisa la posibilidad de la muerte para solucionar conflictos insolucionados. Su carácter es el de ser incapaces de toda decisión, sobre todo en cuestiones amorosas. Aplazan toda resolución, penetrados constantemente por la duda.

La vida instintiva de los neuróticos obsesivos y los orígenes de la compulsión y la duda

El sujeto enfermo a sus veinte años ante la tentación de casarse con una mujer distinta a su amada y esquivo la resolución de ese conflicto. La vacilación entre la mujer amada y la otra puede ser reducida al conflicto entre la influencia del padre y la fidelidad a su amada. Además, tanto en cuanto a su amada como en cuanto a su padre, existía en él una pugna entre el amor y el odio.

Estos conflictos sentimentales se hallan soldados por parejas. El odio contra su amada hubo de sumarse a su adhesión al padre, e inversamente.

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