El Apego Y El Periodo De Adaptación

El apego y el periodo de adaptación

en la escuela infantil

Apego es un lazo afectivo que una persona o animal forma entre el mismo y otro de su especie, un lazo que les impulsa a estar juntos en el espacio y a permanecer juntos en el tiempo.

Cuando el niño o la niña de dos o tres años se incorpora al mundo de la escuela, sufre una separación importante, se rompe ese lazo afectivo con la figura de apego; el tiempo que se emplea para que el niño asimile felizmente “la ruptura de este lazo”, de este impulso natural de unión con su figura de apego, esa lo que llamamos periodo de adaptación.

Es responsabilidad de padres y educadores organizar un adecuado periodo de adaptación para que estos primeros tiempos sean asumidos por el niño sin traumas.

La figura de apego (se ha observado, que aunque normalmente es la madre, en muchos casos recae en la abuela o en otro familiar).

En el periodo de adaptación a la esuela se produce conflicto por que existe esta figura, y la separación supone sufrimiento o angustia casi siempre para ambos, en mayor o menor grado.

El ingreso en la escuela supone para el niño un gran cambio con códigos establecidos y roles determinados y conocidos para el niño, al acudir por primera vez a la escuela, va a ser el punto de mira del resto de la familia, con consejos, advertencias, preparativos. Así se introduce en el mundo escolar donde se le contempla, desde otro punto de vista, como el niño del grupo en el que se tiene que relacionar, en un espacio diferente, con unos materiales y mobiliario diferentes, con otros niños diferentes, con otros adultos que, de momento, no son de su confianza.

Desde el punto de vista somático pueden tener alteraciones de sueño, de alimentación, trastornos digestivos, fiebre. Sienten ansiedad ante la separación y se ven invadidos de un sentimiento de abandono, de miedo, surgen los celos de los otros hermanos y envidias en la escuela, en determinados momentos utilizan comportamientos agresivos.

Los padres tienen gran influencia en este momento ya que la adaptación de su hijo viene determinada en gran medida por como ellos asuman la separación: sus rememores, sus expectativas, su ansiedad, sus seguridad o inseguridad. Estos sentimientos pueden ser transmitidos por los padres a través de diversas manifestaciones de excesiva preocupación, angustia, et que son captadas por su hijo respondiendo inconscientemente a ellas de forma negativa.

Los educadores, y el equipo en general, también se adaptan al nuevo grupo de niños. Acercarse a cada niño de forma individual, recibirlos respetando profundamente sus particulares características, va a ser de gran ayuda, para facilitar la adaptación.

La misión del adulto es facilitar la adaptación al mundo escolar, pero es el niño que tiene que superar la dificultad del cambio y aceptar interna y voluntariamente la situación escolar, que le separar de su hogar, del entorno seguro y protegido con pautas de actuación y normas muy conocidas para él.

Estas relaciones sociales del niño no sólo se producen con sus iguales si no también con adultos para el significativos, por ser modelos que tiende a imitar, los que le van a prestar apoyo, ayuda de los cuales busca se asentamiento, consideración y cariño.

¿Cuándo se puede considerar que el niño de la Escuela Infantil asimila sin dificultad la separación de sus figuras de apego?

Cuando es capaz de relacionarse con el grupo de niños y con el adulto, expresando su afecto y su mundo interno emociona, sin temores.

Cuando el niño adopta conductas relajadas socialmente e individualmente, cuando abandona la agresividad o el aislamiento y utiliza de forma coherente el egocentrismo característico de su edad.

Cuando no espera a sus figuras de apego con ansiedad durante el horario escolar y asimila la permanencia de estas figuras de apego

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