El arte del buen maestro

Tenti, E. (1999). El arte del buen maestro

La ideología de la vocación permea toda definición pedagógica de la función docente. La vocación no es un material de elección racional. Es igual que el concepto teológico, un llamado, una predisposición que se define como innata, no adquirida. “No hay que olvidar, además, que se nace educador, como se nace artista.

¿Qué es la vocación docente? ¿El profesor nace o se hace?

La vocación docente es la pasión por el trabajo por estar dispuesto a compartir todo el conocimiento de hacerlo sin ninguna obligación, con gran deseo y hacerlo siempre sin esperar nada a cambio, para el maestro solamente lo esperado es el conocimiento y lo que se puede llevar el niño de el. Es estar en el trabajo con un gran gusto dar lo mejor de ti, encontrarte siempre a la vanguardia con el conocimiento, mejorando no solamente para ti si no para poder brindar una mejor enseñanza a los alumnos. La mayoría sienten que nacen con la vocación pero no a todos le sucede lo mismo otros la van adquiriendo en el camino ya que por alguna razón cayeron en las manos de la docencia muchos estudiaron otras profesiones, ellos nunca imaginaron estar impartiendo clases en un aula pero al fin a si sucedió se fueron enamorando poco a poco de el lugar a donde habían llegado, a otros le paso que por diferentes circunstancias esa carrera era lo único que podían estudiar ya que había sido por que no tenían dinero para poder estar en otra escuela o porque se encontraba cerca del lugar donde vivían etc. Pero lo mejor de todo fue que al final fue más de lo que ellos esperaban que realmente encontraron su vocación como docente y que aman y les apasiona su trabajo a pesar del poco salario que ellos reciben. A un así su único reto es formar grandes niños para un mejor futuro.

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