El Elogio De La Locura

EL ELOGIO DE LA LOCURA

Capítulo II

En cuanto al motivo de que me presente hoy con tan raro atavío, vais a escucharlo si no os molesta prestarme oídos, pero no los oídos con que atendéis a los predicadores, sino los que acostumbráis a dar en el mercado a los charlatanes, juglares y bufones, o aquellas orejas que levantaba antaño nuestro insigne Midas para escuchar a Pan. Me ha dado hoy por hacer un poco de sofista ante vosotros, pero no de esos de ahora que inculcan penosas tonterías en los niños y los enseñan a discutir con más terquedad que las mujeres. Imitaré, en cambio, a los antiguos, que para evitar el vergonzoso dictado de sabios prefirieron ser llamados sofistas. Se dedicaban éstos a celebrar las glorias de los dioses y los héroes. Por ello, vais a oír también un encomio, pero no el de Hércules ni el de Solón, sino el de mí misma, el de la Estulticia.

Para empezar se me ha hecho un libro muy interesante en donde da a analizar desde otro punto de vista el comportamiento humano, sus bienes y su contexto de una forma sarcástica, irónica y para mi hasta cierto punto cómica.

Otro punto que en mi humilde opinión se me hizo interesante es que es que la locura también viene matizada con la ignorancia que nos facilita y simplifica la vida, nos remontamos a la niñez, un niño está teñido de locura, porque él vive feliz sin tener que saber nada del mundo, sin tener que hacer demasiado uso de la razón; lo mismo para con la adolescencia hasta que llega el punto en que se va adentrando en el mundo de los conocimientos, de las ciencias, de la experiencia de las cosas, que empieza a hacer mayor su uso de razón y menos de esa locura con la que nació y así hasta llegar a la vejez que en ocasiones es fastidiosa, y que es la última etapa antes de la muerte para una persona el saber esto le puede causar preocupación angustia y que la locura la hace más agradable suavizándola de nuevo con toques de juventud, con toques de la locura de la niñez haciéndolos olvidar por esos momentos todas sus preocupaciones, molestias etc.;es lo que muchos llaman la segunda niñez, y que viéndolo desde un punto de vista psicológico y viéndolo un poco más frívolamente no son más que las continuas regresiones que tiene el adulto mayor para evitar esta ansiedad y angustia que le produce el saber que esta próximo su deceso en este mundo.

Un punto que toca el libro es la creación del a mujer como recompensa de el trabajo que realiza el hombre, quien sería una compañera cariñosa y gentil, que suavizaría con su calidez y estulticia su morada y al hombre. Y por qué es llamada un ser estulto pues en primera por haber sido dotadas de cierta gracia en su cuerpo que ejercería un poder sobre otro. Y que otro ser si no es la mujer se preocuparía tanto por arreglase, peinarse, maquillarse ponerse cientos de adornos con el único fin de agradarle al hombre, de deleitarle la pupila, no es eso una estulticia. Y es así como si seguimos haciendo un análisis encontraremos a la estulticia en muchas otras situaciones como en los que Erasmo menciona “banquetes” y que hoy llamamos “fiestas” encontraremos a una persona que siempre esta haciendo chistes, bromeando, burlándose que requiere cierta estulticia natural o inventada con el único fin de ahuyentar su enorme tristeza y vacio que lleva cargando; y podríamos seguir así con la amistad, el matrimonio y muchas otras situaciones semejantes. Es toda una serie de virtudes sociales están atadas a la locura, tal cual la benevolencia, la amabilidad, la inclinación a aprobar y a admirar algo con lo que estemos de acuerdo o no, pero, especialmente, de aprobarse así mismo.

El hombre ha sido creador de su propia infelicidad al haber inventado las ciencias, la tecnología todo ese tipo de cosas que lo esclavizan y que no lo dejan ser libre en comparación con los animales que no necesitan de eso, que viven feliz

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