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El día que Nietzsche lloró ( Irvin D. Yalom ) Psicología Clínica


Enviado por   •  30 de Julio de 2017  •  Ensayos  •  5.880 Palabras (24 Páginas)  •  309 Visitas

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UNIVERSIDAD TECNOLÓGICA DE MÉXICO

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El día que Nietzsche lloró ( Irvin D. Yalom )

Psicología Clínica.

Profesor:  Víctor Enrique Solís Sosa.

Alumna: Bautista Sánchez Biridiana

Fecha: jueves 8 de Diciembre del 2016

  1. INTRODUCCIÓN

Este trabajo está realizado en base a la historia de Friedrich Nietzsche , un gran filósofo Alemán en el cual tras sus persistentes migrañas y continuo sentimiento de desesperanza que se daba a conocer , es llevado en secretopor Lou Salome , su gran amor , que siente culpa de las ideas suicidas que existen en el filósofo , o llevan en manos del Doctor Josef Breuer, para que este utilice la técnica de la cura a través  de la palabra y tratar con discimulo su angustia , sin que se de cuenta y piense que solo se trata de curar su dolor físico.

Para Nietzsche la vida es voluntad de poder, voluntad de ser más, de expandirse y de afirmarse. Es decir la voluntad de vivir, es vida en sí misma, tratando de imponerse y extenderse, de realizar todos sus deseos, mostrando su fuerza creadora. Si interpretamos esto desde la metáfora de la vida como obra de arte que aparece en el nacimiento de la tragedia, podríamos concluir diciendo que es voluntad de crear. Esta voluntad es una amalgama de fuerzas: deseos, instintos, pasiones, impulsos que llevan al hombre a imponerse sobre los demás, a dominar su entorno, a realizar su voluntad.

La voluntad de poder tiene una dimensión individual, que impide cualquier interpretación de las anteriormente citadas: no es la dominación de un pueblo sobre otro, ni la mera victoria en cualquier terreno. Es una voluntad creadora de valores, que despliega toda la fuerza (no entendida pobremente en un sentido físico) y capacidades del individuo. Todo es, para Nietzsche voluntad de poder, concepto que se termina convirtiendo en una de las claves interpretativas de su visión de la naturaleza. El mundo es voluntad de poder, vida desbordada y desbordándose permanentemente, en pugna por expandirse más y más.

  1. ENSAYO ( Nietzsche)

En el presente ensayo se analizará la relación que establecieron Nietzsche y el doctor Breuer en el libro “El día que Nietzsche lloró”. Dónde la propuesta inicial era que Breuer curara la “desesperación” de Nietzsche, sin embargo se nota con obviedad que Breuer se convirtió en el paciente no sólo por convicción o táctica para tratar a Nietzsche, sino que en realidad al estar en sus sesiones éste comenzó a desenredar los conflictos que Breuer padecía. Cuyo el propósito de éste escrito no es dar un resumen del libro, sino que podamos pensar con claridad cómo es que Nietzsche pudo ayudar a Breuer y las técnicas que empleo para el tratamiento del mismo, además, también quedara implícito la forma en la que Breuer pudo o no “curar” a Nietzsche de sus desesperación o si por lo menos pudo ayudarle a entender alguno de sus conflictos.

Para todo el análisis se utilizarán conceptos básicos de dos corrientes de la psicología clínica, el psicoanálisis y el conductismo, tratando de hilar uno con el otro dependiendo el caso y las técnicas que se hayan observado en el libro. De ésta forma, no se pretende encuadrar ésta obra en una sola corriente y dar un panorama más de observación objetiva acorde a los hechos.

Comenzando a hacer una recopilación de las características psicológicas que tenía el doctor Breuer, éste tenía sueños recurrentes con respecto a una paciente a la que le llamaban Anna O dónde el contenido manifiesto era una relación afectiva o sexual con dicha paciente, a manera de satisfacer sus impulsos del ello por la inconformidad de sus relación de matrimonio, pero en cuanto a los deseos infantiles hacían referencia a su relación deficiente entre Breuer y su madre. Éstas  características son generales pero muy básicas e importantes en cuanto al psicoanálisis. Además de esto, durante las sesiones de Breuer con Nietzsche como “psicólogo”, Nietzsche comienza por buscar la relajación de doctor y que éste comience a fungir como un paciente, un sujeto que en verdad quiere ser ayudado y no como una figura de poder y autoridad, por lo que Nietzsche comienza a llamarlo Sr. Breuer, a lo que Breuer expresa evidente molestia, lo que podríamos clasificar cómo un mecanismo de defensa ante la posibilidad de perder su enfoque de médico y ser en verdad el paciente de Nietzsche.

Algunos de los síntomas que Nietzsche detectó en Breuer fueron: infelicidad en general, atormentado por pensamientos extraños, se odia a sí mismo, miedo a la vejez, miedo a la muerte, tendencias suicidas, ajeno y distante a su esposa, atrapado en un mundo que no ha elegido él. Los últimos dos síntomas fueron expuestos por Breuer y al mencionar lo de su esposa, Nietzsche infiere que por ser lo último que mencionó, todo debe comenzar ahí.

Durante las charlas que sostenían Josef y Friedrich se postulaban ideas sobre la crueldad de la vida, pero que sólo podía gestarse lo mejor de la mente humana mediante el sufrimiento, a lo cual, podríamos pensar que eran ejemplos que daba Nietzsche para que Breuer diera sentido a su vida, y de ésta forma, tratar sus tendencias suicidas previamente identificadas.

Además, cuando Breuer comienza a sentirse debilitado por las numerosas confesiones que ha realizado con Friedrich, no sólo se preocupa por su pérdida de poder, sino también por los pocos resultados que esto genera en su plan ser paciente para que Nietzsche pida la ayuda de forma consciente y así volver a retomar los roles originales de terapeuta y paciente.

Después de  esto, Nietzsche emplea lo que quizá sea el primer intento de terapia aversiva, dónde principalmente lo planta en un lugar inhóspito y brutal, dónde lo hace darse cuenta de la insignificancia de su existencia en comparación con el mundo, después para  hacerle imaginar una escena erótica de Anna O en dónde se estarían manifestando conscientemente sus impulsos del ello, una vez que genera Breuer las imágenes mentales y comienza a experimentar el placer de aquél sueño onírico, Nietzsche le hace pensar que su mente tan privilegiada y noble, ahora se encuentra   obstruida y absorta ante la basura de Bertha, que se ha convertido en un pepenador de porquería que no refleja sus verdaderas cualidades. Al pedirle que exprese su opinión ante la nueva técnica experimentada, el doctor simplemente se marcha en una especie de shock.

Por otro lado, Nietzsche se encuentra completamente inmerso en el nuevo reto de volver los contenidos filosóficos en técnicas prácticas para poder curar a una persona de “depresión”. Sin embargo, de forma ocasional pero profunda, recordaba a su amada Salome, incluso tenía sueños oníricos con respecto de ella, mientras él tocaba el piano, ella cantaba, muestra de sus profundos deseos por compartir parte de aquello que para Nietzsche en verdad valía la pena.

A pesar de que Nietzsche no parecía tener algún progreso en su “terapia” a través de proyecciones con los problemas de Breuer, un joven amigo de Breuer llamada Sigmund, afirmaba que quizá la mejor ayuda que Nietzsche podría recibir de Josef sería que dejara que Nietzsche le ayudara con sus problemas de Josef y no tratara de entenderlo y curarlo.

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